Alzheimer: el primer síntoma que nadie le da importancia, pero es clave para detectar la enfermedad
Según un reciente estudio, se trata de una herramienta clave para un diagnóstico temprano de la afección.

El Alzheimer es una enfermedad que deteriora progresivamente la memoria, la atención y otras funciones cognitivas esenciales. Por tales motivos, se vuelve fundamental una detección temprana para prevenir o disminuir los efectos.
Esta afección, que afecta a millones de personas en el mundo, puede hacerse presente en el cuerpo incluso una década antes de que se confirme un diagnóstico profesional.
Sin embargo, un reciente estudio reveló un síntoma que pocos conocen, pero que se convertirá en una pieza clave para detectar la enfermedad desde tu hogar.
Alzheimer: el síntoma que permite detectar la enfermedad de forma temprana
Un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Chicago sugiere que la pérdida del sentido del olfato podría ser una de las primeras señales del Alzheimer.
Según los especialistas, los cambios en la capacidad para percibir los olores durante la rutina diaria pueden evidenciar la enfermedad. Particularmente, en la ducha. Síntomas del Alzheimer.
De acuerdo al informe, el contacto con el agua intensifica las fragancias de productos como jabones, cremas o shampoo, por lo que, si existiera una dificultad para reconocer estos aromas, podría estar vinculado con un deterioro a causa del Alzheimer.
Esto se debe a que dicha afección perjudica zonas cerebrales como el hipocampo y la corteza entorrinal, responsables del procesamiento de recuerdos y experiencias sensoriales. No obstante, los síntomas no siempre siguen un mismo patrón, ya que pueden variar de una persona a otra.
¿Por qué es importante una detección temprana del Alzheimer?
La autora del estudio, Rachel Pacyna, remarcó la importancia de identificar síntomas en las personas de entre 40 y 60 años, para poder iniciar intervenciones médicas más efectivas y abrir nuevas líneas de investigación.
Este hallazgo científico propone una alternativa práctica y de bajo costo para el monitoreo de una posible afección neurológica: prestar atención a la capacidad de oler durante actividades cotidianas.
En este marco, los científicos creen que la pérdida de olfato podría convertirse en una herramienta clave para el diagnóstico precoz del Alzheimer.