¿El gusano barrenador puede contaminar la carne? Lo que sabemos de este parásito
Después de dos décadas de control sanitario, el gusano barrenador ha reaparecido en México. Aunque este parásito representa un riesgo grave para la salud animal, especialistas aclaran que no afecta la seguridad de la carne que consumimos. No obstante, sigue representando un riesgo para la salud humana. ¿Qué es el gusano barrenador? El gusano barrenador […]

Después de dos décadas de control sanitario, el gusano barrenador ha reaparecido en México. Aunque este parásito representa un riesgo grave para la salud animal, especialistas aclaran que no afecta la seguridad de la carne que consumimos. No obstante, sigue representando un riesgo para la salud humana.
¿Qué es el gusano barrenador?
El gusano barrenador del ganado es la larva de la mosca Cochliomyia hominivorax, una especie de color verde metálico que deposita sus huevos en heridas abiertas o cavidades húmedas de animales de sangre caliente. Cuando los huevos eclosionan, las larvas penetran en el tejido vivo y comienzan a alimentarse de carne, causando una enfermedad conocida como miasis.
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A diferencia de otros parásitos que se alojan en el sistema digestivo, el gusano barrenador invade directamente órganos como el hígado o el corazón. Esto lo hace especialmente peligroso para el ganado, ya que puede causar infecciones severas, deterioro sistémico e incluso la muerte si no se detecta y trata a tiempo.
¿Puede contaminar la carne de consumo?
Una de las principales inquietudes es si este parásito puede llegar hasta la carne que llega al consumidor. La respuesta es no. “El consumo de carne no implica ningún riesgo. Los animales infectados mueren antes de llegar al rastro. El problema es sanitario, no alimentario”, explica Gabriela Corral, técnica auditora de carne Angus y docente de la Facultad de Zootecnia de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
El gusano barrenador solo sobrevive en tejido vivo, por lo que no prospera en carne muerta ni genera toxinas peligrosas para el consumo humano. Además, los controles sanitarios en rastros y plantas procesadoras están diseñados para detectar cualquier anomalía antes de que la carne llegue al mercado.
“Si llegara a detectarse una herida activa, se retiran las larvas, se manda a diagnóstico y, si se confirma, ese lote se retira. Pero la carne, una vez curada la herida, no representa ningún riesgo”, agrega Jordán Edgardo Bermúdez Casillas, coordinador estatal de Zoonosis de la Secretaría de Salud.
Casos recientes en humanos
A pesar de haber sido erradicado oficialmente de México en 2003, el gusano barrenador ha vuelto a aparecer. En 2025, la Secretaría de Salud confirmó dos casos de miasis humana en Chiapas.
- En Acacoyagua, una mujer de 77 años presentó larvas tras haber tenido contacto con animales infectados.
- En Tuzantán, un hombre de 50 años fue mordido por un perro y desarrolló una herida infectada donde posteriormente emergieron las larvas.
Ambos casos fueron atendidos por personal médico, que extrajo los parásitos de forma segura. La miasis humana sigue siendo poco común, pero representa un riesgo en zonas rurales con alta presencia de ganado y menor acceso a atención médica inmediata.
¿Por qué reapareció?
La reaparición del gusano barrenador está relacionada con la pérdida de estrategias de control implementadas en décadas anteriores. Durante los años 70 y 80, México erradicó al parásito gracias a campañas que incluían la liberación de moscas estériles, una técnica que interrumpía el ciclo reproductivo del insecto.
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“México dejó de producir la mosca estéril y la vigilancia sanitaria se debilitó. Hoy, el parásito reaparece por falta de controles y cercos entre estados”, advierte la parasitóloga María de la Luz Arévalo, de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
El brote actual de gusano barrenador también se ha vinculado a la entrada de ganado desde Centroamérica, en especial desde El Salvador y Nicaragua, donde el gusano no ha sido erradicado. Una vez dentro del país, ese ganado puede desplazarse sin la supervisión adecuada hacia regiones ganaderas del norte.
Afectaciones y medidas urgentes
De acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), hasta marzo de 2025 se han documentado más de 360 casos en animales en Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo. El impacto económico también es notable: Estados Unidos suspendió temporalmente la importación de ganado mexicano por riesgo sanitario.
Ante esta situación, expertos recomiendan retomar la estrategia de liberación de moscas estériles, fortalecer los cercos sanitarios, mejorar los protocolos de inspección y promover la capacitación de ganaderos.
Aunque su nombre genera temor y sus efectos en animales pueden ser devastadores, el gusano barrenador no representa un riesgo para la carne que llega al consumidor. El verdadero desafío es sanitario: proteger al ganado, evitar pérdidas económicas y contener un parásito que, si no se controla, puede extenderse con rapidez en condiciones ambientales favorables.