Pedro Sánchez: un león en las calles

Hay películas que sin proponérselo acaban retratando realidades muy concretas. Un león en las calles cuenta la historia de Hank Martin, un personaje carismático que, con su verbo fácil y su instinto de vendedor, logra ascender en la   política prometiendo un futuro mejor a los más desfavorecidos. Pero bajo esa fachada seductora se esconde un … Continuar leyendo "Pedro Sánchez: un león en las calles"

May 15, 2025 - 21:06
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Pedro Sánchez: un león en las calles

Hay películas que sin proponérselo acaban retratando realidades muy concretas. Un león en las calles cuenta la historia de Hank Martin, un personaje carismático que, con su verbo fácil y su instinto de vendedor, logra ascender en la   política prometiendo un futuro mejor a los más desfavorecidos. Pero bajo esa fachada seductora se esconde un manipulador ambicioso que está dispuesto a todo con tal de alcanzar y conservar el poder. La similitud con Pedro Sánchez es difícil de ignorar.

Como Hank Martin, Sánchez ha construido una imagen basada en la cercanía con el pueblo y un discurso emocional, perfectamente calculado para generar simpatía y adhesión. Utiliza la palabra como su principal herramienta, promete soluciones a todos los problemas y se presenta como el defensor de los más débiles. Sin embargo, la realidad muestra otra cara: la de un dirigente dispuesto a aliarse con quienes quieren debilitar el Estado, pactar con quienes no creen en la nación y gobernar mediante concesiones peligrosas para mantenerse en La Moncloa.

En la película, el protagonista no tarda en mostrar su verdadero rostro. Usa el poder no para servir, sino para servirse. En España, hemos visto un camino similar: reformas legales a medida, ataques velados a jueces, desprecio a la oposición legítima y una tendencia preocupante a dividir a la sociedad en bloques enfrentados. La política se ha convertido en un escenario de propaganda, donde el control del relato importa más que la solución de los problemas reales.

Pedro Sánchez ha demostrado una habilidad especial para sobrevivir políticamente, incluso a costa de renunciar a principios fundamentales. Lo hemos visto cambiar de posición sin rubor, desde el «no es no» hasta pactos con partidos que niegan la unidad nacional. Como Hank Martin, prefiere ganar elecciones a cualquier precio antes que respetar límites éticos o institucionales. La prioridad no es el país, sino él mismo.

Lo más preocupante no es sólo su ambición personal, sino la forma en que logra seducir a parte del electorado con un relato emotivo que oculta la realidad. En Un león en las calles, el protagonista promete esperanza mientras siembra el caos. En nuestro país, se habla de progreso mientras se desmantelan los pilares sobre los que se ha construido la convivencia: la ley, la igualdad entre territorios, la separación de poderes.

Al igual que en la película, la historia enseña que los líderes que gobiernan desde el engaño y el personalismo terminan siendo desenmascarados. La mentira tiene recorrido, pero no es eterna. España necesita un rumbo firme, con liderazgo basado en principios, no en estrategias de comunicación. No se puede construir futuro desde el oportunismo.

Por eso es fundamental que los españoles despierten y dejen de dejarse engañar por el brillo superficial del carisma vacío. Un liderazgo que se apoya en la propaganda, el revisionismo histórico y las alianzas contra natura no puede garantizar ni estabilidad ni democracia real. Pedro Sánchez, como el personaje de Un león en las calles, ha demostrado que está dispuesto a todo para seguir en el poder. Pero España merece más: merece verdad, responsabilidad y respeto por su unidad.

  • David Gil es portavoz adjunto de Vox en el Consell de Mallorca.