Allanan una droguería en Rosario por las muertes asociadas al fentanilo contaminado
Es la primera medida dictada por el juzgado federal de La Plata, en el que recayó la denuncia penal formulada por la Anmat, a principios de esta semana
La Justicia ordenó el allanamiento de una droguería en la ciudad de Rosario en la investigación para determinar responsabilidades por un brote de neumonía asociado con el uso de fentanilo contaminado en unidades de terapia intensiva.
Es la primera medida dictada por el juzgado federal de La Plata en el que recayó la denuncia penal formulada por la Anmat a principios de esta semana. Ayer, representantes legales del organismo regulatorio ratificaron el contenido de la presentación realizada el lunes pasado ante la División de Delitos contra la Salud Pública de la Policía Federal, como viene dando cuenta LA NACION.
El allanamiento se está llevando a cabo en este momento en la Droguería Nueva Era, de Rosario, donde el Hospital Italiano de La Plata compró el producto inyectable del laboratorio HLB Pharma Group S.A. La investigación epidemiológica sobre el brote en ese hospital que alcanzó a 18 pacientes, de los que nueve fallecieron, activó la alerta sobre un lote de ampollas inyectables de la droga de esa marca.
A la par, la justicia federal ordenó allanamientos, que también se estarían haciendo en estos momentos, en el laboratorio HLB Pharma, en San Isidro, y Laboratorios Ramallo, en el Parque Industrial Camirsa, en esa localidad bonaerense.
Son clientes también de la Droguería Nueva Era los ministerios de Salud de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Formosa, Santa Fe, Neuquén y San Luis, PAMI y los municipios de Esteban Echeverría y Rosario, entre otros.
El caso
Son nueve los pacientes que murieron en el brote de infecciones invasivas graves asociadas con el uso de fentanilo contaminado, elaborado en una planta de la localidad de Ramallo, en la provincia de Buenos Aires, sin buenas prácticas de manufactura y para un laboratorio con sucesivas prohibiciones de comercialización.
La semana pasada, la Anmat había alertado a los centros de salud del país sobre un lote de ampollas de fentanilo asociado a un brote de neumonía en la unidad de terapia intensiva del mencionado centro privado de La Plata. Los 18 pacientes afectados, de los cuales nueve murieron, habían recibido dosis de un mismo lote de ese potente analgésico, según surgió de la información aportada por el centro de atención.
El organismo regulatorio dispuso la inhibición del laboratorio HLB Pharma Group, que comercializaba el inyectable, y de Laboratorios Ramallo, que elaboraba en su planta productos para HLB que no estaban autorizados. Recién con la muerte de nueve personas, la sanción publicada anteayer en el Boletín Oficial prohibió “el uso, la distribución y la comercialización” en todo el país de “todos los productos registrados a nombre de HLB Pharma”, con sede en la localidad bonaerense de San Isidro.
Información de la investigación en curso indica que se habría detectado en las ampollas de fentanilo contaminación con las bacterias Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae productora de metalobetalactamasa (MBL). Ambas estaban presentes en las muestras tomadas a los pacientes de La Plata y en dos casos que se investigan en Rosario, Santa Fe. En el Instituto Malbrán se están cotejando todas las muestras.
Los 18 pacientes que activaron las alertas estaban internados en terapia intensiva del Hospital Italiano de La Plata. Empezaron con fiebre por la presencia de las bacterias en sangre (bacteriemia) e hipotensión. La mitad falleció. La infección invasiva generó un shock séptico que terminó siendo fatal.
Laboratorios en la mira
La suerte de HLB Pharma Group SA y Laboratorios Ramallo era, desde el jueves pasado, tema de conversación en ese círculo. Ese día, la Anmat había emitido una alerta para que en hospitales, clínicas y sanatorios no utilizaran, si estaba en su stock, uno de los lotes de fentanilo producido por HLB en diciembre pasado, con vencimiento en septiembre de 2026. Especialistas en farmacovigilancia se preguntaban todavía cómo una bacteria intrahospitalaria como Klebsiella pneumoniae estaba en la línea de producción de una planta farmacéutica.
Ariel García Furfaro, dueño de HLB Pharma, adquirió el laboratorio en 2017 a quien había bautizado la empresa con las iniciales de su nombre: Hernán López Bernabó. En 2014, la firma había entrado en convocatoria de acreedores y, al tiempo, un allegado acercó a un interesado que prometía “levantar todas las deudas”, según relataron a LA NACION testigos de esa transacción. López Bernabó, con sus otros dos socios, le cedió las acciones y García Furfaro se comprometió a abonar US$1 millón en cuotas, más un equivalente a unos US$3 millones de las deudas con acreedores, además de abonar los salarios del personal. El acuerdo incluía la transferencia a López Bernabó de los automóviles a nombre de HLB Pharma y un terreno frente al laboratorio, ubicado en Av. Tomkinson 2054, San Isidro.
El comprador tenía como antecedente en el rubro la compra del Laboratorio Apolo, al sur de Rosario, en Santa Fe. En 2016, el edificio explotó y destruyó casas vecinas. Al año siguiente, abonó la compra de un segundo laboratorio con 11 cheques por distintos montos a nombre de Droguería ABC1, ubicada en Yerbal 1021, barrio de Caballito, de acuerdo con los documentos a los que accedió LA NACION.
“Un día, se comunicó para decir que acababa de denunciar esos cheques como robados y que se los llevaran para cambiarlos por otros, lo que nunca hizo”, repasó una fuente que intervino en la investigación que se abrió por una denuncia penal por estafa contra García Furfaro. Esa causa está, hoy, en la Cámara de Casación a la espera un pronunciamiento y la apertura a juicio oral.
Cuando García Furfaro modificó la composición del directorio de HLB Pharma, designó en los principales cargos a Olga Luisa Arena y Nilda Furfaro, que serían su abuela y su madre. Recién en 2021, el abogado de López Bernabó formalizó una denuncia por estafa. El juzgado en lo Criminal y Correccional nacional interviniente dictó el sobreseimiento por ausencia de delito. En una segunda instancia, con un recurso de apelación, se ordenó al juzgado avanzar con la investigación y procesó a García Furfaro. La medida fue ratificada en segunda instancia y la causa se elevó a juicio oral en 2023. El tribunal oral interviniente argumentó que la querella no podía sostener la acusación, sobreseyó al imputado y ordenó archivar la causa. El caso está, ahora, a la espera de que la Cámara de Casación se exprese y llame a juicio oral. En paralelo, pesa sobre García Furfaro una inhibición general de bienes por el procesamiento.
Laboratorio Ramallo
En el Laboratorio Ramallo, donde se elaboraban sin autorización productos que se comercializaban con la etiqueta de HLB Pharma, desembarcó antes que en la firma de López Bernabó. Ahí es socio de Jorge Salinas. En el sector y en centros de salud que adquirían sus productos relatan aún que “vendían suero caliente. El suero hay que enfriarlo para saber si la bolsa efectivamente está esterilizada”.
Casos como este, de malas prácticas, fueron parte de denuncias de farmacovigilancia que llegaron a la Anmat estos años. Este lunes, los investigadores que llegaron a la planta de Ramallo se encontraron con las irregularidades en las que venían produciendo los socios e introduciendo medicamentos al circuito hospitalario sin controles ni autorizaciones. En las etiquetas, imprimían números de registros de especialidades medicinales en la Anmat que correspondían a una firma clausurada desde 2015, Surar Pharma, que también producía ampollas y otros productos de uso hospitalario de manera irregular.