Los datos de la guerra más mortífera: 49 millones de civiles, como si toda España muriera en cinco años
Nunca antes ni después una guerra había sido tan destructiva ni se había cobrado tantas víctimas civiles y militares

Imaginen que toda la población actual de España muere de forma violenta o sufriendo penalidades antes del año 2030. Ese es el balance de bajas civiles de la Segunda Guerra Mundial, la guerra más mortífera de la historia. Este jueves se celebra el 80 aniversario de la rendición alemana, tras el suicidio de Adolf Hitler en el búnker de la cancillería de Berlín una semana antes. Tras casi seis años de combate, el conflicto concluía en suelo europeo, mientras que en el Pacífico se alargaba hasta agosto, con la traca final del lanzamiento de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
«Las aceras, que antes estaban flanqueadas por vitrinas que contenían los últimos diseños del mundo de la moda en sombreros,zapatos y adornos, y en las que se extendían cafés al aire libre con mesas y sillas de colores bajo sombrillas a rayas, ahora estaban desfiguradas por pilas de 3 metros de altura de escombros, ladrillos y chatarra.", esta es la descripción del Berlín de la posguerra de Wilfred Byford-Jones, oficial británico del estado mayor del mariscal de campo Montgomery. Su texto, publicado en el libro 'Berlin Twilight' continuaba detallando las súplicas desesperadas de los berlineses: "En los árboles que bordeaban las aceras había miles y miles de pequeñas tarjetas y sobres con mensajes desesperados escritos a lápiz, tinta o máquina de escribir, algunos adornados con un burdo dibujo, pidiendo a la gente que cambiara artículos de lujo por algo que se pudiera comer o vestir, o solicitando trabajo de cualquier tipo, u ofreciendo matrimonio, compañía y relaciones más dudosas".
Nunca antes ni después una guerra había sido tan destructiva ni se había cobrado tantas víctimas civiles y militares. Nunca antes se había esclavizado a tanta población y nunca antes se había abusado y asesinado a tantos civiles. Por fortuna, hasta el momento ningún otro conflicto se ha acercado a la barbarie de la guerra total de la Segunda Guerra Mundial.
Hiroshima después de la bomba atómica.
75 millones de muertos
El conflicto representó un abismo sin precedentes en la historia humana: una vorágine de destrucción que se cobró la vida de más de 75 millones de personas, lo que equivalía aproximadamente al 3,5 % de la población mundial de entonces. Para ponerlo en perspectiva, durante la Primera Guerra Mundial —el mayor conflicto hasta ese momento— murieron unos 20 millones, divididos entre 11 millones de soldados y 9 millones de civiles.
La Segunda Guerra Mundial fue una guerra total, en la que la línea entre el frente y el hogar quedó completamente disuelta. La maquinaria bélica operó a escala planetaria: desde los paisajes devastados de Europa hasta las ciudades arrasadas en Asia, las pérdidas humanas y materiales desbordaron cualquier escala anterior. Uno de los rasgos más estremecedores fue el número de civiles muertos: más de 49 millones, frente a 26 millones de militares, lo que significa que dos de cada tres víctimas fueron civiles.
En ciertos países, la desproporción entre bajas militares y civiles alcanza cifras espeluznantes. En Polonia, donde el régimen nazi instaló buena parte de su red de campos de exterminio, el 96,3 % de las víctimas fueron civiles. Entre las grandes potencias beligerantes, China sufrió un 80 % de muertos civiles, la Unión Soviética más de un 55 %, y el Tercer Reich alcanzó el 38,1 %. En Japón, el porcentaje de civiles muertos fue del 23,77 %, y en el Reino Unido, del 16,8 %.
Esta tendencia se repite en muchos países europeos: Hungría, Yugoslavia, Grecia, Francia, los Países Bajos, Bélgica y Noruega contabilizaron más muertes civiles que militares, revelando el carácter total y profundamente destructivo del conflicto.
Cremación de cadáveres en Auschwitz, una de las pocas fotografías que existen del campo en funcionamiento.
Continente sin hogar
Se calcula que 25 millones de soviéticos (lo que representaba el 14,3 % de la población), 20 millones de alemanes (30 %) y 22 millones de japoneses (29 %) perdieron sus hogares durante la Segunda Guerra Mundial. En términos de destrucción urbana, las ciudades alemanas fueron las más devastadas del conflicto. Los bombardeos masivos llevados a cabo por las fuerzas británicas y estadounidenses redujeron a escombros aproximadamente 3,6 millones de viviendas en Alemania, lo que equivale a una de cada cinco residencias del país. Para comparar, en el Reino Unido se destruyeron unas 202.000 viviendas, alrededor del 1,5 % del total. Esta diferencia ilustra una devastación alemana dieciocho veces mayor que la sufrida por los británicos. En Francia, los daños también fueron significativos: un 4,5 % de las viviendas quedaron totalmente destruidas y un 13,5 % resultaron dañadas. En conjunto, esto significó que cerca de cinco millones de franceses quedaron sin hogar.
Entre las ciudades alemanas con más de medio millón de habitantes, algunas sufrieron niveles de destrucción particularmente extremos. Hamburgo fue la más castigada, con el 75 % de sus edificios arrasados. Le siguieron Düsseldorf con un 64 %, Colonia con un 61 %, Dresde con un 59 %, Fráncfort con un 52 %, Múnich con un 42 % y Berlín, con un 33 %, según datos de la Unidad de Estudios sobre Bombardeos Británicos.
Bandera roja sobre el Reichstag. Berlín, mayo de 1945.