La gran familia

Mi admirado y detestado Talleyrand –culto, brillante, ingenioso, 'bon vivant', ruin y perverso- sustituyó la moral por la estética, lo que le permitía cometer y justificar todas las bajezas. Fue lujurioso desde su infancia en el colegio. Empezó de pequeño con sirvientas y cocineras, y pasó ya en su adolescencia a condesas, duquesas, princesas, actrices, divas de ópera y literatas. Una aristocracia del fornicio. En las deslumbrantes y escandalosas memorias escritas para su amigo Adolphe Thiers , que fue un historiador notable y llegó a presidente provisional de la Tercera República Francesa, resume así una parte de su juventud: «Virgilio, Homero, jerez y mujeres». Sólo en la afición por las mujeres –aunque de distinto nivel- y en que también fue... Ver Más

Abr 29, 2025 - 08:38
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La gran familia
Mi admirado y detestado Talleyrand –culto, brillante, ingenioso, 'bon vivant', ruin y perverso- sustituyó la moral por la estética, lo que le permitía cometer y justificar todas las bajezas. Fue lujurioso desde su infancia en el colegio. Empezó de pequeño con sirvientas y cocineras, y pasó ya en su adolescencia a condesas, duquesas, princesas, actrices, divas de ópera y literatas. Una aristocracia del fornicio. En las deslumbrantes y escandalosas memorias escritas para su amigo Adolphe Thiers , que fue un historiador notable y llegó a presidente provisional de la Tercera República Francesa, resume así una parte de su juventud: «Virgilio, Homero, jerez y mujeres». Sólo en la afición por las mujeres –aunque de distinto nivel- y en que también fue... Ver Más