Ni pastillas ni meditación: la solución definitiva para dormir por la noche, según expertos
Una especialista en sueño reveló la clave para alcanzar un sueño profundo. sociedad argentina de sueño

Según un estudio reciente del Observatorio de Psicología Social de la Universidad de Buenos Aires, el 60% de los argentinos enfrentan dificultades para dormir. Entre ellos se incluyen quienes padecen insomnio, trastornos del sueño o simplemente duermen menos horas de las necesarias.
En este contexto preocupante, una médica española especializada en Medicina del Sueño compartió en redes sociales una solución natural, simple y accesible para lograr un buen descanso nocturno, sin necesidad de medicamentos ni técnicas de meditación.
¿Cuál es la solución definitiva para conciliar el sueño?
A través de su cuenta de TikTok, la doctora especialista en sueño Alba García Aragón recomendó el uso de tapones auditivos como una alternativa efectiva para mejorar la calidad del sueño. Esta opción, económica y de fácil acceso, puede ser especialmente útil para quienes se despiertan con facilidad o viven en entornos ruidosos.
Sin embargo, la experta advierte que no todos los tapones para los oídos ofrecen el mismo nivel de protección y comodidad. A continuación, detalla las diferencias entre los tipos más comunes:
- Tapones de espuma: son los más populares por su bajo costo, pero su eficacia es limitada. "Son baratos, pero no sellan bien y pueden salirse", señala Alba.
- Tapones reutilizables de silicona: ofrecen una mayor durabilidad, aunque requieren una higiene rigurosa para evitar infecciones. "Son más incómodos y si no los limpias bien se pueden acumular bastantes bacterias", advierte la doctora.
- Tapones de cera moldeable: son los preferidos por la especialista. "Son cómodos, seguros y además perfectos para utilizar en entornos ruidosos o cuando tenemos un sueño ligero. Lo ideal es cambiarlos cada tres o cinco días. Recuerda no empujarlos demasiado ni introducirlos en el canal", recomienda.
Dormir mal: ¿cómo impacta en la salud?
El insomnio crónico puede tener consecuencias severas tanto a nivel mental como físico. Diversos estudios señalan que la falta de sueño eleva los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede derivar en ansiedad, irritabilidad y depresión.
Además, durante el descanso nocturno, el cerebro consolida recuerdos y procesa información, por lo que dormir mal repercute negativamente en la memoria y la concentración.
En el plano físico, la reparación celular y la regeneración de tejidos también se ven afectadas. A pesar de estos riesgos, los especialistas aclaran que no es necesario alarmarse por una noche aislada de mal descanso.
El sueño cuenta con una capacidad autoreguladora. Esto significa que, si una noche es deficiente, es probable que la siguiente sea mejor, siempre que se respete una rutina regular y se eviten errores comunes como tomar siestas largas o acostarse demasiado temprano.