¿Vuelve La Niña en 2025? Esto es lo que advierte la NOAA sobre el clima global
El clima global parece estar en una pausa… pero no por mucho tiempo. Aunque actualmente atravesamos condiciones ENSO-neutrales —ni El Niño ni La Niña dominan el escenario climático—, los expertos ya están lanzando alertas: La Niña podría regresar entre noviembre de 2025 y enero de 2026, con consecuencias que podrían sentirse desde las cosechas hasta […]

El clima global parece estar en una pausa… pero no por mucho tiempo. Aunque actualmente atravesamos condiciones ENSO-neutrales —ni El Niño ni La Niña dominan el escenario climático—, los expertos ya están lanzando alertas: La Niña podría regresar entre noviembre de 2025 y enero de 2026, con consecuencias que podrían sentirse desde las cosechas hasta los huracanes.
¿Cuándo podría regresar La Niña?
De acuerdo con las últimas proyecciones del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) y el conjunto de modelos climáticos de América del Norte, hay un 74% de probabilidad de que el estado neutro se mantenga durante el verano (junio-agosto) en el hemisferio norte. Este porcentaje baja ligeramente en los meses siguientes, pero todavía supera el 50% hasta octubre de 2025.
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Sin embargo, el panorama cambia drásticamente al cerrar el año. Entre noviembre de 2025 y enero de 2026, las probabilidades se dividen: 46% de continuar con condiciones neutrales, 41% de transición hacia La Niña, y menos del 15% de regreso a El Niño. Es decir, La Niña podría regresar silenciosamente al escenario climático mundial en cuestión de meses.
La importancia de la La Niña
La Niña no es solo un nombre curioso. Es un fenómeno meteorológico que se manifiesta por temperaturas oceánicas más frías de lo normal en el Pacífico ecuatorial central y oriental. Y sus efectos se sienten en todo el planeta.
En Estados Unidos, por ejemplo, suele provocar inviernos más fríos en el noroeste y más cálidos en el sureste. En América Latina, puede intensificar la temporada de huracanes en el Atlántico, agravar sequías en el Cono Sur y modificar patrones de lluvia que afectan directamente la agricultura y los ecosistemas.
Además, en latitudes tropicales, La Niña tiende a generar un aumento en las precipitaciones en regiones del sudeste asiático, mientras que en otras zonas puede inhibir la formación de nubes, generando sequías severas.
¿Qué significa que estamos en condiciones ENSO-neutrales?
El sistema climático del planeta está fuertemente influido por el fenómeno ENSO (El Niño–Oscilación del Sur), un ciclo natural que alterna entre tres fases: El Niño, La Niña y la fase neutral. En abril de 2025, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) confirmó que estamos justo en esa tercera etapa: las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial están cerca del promedio, los vientos alisios soplan con relativa normalidad y no hay señales claras de un evento activo.
Los llamados índices de El Niño —que miden cuánto se desvía la temperatura del mar respecto al promedio— se han mantenido casi en cero, oscilando entre -0.2 °C y +0.1 °C. Además, las aguas más profundas del Pacífico occidental sí muestran algunos focos cálidos, pero no lo suficiente como para hablar de un evento inminente.
¿Qué está pasando en la atmósfera?
La atmósfera también parece estar en “modo neutro”. Los patrones de viento en los niveles bajos y altos de la atmósfera son estables, sin grandes anomalías. Sin embargo, algo interesante está ocurriendo con la actividad convectiva, es decir, la formación de nubes y lluvias. Aunque hay menos actividad cerca de la Línea de Cambio de Fecha, ha aumentado en zonas como Indonesia, una señal de que algo se está moviendo bajo la superficie y merece atención.
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Lo que sigue
La NOAA publicará su próxima actualización climática el 12 de junio de 2025, y los meteorólogos de todo el mundo estarán atentos a los mínimos cambios en el océano Pacífico que puedan indicar un giro hacia La Niña.
Mientras tanto, se recomienda al público —en especial a quienes trabajan en agricultura, gestión de recursos hídricos y protección civil— seguir de cerca las actualizaciones del Climate Prediction Center de la NOAA. Una transición hacia La Niña no solo cambiaría el clima… también podría alterar el curso de nuestras cosechas, las lluvias y hasta la temporada de incendios forestales.