La retribución flexible emerge como factor por explotar para las pequeñas empresas
El sistema, al que solo tienen acceso el 43% de los trabajadores, permite a las firmas diferenciarse de competidores que no ofrecen estos beneficios con el objetivo de captar profesionales

La mitad de los españoles que no están satisfechos con su salario están dispuestos a quedarse por la compensación que les supone los beneficios que ofrece la empresa, entre ellos, la retribución flexible. Sin embargo, se trata de una ventaja a la que tan solo tienen acceso el 43% de los trabajadores, la mayoría de ellos de grandes empresas y corporaciones, siendo las microempresas las que se mantienen a la cola en la implementación de este sistema, según el reciente estudio elaborado por Edenred, plataforma digital multisolución especializada en ‘employee engagement’ y beneficios sociales, junto con Savia, asesores con soluciones de salud y bienestar de Mapfre.
En concreto, la retribución flexible implica un ahorro directo para los asalariados, ya que permite usar parte del salario bruto para pagar ciertos gastos en servicios o productos derivados del trabajo sin tributar por ellos, es decir, adquirir bienes exentos de IRPF. Un ejemplo de ello puede ser el gasto en transporte o en servicio de restauración.
Conforme más grandes son las empresas, mayor es el porcentaje de ellas que cuentan con este sistema, pasando de ese 24,2% en las microempresas (firmas con hasta 9 asalariados) al 42,4% de las pequeñas empresas (de 10 a 49 empleados); al 49,1% de las medianas (de 50 a 249 asalariados); al 52,3% de las grandes firmas (de 250 a 499); y hasta el 55,1% de las corporaciones (de 500 a 1.000 empleados). Sin embargo, la tendencia se rompe al llegar a las multinacionales (firmas con más de 1.000 trabajadores), ya que apenas un 41,2% de ellas ofrecen la retribución flexible a sus empleados.
Pese a ser un sistema con gran beneficio fiscal para los profesionales y sencillo de implementar por las empresas, según ha explicado Stanislas de Bourgues, CEO de Edenred a este medio, las microempresas y las pymes se resisten a él. ¿El motivo? El desconocimiento. “Muchos responsables de estas organizaciones creen erróneamente que es un sistema complejo o exclusivo de grandes compañías”, señala el responsable, “existe una percepción generalizada de que se trata de una iniciativa que requiere estructuras administrativas complejas o departamentos de recursos humanos especializados, lo que desalienta su adopción”, añade.
Otros motivos que frenan la implementación de la retribución flexible
Pero este no es el único motivo. Otras de las razones por las que tan solo una de cada cuatro microempresas ofrecen la retribución flexible son la falta de recursos y la ausencia de acompañamiento. “Muchas pequeñas empresas están centradas en las tareas operativas y en resolver el día a día, dejando de lado las decisiones estratégicas que podrían marcar una diferencia significativa a medio y largo plazo”, explica De Bourges. En esta línea la falta de un acompañamiento profesional a las pequeñas compañías para la aplicación de estas ventajas genera una inseguridad que frena su implementación.
Sin embargo, algunas plataformas como Edenred buscan paliar estos mitos con soporte a las empresas en esta actualización, mitigando los retos que pueden resultar más complicados del marco legal y operativo, ya que la aplicación en sí no exige rediseñar estructuras internas ni hacer cambios complejos, “basta con habilitar la opción en la nómina”, explica el CEO de Edenred. “Todo está regulado y pensado para ser una solución sencilla, segura y de alto impacto”, añade.
El sistema permite adelantar a los competidores para captar talento
De hecho, el proceso no implica una inversión directa por parte de la empresa, ya que no supone un aumento del salario, sino un incremento del poder adquisitivo para el empleado que hace uso de servicios o compra bienes exentos de IRPF. De hecho, las firmas pueden incluso aprovechar el sistema para destacarse de sus competidores.
“Para una pequeña empresa la retribución flexible no solo merece la pena, sino que es una herramienta estratégica” asegura Stanislas de Bourgues. “Al no poder competir siempre en términos salariales, las pymes tienen en esta herramienta una vía eficaz para ofrecer beneficios inteligentes y personalizados que generan un alto valor percibido por parte del talento”, añade.
De esta forma, las compañías puede atraer y fidelizar profesionales, creando un entorno laboral más competitivo sin generar un aumento de costes. “Se trata de una inversión de alto retorno, que repercute directamente en la motivación, el compromiso y el clima laboral de la organización”, incluye el directivo.