La agenda del jefe del Comando Sur: una visita a la Base Naval de Ushuaia para ahuyentar el fantasma de China

La construcción de la Base Naval Integrada y el Polo Logístico Antártico apunta a fortalecer la ruta al continente blanco, en medio de disputas estratégicas y geopolíticas internacionales

Abr 30, 2025 - 14:04
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La agenda del jefe del Comando Sur: una visita a la Base Naval de Ushuaia para ahuyentar el fantasma de China

La visita que hará hoy el jefe del Comando Sur de los Estados Unidos (Southcom), almirante Alvin Holsey, a la Base Naval de Ushuaia, donde el gobierno de Javier Milei proyecta edificar un Polo Logístico Antártico, esconde una pulseada internacional con efectos geopolíticos. Se trata de un ambicioso emprendimiento naval que aspira a convertir la ciudad más austral del mundo en la puerta de entrada al continente blanco y en el que han posado su mirada las potencias de Estados Unidos y China.

“La mayor preocupación de Estados Unidos es la influencia de China. Quieren estar tranquilos de que este proyecto nacional no tiene financiamiento o influencia del lejano Oriente”, reveló un jefe militar argentino a LA NACION, al explicar el marcado interés del gobierno de Donald Trump por una base naval que se construirá en el fin del mundo.

Se estima que el proyecto rondará una inversión de 360 millones de dólares, pero más que el costo económico, a las principales potencias les interesa principalmente el valor estratégico y el impacto geopolítico. En el gobierno de Alberto Fernández hubo un acercamiento con China, para que el país asiático participara del financiamiento del proyecto, lo que provocó la reacción de Estados Unidos, aún durante la administración de Joe Biden.

Hoy el objetivo compartido entre los gobiernos de Javier Milei y de Donald Trump es “ahuyentar el fantasma de China” en el extremo sur del continente.El presidente Javier Milei recibió al jefe del Comando Sur, el almirante Holsey  y a su comitiva.

En abril de 2024, a cuatro meses de asumir, el presidente Javier Milei hizo un viaje de 6000 kilómetros, ida y vuelta a Ushuaia, para estar apenas dos horas con la general de cuatro estrellas Laura J. Richardson, antecesora de Holsey en el Comando Sur. El mandatario había estado el día anterior con ella en Buenos Aires y la sintonía se reflejó en la imponente formación militar que recibió a la comandante, con las estrofas del himno nacional de su país.

La puja con la provincia

El emprendimiento de la Base Naval Integrada de Ushuaia también desvela al gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, cuyos anhelos generan desconfianza en el gobierno de Estados Unidos. Fue uno de los más entusiastas defensores de la construcción del Polo Logístico Antártico durante la gestión de Fernández, cuando no ocultaba su entusiasmo por seducir al gobierno de Xi Jinping, sueño que en esa ocasión quedó a mitad de camino.

El mandatario fueguino destacó en sus apariciones públicas su interés por atraer inversiones de China en su provincia, especialmente en los sectores de turismo, tecnología, hidrocarburos y energías renovables. Se habló, incluso, de un posible financiamiento chino para renovar el puerto de Río Grande. En términos políticos se recuerda que Melella evitó encontrarse con la anterior jefa del Comando Sur en su visita a Ushuaia.La comandante Laura J. Richardson saluda al presidente Javier Milei en Ushuaia, en abril de 2024

Fuentes castrenses estimaron a LA NACION que la construcción del polo logístico constituye para el jefe del organismo militar norteamericano un punto vital para la proyección a la Antártida.

En ese sentido, la cercanía geográfica es vital y puede hacer la diferencia. Con una población de 80.000 habitantes, la ciudad de Ushuaia está a 1000 kilómetros del continente blanco, mientras que la base chilena de Punta Arenas (125.000 habitantes) se encuentra a 1400 kilómetros. Son los dos puntos más cercanos, frente a los 2200 kilómetros que separan a la Antártida de Lyttelton (Nueva Zelanda), los 2250 km de Holbart, en la isla de Tasmanis (Australia) y los 3600 kilómetros de Capedown (Sudáfrica).

Otro dato para tener en cuenta es que el sector antártico que reclama la Argentina se superpone con las pretensiones de Chile y el Reino Unido. En este caso, todas las discusiones y estrategias que rozan el continente blanco se reactualizan cuando las principales potencias reparan en que en menos de 20 años podría plantearse la necesidad de rediscutir el Tratado Antártico, que fija el uso exclusivo del continente blanco “para fines pacíficos”.

Alianza con Washington

En sintonía con el gobierno de Milei, en las Fuerzas Armadas prevalece el criterio de que “la mejor forma de defender nuestra soberanía en el Atlántico Sur está asociada a la alianza con Estados Unidos”. Una posición que explica la visita de los últimos dos jefes del Comando Sur a Ushuaia en menos de un año.

Por otra parte, entienden que la importancia estratégica del paso bioceánico de Ushuaia se robustece en la medida en que el Canal de Panamá, otro cruce vital, enfrenta graves problemas de calado, que derivan en demoras difíciles de sobrellevar en el movimiento marítimo internacional.

La construcción de la Base Naval Integrada y el Polo Logístico Antártico constituye “el mismo proyecto en fases”, explicó una fuente cercana a la Armada. “La Base Naval Integrada tendrá sus instalaciones y será un impulsor de toda la actividad de mantenimiento y reparaciones marítimas de apoyo con participación privada”, fue la explicación. Efectivos militares en el lanzamiento de la Base Naval Integrada de Ushuaia

El plan es construir el Polo Logístico entre las bahías Golondrina y Ushuaia, donde se emplaza la actual Base Naval, que se relocalizaría “con un desarrollo más apropiado a los desafíos actuales”.

La nueva Base Naval Integrada requerirá la construcción de un muelle y de viviendas para el personal militar asignado a la unidad, además de otras obras requeridas por la Fuerza Aérea y por el Comando Conjunto Antártico