Qué es el yoga restaurativo y cómo es capaz de aliviar el estrés y ansiedad al instante

Imagina hacer una clase de yoga, pero como nunca. Donde todo es mucho más pausado, más lento, donde se siente más y se deja todo a un lado para centrarse en el aquí y el ahora. Es decir, conseguir esa sensación de bienestar que muchas ansían cada vez que practican esta disciplina. Pues bien, este deporte se practica y se llama yoga restaurativo.

A diferencia de lo que pueda parecer, existen diferentes modalidades de yoga. Una de ellas, esta que vamos a descubrir a continuación, tiene por nombre yoga restaurativo, más suave y terapéutico que el convencional y diseñado para relajar el cuerpo, calmar la mente y restaurar el equilibrio del sistema nervioso. Su principal característica y diferencia del otro es que está formado por posturas pasivas y sostenidas durante varios minutos en el tiempo. No hay tanto movimiento, pero sí es más consciente.

Este entrenamiento tiene la capacidad de aliviar el estrés y reducir la ansiedad casi al instante. Además, existen posturas que puedes hacer fácilmente en casa para calmar la mente en esos momentos en los que sientes que todo te sobrepasa o cuando deseas liberar tensión. Y es que aquí se trata de alcanzar la relajación profunda, llevando la desconexión a otro nivel.

¿Qué es una clase de yoga restaurativo?

El yoga restaurativo es un tipo de yoga terapéutico cuya finalidad es el descanso del sistema nervioso: “Es una práctica suave y profundamente reconfortante que te invita a dejar ir el esfuerzo y sumergirte en una relajación total. A diferencia de las clases tradicionales, se apoya en el uso de mantas, cojines y bloques para sostener posturas pasivas durante períodos más largos. Esto permite que el cuerpo se abra, libere tensiones y active el sistema nervioso parasimpático, ese “modo de descanso” que calma el estrés y la ansiedad casi al instante”, cuenta Dalicer Cedeño, profesora de yoga de KO URBAN DETOX CENTER.

El principal objetivo de esta disciplina es que el cuerpo se relaje, mientras que el yoga convencional se centra en secuencias dinámicas, fortaleciendo y estirando el cuerpo a través de posturas que implican movimiento continuo. Generalmente, se realiza sin apoyos adicionales, confiando en la fuerza y flexibilidad propias. Aquí, en cambio, los puntos de apoyo son fundamentales: “Se utilizan accesorios (mantas, bloques, almohadas, cintas) para que puedas relajarte completamente en cada postura sin tener que esforzarte, lo que facilita un estado de calma interior”, cuenta Dalicer.

El yoga restaurativo es apto para todas las mujeres, especialmente para aquellas que sufren estrés, insomnio o tienen problemas de ansiedad. Un ejercicio que se centra en el bienestar y en alcanzar ese estado de paz a través de movimientos guiados y continuados en el tiempo.

¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de belleza, moda y estilo de vida? Apúntate a nuestra Newsletter.