Móvil, internet y mayores: el cerebro envejece algo mejor entre quien usa ‘tecnologías digitales’

Ciencia más allá del 'brainrot'. ¿Es malo para el cerebro el uso de tecnologías digitales? Estudios en personas mayores prueban que las tecnologías digitales protegen de la demencia si alivian la soledad y la tensión.

Abr 23, 2025 - 00:56
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Móvil, internet y mayores: el cerebro envejece algo mejor entre quien usa ‘tecnologías digitales’
Uso de tecnologías digitales en mayores | K. Grinvalds, Shutterstock

¿Sientes que pasar horas con el móvil, viendo absurdos tiburones con zapatillas, te pudre el cerebro? El auge viral de contenidos aparentemente sin estímulo intelectual, como los brainrot italianos, ha coincidido con la presentación de un estudio que parte de una pregunta: ¿Es bueno o es malo para el cerebro el uso de tecnologías digitales en personas mayores, que acumulan ya muchos años frente a pantallas?

Casi 7 de cada 10 personas con más de 65 años usan –sobre todo– el móvil. Mensajear, informarse de la actualidad, cibersocializar (Facebook) y, desde la pandemia, hacer videollamadas, son sus principales actividades. Eso se puede traducir en bastantes horas (y años) navegando a lo largo de su vida si, en su momento, fueron pioneros de las nuevas tecnologías.

Jared F. Benge (Universidad de Austin, EE.UU.) se puso a revisar todo lo publicado al respecto porque la primera generación que usó las tecnologías de la información y comunicación digitales (TIC) llegó a la ancianidad. Ya había tiempo suficiente para hacer un seguimiento del (no) deterioro cognitivo ligado al uso de las llamadas nuevas tecnologías (realmente, TIC no tan nuevas). Las conclusiones de Benge, publicadas en Nature Human Behaviour son claras:

  • Menos deterioro cognitivo: Tras analizar 57 estudios previos de entre 2012 y 2023 (que sumaban a 400.000 personas mayores de 50), el uso del móvil o PC conectado parece dar algún tipo de protección al cerebro. Lo cifran así: Las personas que, ya mayores, habían usado frecuentemente (no en exceso) TIC en su vida muestran un 58% menos de riesgo de deterioro cognitivo o demencia.

  • No hay evidencia de una demencia digital: Ninguno de los estudios revisados vinculó el uso de tecnología con mayor riesgo de deterioro cognitivo.


  • ¿Brainrot? Depende. Este término (literalmente, podredumbre del cerebro) se convirtió en la palabra del año para Oxford en 2024. Representa la idea de que el uso intensivo del móvil, especialmente saltando entre vídeos ofrecidos por un algoritmo, produce una especie de anestesia intelectual por exponerse a contenidos absurdos que no hacen pensar. La mayoría de estudios en mayores son anteriores a fenómenos como el scroll infinito. Su llegada supuso un salto cuyo impacto que está por medirse a largo plazo.

  • Uso moderado: Un estudio sugiere que el uso excesivo podría ser dañino, pero el efecto neto global sigue siendo positivo.

Una explicación evidente y otra no tanto: Millones de abuelos descubrieron las videollamadas familiares en pandemia. A nadie se le escapa que se abrió una ventana de reconexión que alivió su soledad. Y, con ello, una mejora en su bienestar emocional, pero también físico (menor presión arterial, por ejemplo). La doctora Lidia Vaqué explica en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo cómo carecer de hipertensión (esto es muy importante), la actividad física, leer y aprender cosas nuevas y socializar son factores protectores frente a la demencia ampliamente documentados. Quitando la actividad física, el móvil, las redes sociales u otros usos de tecnologías digitales pueden dar todo eso a personas mayores.

Diego E. Redolar Ripoll (UOC) lanza, sin embargo, un interrogante. Se sabe que ante los mismos daños en el cerebro, en distintas personas, se pueden o no manifestar en signos clínicos. “La capacidad del cerebro para contrarrestar los efectos nocivos se asocia con la exposición a variables ambientales”, señala en el SMC de España. ¿Es el uso de tecnologías digitales (el móvil o el PC) lo que favorece la reserva cognitiva? ¿O hay más factores individuales o ligados al estilo de vida los que van de la mano de ese uso de la tecnología? ¿Y si el móvil es sólo una puerta de entrada a hacer más cosas beneficiosas para el cerebro? ¿Y si mucha de la población mayor no ha llegado aún al scroll infinito y a contenidos que llamamos pudrecerebros? Sencillamente, no hay datos.

Benge reconoce en su meteanálisis que los “estudios transversales y longitudinales […] permiten interpretaciones correlacionales, no causales”. Es decir, al menos entre esas 400.000 personas mayores, usuarias de tecnologías digitales, el cerebro parece envejecer mejor. Pero hasta ahí pueden llegar. No han analizado cada uso concreto por separado. Estas TIC no sólo son complejas, variadas y cambiantes (no es sólo Facebook. Cada vez hay más tiktokers mayores. Y esta red es muy distinta a Facebook, por ejemplo). Las relaciones que se generan también lo son. Esto complica en análisis.

Lucrecia Moreno Royo (CEU Cardenal Herrera), coautora de otro estudio con parecidas conclusiones sobre este tema, es contundente recomendando el uso de tecnologías digitales para mantener activo el cerebro de mayores: ”Las implicaciones para el mundo real pasan por el uso de la tecnología como estimulación cognitiva, claramente”. Fuentes