Veneno de Donny Cates Parte 8: Final
Tras ocho meses dedicados a repasar la etapa de Donny Cates al frente de Veneno hemos alcanzado el final del camino.



Edición original: Venom #31-35 y King in Black #1-5 (Marvel Comics, 2021)
Edición nacional/España: Marvel Premiere. Veneno 9: Rey de Negro y Veneno 10: El Trono del Rey (Panini Cómics, 2024)
Guion: Donny Cates y Philip Kennedy Johnson.
Dibujo: Iban Coello, Ryan Stegman, Kev Walker, Danilo Beyruth, Ron Lim, Guiu Vilanova, Gerardo Sandoval, Mark Bagley.
Entintado: Iban Coello, JP Mayer, Ryan Stegman, Jay Leisten, Kev Walker, Danilo Beyruth, Scott Hanna, Guiu Vilanova, Gerardo Sandoval, Victor Nava, John Dell.
Color: Jesus Aburtov, Frank Martin, Chris O’Halloran, Jim Campbell, Matt Milla, Alex Sinclair, Chris Sotomayor, Richard Isanove.
Formato: Rústica. 160-192 páginas. 13-15,50 €
EL FINAL DEL CAMINO
«Ha llegado, ¿verdad?»
Tras ocho meses dedicados a repasar la etapa de Donny Cates al frente de Veneno hemos alcanzado el final del camino, la profetizada llegada de Knull a la Tierra ya está aquí y todos los héroes deben unirse para hacerle frente y frenar su avance hacia sumir el mundo en la oscuridad. Rey de Negro es un evento Marvel que sigue en gran medida la fórmula de otros eventos modernos, con unas páginas repletas de personajes y acompañados de una larga hilera de tie-ins con contribuciones mayores o menores. Es una miniserie que se publicó en un instante en el que la Casa de las Ideas aprovechaba el tirón de sus series más populares para que su gran colofón final sirviera como un gran evento editorial, es el caso de Thor de Aaron con Guerra de los Reinos o el primer volumen de Daredevil de Zdarsky con El Reinado del Diablo.
EL EVENTO
En esta ocasión quiero empezar hablando del arte de esta miniserie, Ryan Stegman es una pieza fundamental de la etapa que junto a JP Mayer y Frank Martin definieron el aspecto visual de esta era del personaje desde su inicio. Los colores saturados y tonos oscuros, acompañados por unas tintas muy expresivas, elevan la intensidad de todas las secuencias plasmadas por los lápices de Stegman, desde conversaciones en un salón hasta batallas multitudinarias en mitad de una ciudad sumida en el caos. Desde las primeras páginas del evento el equipo artístico deja claro la escala y magnitud a la que apuntan y se nota que el artista estadounidense disfruta de la oportunidad de dibujar a gran parte del catálogo de personajes de Marvel. Es cierto que algunas viñetas se resienten por el tiempo dedicado a plasmar los grandes momentos que caracterizan a este tipo de historias, pero su cantidad y calidad para el espectáculo lo justifican con creces.
En cuanto al guion, las sensaciones son más agridulces. Cates había estado construyendo el camino hacia este momento durante tres años y aún así el resultado no se siente completamente realizado. Eddie Brock queda relegado a un segundo plano durante el nudo de la historia y le vemos una vez más separado de Dylan, cuando su relación es sin duda el núcleo emotivo de la serie. Los personajes están bien caracterizados y varios de ellos tienen oportunidad de destacar como El Vigía, Capitán América y en especial una muy buena representación de Spiderman. La trama en sí es el aspecto más flojo, a Cates le cuesta desarrollar sus ideas y los sucesos que hacen que avance la historia y en más de una ocasión el personaje que la narrativa necesita en un sitio concreto sencillamente aparece allí cuando le toca. Además, todo el conjunto guarda muchas similitudes con la estructura y premisa del otro gran evento de la etapa Matanza Absoluta, en el que ya teníamos a un gran número de inocentes y héroes siendo ‘venomizados’ y controlados por el antagonista.
EL FINAL DE LA SERIE
En los últimos números de este volumen de la serie regular contamos con el arte de Iban Coello, el otro gran artista de esta etapa junto a Stegman. El español está excelso, personalmente pienso que su trabajo en esta cabecera es probablemente lo mejor que hemos visto de él en Marvel. Los colores de Jesus Aburtov le sientan muy bien a los lápices del español y el dibujo tiene un acabado muy limpio y consistente. Aquí, Coello tiene la oportunidad de mostrar su versatilidad en una historia que va escalando progresivamente en intensidad aunque no está a la altura del apartado artístico.
De nuevo es el guion la parte de la obra con más aspectos de calidad dudosa. En el centro de estos números encontramos una reflexión acerca del personaje de Eddie Brock que retoma elementos que fueron introducidos en el primer número de la serie. Cates pinta a Eddie como un personaje con miedo a estar solo, y lo conecta de forma efectiva con la historia de Knull y la mente colmena de los simbiontes. Sin embargo, y al igual que con la miniserie principal del evento los problemas aparecen en el desarrollo de la trama, gran parte de las páginas y diálogos de estos cómics están dedicados a exponer y explicar lo que está ocurriendo y el funcionamiento de los diferentes elementos sobrenaturales que los protagonistas encuentran pero todos los conflictos se resuelven por la mágica aparición de una solución o por la trama decidiendo que ha llegado el momento de cambiar de escena. En definitiva, el flujo narrativo es poco satisfactorio.
NÚMERO 200 Y CONCLUSIÓN
La etapa llega a su fin con un especial celebrando los 200 números de Veneno está escrito principalmente por Cates y además por Phillip Kennedy Johnson y nos muestra las consecuencias del evento. A lo largo de la serie la tesis de Cates con respecto al personaje de Eddie Brock es que es el hombre de las infinitas segundas oportunidades, la parte más dulce de este final es que Eddie ha recibido una nueva oportunidad en su vida, la de nunca estar solo, pasarla junto a Dylan siendo su padre. Sin embargo, el final deja ver que tendrá que esforzarse para asegurarse de aprovecharla.
Como conjunto, es innegable el mérito de la etapa en llevar a Veneno al mayor escenario dentro de la editorial. Más allá de eso, la serie ha dejado pasar unas cuantas ideas desaprovechadas, en especial Dylan. Dylan representa de alguna manera el legado de la serie, es uno de sus elementos que más va a perdurar y a pesar de esto y de su importancia a la hora de la verdad ha sido dejado de lado con frecuencia. Es como si Cates al igual que Eddie tuviera miedo de explorar realmente esa relación padre-hijo. Después de un primer arco excelente y otros bastante buenos la serie se desinfla, en concreto después del cruce de Matanza Absoluta. Los arcos de Isla Veneno, Al Otro Lado y los cruces con Rey de Negro están lejos del nivel de calidad de los primeros arcos argumentales. El autor y su obra parecen avanzar habiendo perdido la dirección y las historias parecen existir para hacer tiempo antes del enfrentamiento final con Knull.
Aunque irregular, se trata de una etapa que es y va a ser muy influyente para el personaje. Aunque la visión de Cates con el Hacedor no se viera realizada hoy estamos viendo los frutos de las semillas que el plantó en esta serie, el último videojuego de Spiderman toma múltiples elementos que nacen en estas páginas (y por los que no se acredita a ninguno de los autores) y en la última película protagonizada por Veneno tenemos la oportunidad de ver a Knull en la gran pantalla. Después de este final, como siempre para Eddie Brock, vino un nuevo inicio esta vez de la mano de Al Ewing y Ram V en una andadura que aún dura hasta nuestros días y que puede que sea la siguiente que repasemos.
Lo mejor
• El núcleo más íntimo de la etapa.
• El arte tanto de Stegman como de Coello.
Lo peor
• Hay muchas oportunidades desaprovechadas.