La violencia en Sinaloa sólo vino a exhibir carencias de Rocha Moya
Culiacán, Sin., Pascual Rodríguez Payán no debería ser mencionado en esta ni en ninguna nota periodística. Entre otras cosas, porque fue un maestro rural que “tenía vocación humana y apostolado”, “contaba con una inestimable fibra humana, era solidario y muy servicial”, y porque en una comunidad de la sierra de Sinaloa buscó que niños y jóvenes no tuvieran como único horizonte las filas del narcotráfico.
