Oughourlian se alinea con Escribano en Indra para diluir el peso del Estado en el capital

El fundador de Amber Capital respalda la absorción de EM&E para culminar el giro hacia el negocio armamentístico

May 4, 2025 - 08:01
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Oughourlian se alinea con Escribano en Indra para diluir el peso del Estado en el capital

La guerra accionarial de Prisa no salpicará a la operación millonaria que planea Indra: la absorción de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E). Las dos empresas tienen en común la presencia en el capital de Joseph Oughourlian. En Prisa, el fundador de Amber Capital mantiene un duro pulso con los accionistas afines al Gobierno, encabezados por Global Alconaba. Y en Indra convive con la SEPI, que posee la mayor participación (28%).

Son dos 'frentes' distintos para el financiero francés, de origen armenio. Aunque el proceso de compra de EM&E se encuentra aún en una fase incipiente, Amber Capital ya ha efectuado los primeros cálculos. Y la operación, por ahora, encaja en los intereses de Oughourlian. Su fondo de inversión entró en el capital de Indra en septiembre de 2022, con la compra del 3,2%. En mayo del siguiente año, elevó su presencia hasta el actual 7,2%, ganándose un puesto en el consejo de admistración. 

Ese sillón lo ocupa Pablo Jiménez de Parga, en calidad de consejero dominical. Se sienta junto a los tres representantes de la SEPI y los dos de EM&E, segundo accionista, con un 14,3% del capital. Por su parte, SAPA cuenta con una participación similar a la de Amber (7,9%). La operación que está sobre la mesa es potente por el importe (en torno a 1.000 millones de euros) y por la polémica que genera. Los dueños de EM&E son los hermanos Ángel y Javier Escribano. A su vez, el primero de ellos ocupa la presidencia de Indra; y el segundo, es consejero de la compañía tecnológica y presidente de EM&E.

Esa conexión genera dudas sobre el conflicto de intereses que puede acarrear la absorción del grupo familiar por parte de Indra. La operación cuenta con el beneplácito de Moncloa. Sin el visto bueno del Gobierno, el consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, nunca habría iniciado el proceso. El primer paso ha consistido en encargar a KPMG que haga un examen a fondo sobre EM&E ('due dilegence'), necesario para elaborar una oferta económica concreta.

Fuentes próximas a Amber Capital aseguran que la operación es positiva por distintas razones. De entrada, lanzaría un mensaje contundente a los inversores: con la compra de EM&E, Indra demostraría su ambición de convertirse en un actor de referencia mundial en el negocio de la Defensa. Ambas compañías ya son proveedores del Estado de material y tecnología militar. La cartera de pedidos engordaría considerablemente en el presente, y lo hará más aún en el futuro, gracias al plan industrial que acaba de anunciar el Gobierno. Este programa movilizará más de 10.000 millones y beneficiará especialmente a Indra (y a EM&E), al tratarse dos actores nacionales de peso.

Cambios en el accionariado

La fusión sería oportuna para los intereses financieros de Oughourlian, ya que -en teoría- ayudaría a elevar el valor de su participación. La operación, además, generaría un efecto que agrada al financiero francés. La fusión entre las dos empresas diluiría el peso del Estado en el capital. Los primeros cálculos de los analistas apuntan a que la participación de la SEPI decrecería con la integración, para equipararse prácticamente con la de la familia Escribano. Que el Gobierno tenga menor capacidad de influencia es un elemento positivo para Oughourlian y podría gustar, además, a potenciales futuros inversores.

La absorción de EM&E, asímismo, proporcionaría a Indra algo que no tiene: la capacidad de fabricar armas. La multinacional que preside Marc Murtra es especialista en tecnología militar, pero carece de potencial industrial para producir armamento. Una rama de negocio que sí aportaría Escribano. 

La empresa que fundó en 1989 Ángel Escribano (padre de los actuales dueños) ha experimentado un crecimiento meteórico en los últimos años. En 2019, EM&E apenas facturaba 44 millones. Las ventas despegaron con fuerza a lo largo de la pandemia, hasta alcanzar los 115 millones en 2023, según las últimas cuentas registradas. La facturación ha seguido creciendo, hasta que el punto de que podría alcanzar -según las previsiones del grupo- los 400 millones este año. En la hoja de ruta de los Escribano está elevar las ventas hasta la barrera de los 1.000 millones a finales de la década.

La inversión de la familia propietaria en Indra ha discurrido paralela a la de Amber Capital. Los hermanos Escribano desembarcaron en el capital en 2023, con la compra del 3% de las acciones. Posteriormente, fueron elevando su participación hasta elcanzar el 14,3% actual.