Luis Alberto de Cuenca, un clásico vivo, premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana

La concesión del Premio Reina Sofía a Luis Alberto de Cuenca reconoce a una de las obras y de las trayectorias más influyentes de la poesía en español. Él se ha definido a sí mismo, en feliz expresión tomada del cómic, como un poeta de línea clara . Frente a las oscuridades de tanta poesía del pasado siglo, De Cuenca busca hacer un pacto con el lector, emocionarlo, sentirlo cómplice. Los poemas que más lo definen establecen un juego entre la biografía y sus ficciones, entre la ciudad, sus boquitas pintadas y sus corazones solitarios. Es, por su puesto, un poeta urbano porque sabe que la ciudad, sus calles, sus plazas, sus bares, sus habitaciones guardan su memoria sentimental. A pesar del paso del tiempo, de los amigos que se fueron, de tantas nostalgias, De Cuenca es el poeta de la apuesta por vivir. Su mayor malditismo es apostar por una poesía llena de vida. Siempre hay en él un amor en el que refugiarse, un verano que nos pone en la pista algún paraíso. Su poesía primera tuvo el fulgor del culturalismo, pero su verdadera voz la encontró en 'La caja de plata'. Aparece ese poeta que bebe del pop, que dialoga con la cultura popular, que hace que la métrica tenga el aliento de este tiempo contemporáneo. Para de Cuenca, como podía decir Modiano, el presente es tan transparente que se ve desde él el pasado. Poeta de la memoria personal , es también un poeta de la memoria cultural, es decir su poesía es tan contemporánea que refleja toda esa herencia clásica grecorromana de que hace gala. Leerlo es ponerse en compañía de los clásicos. En sus últimos libros nos encontramos con su vertiente más meditativa, más elegíaca, sin dejarse perder nunca por el patetismo de los sentimientos. Es realmente emocionante leer esos poemas que están cada vez más viendo las pérdidas, las reflexiones que conlleva la edad, el amor que nunca pasa, el humor, y el homenaje a los libros y los autores que le han acompañado a lo largo de su vida. Narrativa, coloquial, íntima, sencilla, la poesía de Luis Alberto de Cuenca vuelve a reformular los grandes temas como la muerte, el deseo, la pasión, los paisajes y el tiempo. Pero como decíamos todo se convierte en un canto a la vida, a la magia de vivir, al milagro de ver y comprender el mundo. Una gran noticia sin duda la concesión del premio Reina Sofía de poesía a este alto y gran poeta. A este poeta siempre en estado de gracia, que sin duda quedará como una de las voces imprescindibles de este tiempo, una de las que mejor supo expresar todas nuestras encrucijadas sentimentales y que abrió la poesía en español al siglo XXI. Sí, porque Luis Alberto de Cuenca forma ya parte de las mejores páginas de nuestra poesía reciente, es un clásico vivo. Y sobre todo un poeta que encontró un estilo propio, una voz muy personal, y que con ellos ha fascinado a varias generaciones de lectores, desde aquellos que tienen más edad a los más jóvenes. Este premio viene a reconocer todo eso, esa huella que su poesía ha dejado en todo aquel que quiera comprender que nuestra sensibilidad puede encerrarse en un endecasílabo, en una atmósfera urbana si el que los escribe es Luis Alberto de Cuenca.

May 7, 2025 - 21:43
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Luis Alberto de Cuenca, un clásico vivo, premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
La concesión del Premio Reina Sofía a Luis Alberto de Cuenca reconoce a una de las obras y de las trayectorias más influyentes de la poesía en español. Él se ha definido a sí mismo, en feliz expresión tomada del cómic, como un poeta de línea clara . Frente a las oscuridades de tanta poesía del pasado siglo, De Cuenca busca hacer un pacto con el lector, emocionarlo, sentirlo cómplice. Los poemas que más lo definen establecen un juego entre la biografía y sus ficciones, entre la ciudad, sus boquitas pintadas y sus corazones solitarios. Es, por su puesto, un poeta urbano porque sabe que la ciudad, sus calles, sus plazas, sus bares, sus habitaciones guardan su memoria sentimental. A pesar del paso del tiempo, de los amigos que se fueron, de tantas nostalgias, De Cuenca es el poeta de la apuesta por vivir. Su mayor malditismo es apostar por una poesía llena de vida. Siempre hay en él un amor en el que refugiarse, un verano que nos pone en la pista algún paraíso. Su poesía primera tuvo el fulgor del culturalismo, pero su verdadera voz la encontró en 'La caja de plata'. Aparece ese poeta que bebe del pop, que dialoga con la cultura popular, que hace que la métrica tenga el aliento de este tiempo contemporáneo. Para de Cuenca, como podía decir Modiano, el presente es tan transparente que se ve desde él el pasado. Poeta de la memoria personal , es también un poeta de la memoria cultural, es decir su poesía es tan contemporánea que refleja toda esa herencia clásica grecorromana de que hace gala. Leerlo es ponerse en compañía de los clásicos. En sus últimos libros nos encontramos con su vertiente más meditativa, más elegíaca, sin dejarse perder nunca por el patetismo de los sentimientos. Es realmente emocionante leer esos poemas que están cada vez más viendo las pérdidas, las reflexiones que conlleva la edad, el amor que nunca pasa, el humor, y el homenaje a los libros y los autores que le han acompañado a lo largo de su vida. Narrativa, coloquial, íntima, sencilla, la poesía de Luis Alberto de Cuenca vuelve a reformular los grandes temas como la muerte, el deseo, la pasión, los paisajes y el tiempo. Pero como decíamos todo se convierte en un canto a la vida, a la magia de vivir, al milagro de ver y comprender el mundo. Una gran noticia sin duda la concesión del premio Reina Sofía de poesía a este alto y gran poeta. A este poeta siempre en estado de gracia, que sin duda quedará como una de las voces imprescindibles de este tiempo, una de las que mejor supo expresar todas nuestras encrucijadas sentimentales y que abrió la poesía en español al siglo XXI. Sí, porque Luis Alberto de Cuenca forma ya parte de las mejores páginas de nuestra poesía reciente, es un clásico vivo. Y sobre todo un poeta que encontró un estilo propio, una voz muy personal, y que con ellos ha fascinado a varias generaciones de lectores, desde aquellos que tienen más edad a los más jóvenes. Este premio viene a reconocer todo eso, esa huella que su poesía ha dejado en todo aquel que quiera comprender que nuestra sensibilidad puede encerrarse en un endecasílabo, en una atmósfera urbana si el que los escribe es Luis Alberto de Cuenca.