La jubilosa devoción aracelitana se renueva entre multitudes en Lucena
Lucena ha vivido este domingo la gran fiesta aracelitana como cada primer domingo de mayo. En un día marcado por el júbilo (y por la lluvia breve que retrasó por momentos el programa previsto), María Santísima de Araceli era la protagonista en la jornada en que se celebraba su onomástica y que comenzaba a las doce del mediodía con la Solemne Función Religiosa, presidida por el obispo de la Diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández. En la misma participaron la Coral Lucentina y la orquesta del Conservatorio Profesional de Música Maestro Chicano Muñoz interpretando la Misa del Campo Andaluz, en un templo repleto de flores tras la numerosa ofrenda floral del sábado. Ya por la tarde, como siempre puntual a las ocho, la patrona de Lucena iniciaba su desfile procesional desde la Iglesia Mayor Parroquial de San Mateo. Este año, ataviada con sus vestiduras verdes, uno de los cinco grandes y ricos mantos con sus correspondientes faldas, corpiños, vestiditos para el Niño y juegos de bambalinas y techos de palio del mismo color que alberga. Concretamente el verde es el más antiguo de todos ellos, confeccionado hacia 1890 en el taller valenciano de Mariano Garín. De estilo romántico, en él destacan dos preciosos jarrones de azucenas. Fue restaurado y traspasado en 2007 a un nuevo terciopelo, momento en el que se confecciona un nuevo techo de palio y unas bambalinas de malla calada a juego que también lucieron en la tarde de este domingo. La reina de Lucena realizó su habitual recorrido entre una multitud de devotos, locales y foráneos, bajo una lluvia de pétalos. El manijero este año encargado de 'mandar' el paso fue Francisco Carrera quien vivió emotivos momentos bajo la campana, en una de las santerías más codiciadas por los amantes de esta tradición. También muy cercanos a la virgen se encontraban la Aracelitana Mayor, Laura María Gutiérrez Ramírez, y su Corte de Honor; el pregonero de las Glorias de María Santísimas de Araceli 2025, Rafael Ramírez Ponferrada; los miembros de la Junta de Gobierno y Vocalía de Juventud de la Real Archicofradía, en su primer año de mandato; miembros de la Obra Pía; y representantes de cofradías filiales y hermanadas. Participaron, además, autoridades eclesiásticas, civiles y militares, en un cortejo en el que la Agrupación Musical Santa María Magdalena de Arahal regresaba a acompañar con sus sones a la Patrona lucentina junto a la presencia de la Sociedad Didáctico Musical Banda de Música de Lucena que estrenaba entre su repertorio la marcha 'Aracelitana' compuesta por Elio Muñoz Pérez. En torno a las once y media de la noche, la Virgen de Araceli aparecía de nuevo en la Plaza Nueva y daba comienzo la función de música y fuegos artificiales compuesto por más de 350 kilos de pólvora. Era a las doce en punto de la noche, como manda la tradición local, cuando entraba en la parroquia de San Mateo bajo la gran traca que ponía fin al primer domingo de mayo en Lucena, día de Araceli y de todas las madres.
Lucena ha vivido este domingo la gran fiesta aracelitana como cada primer domingo de mayo. En un día marcado por el júbilo (y por la lluvia breve que retrasó por momentos el programa previsto), María Santísima de Araceli era la protagonista en la jornada en que se celebraba su onomástica y que comenzaba a las doce del mediodía con la Solemne Función Religiosa, presidida por el obispo de la Diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández. En la misma participaron la Coral Lucentina y la orquesta del Conservatorio Profesional de Música Maestro Chicano Muñoz interpretando la Misa del Campo Andaluz, en un templo repleto de flores tras la numerosa ofrenda floral del sábado. Ya por la tarde, como siempre puntual a las ocho, la patrona de Lucena iniciaba su desfile procesional desde la Iglesia Mayor Parroquial de San Mateo. Este año, ataviada con sus vestiduras verdes, uno de los cinco grandes y ricos mantos con sus correspondientes faldas, corpiños, vestiditos para el Niño y juegos de bambalinas y techos de palio del mismo color que alberga. Concretamente el verde es el más antiguo de todos ellos, confeccionado hacia 1890 en el taller valenciano de Mariano Garín. De estilo romántico, en él destacan dos preciosos jarrones de azucenas. Fue restaurado y traspasado en 2007 a un nuevo terciopelo, momento en el que se confecciona un nuevo techo de palio y unas bambalinas de malla calada a juego que también lucieron en la tarde de este domingo. La reina de Lucena realizó su habitual recorrido entre una multitud de devotos, locales y foráneos, bajo una lluvia de pétalos. El manijero este año encargado de 'mandar' el paso fue Francisco Carrera quien vivió emotivos momentos bajo la campana, en una de las santerías más codiciadas por los amantes de esta tradición. También muy cercanos a la virgen se encontraban la Aracelitana Mayor, Laura María Gutiérrez Ramírez, y su Corte de Honor; el pregonero de las Glorias de María Santísimas de Araceli 2025, Rafael Ramírez Ponferrada; los miembros de la Junta de Gobierno y Vocalía de Juventud de la Real Archicofradía, en su primer año de mandato; miembros de la Obra Pía; y representantes de cofradías filiales y hermanadas. Participaron, además, autoridades eclesiásticas, civiles y militares, en un cortejo en el que la Agrupación Musical Santa María Magdalena de Arahal regresaba a acompañar con sus sones a la Patrona lucentina junto a la presencia de la Sociedad Didáctico Musical Banda de Música de Lucena que estrenaba entre su repertorio la marcha 'Aracelitana' compuesta por Elio Muñoz Pérez. En torno a las once y media de la noche, la Virgen de Araceli aparecía de nuevo en la Plaza Nueva y daba comienzo la función de música y fuegos artificiales compuesto por más de 350 kilos de pólvora. Era a las doce en punto de la noche, como manda la tradición local, cuando entraba en la parroquia de San Mateo bajo la gran traca que ponía fin al primer domingo de mayo en Lucena, día de Araceli y de todas las madres.
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