La adjudicación del contrato de depuración de Toledo, paralizada por segunda vez tras otro recurso
La adjudicación del contrato para la gestión del servicio de depuración de aguas en Toledo continúa paralizada. Tras varios meses de recursos cruzados , el procedimiento administrativo, que ya se prolonga por espacio de 16 meses, ha vuelto a quedar suspendido, esta vez por un recurso presentado por la UTE Construcciones Sarrión-Socamex, después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales estimara una primera impugnación de FCC-Aqualia y anulara la adjudicación inicial a Facsa. El contrato fue licitado por el Ayuntamiento en enero de 2024 con un presupuesto base de 54,9 millones de euros. El servicio contempla la explotación de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) de titularidad municipal de Toledo y de sus instalaciones asociadas, junto con la ejecución de las inversiones necesarias, para asegurar su óptimo funcionamiento. Se trata, por tanto, de un contrato mixto de Servicios y Obras. Toledo cuenta con tres estaciones de depuración de agua. Se trata de las EDAR Estiviel, Benquerencia, y San Bernardo-Montesión. La primera adjudicación se realizó el 3 de septiembre de 2024 . Ese día la Junta de Gobierno Local otorgó el contrato a Facsa por un importe de 41,5 millones de euros (IVA excluido). Sin embargo, un mes después, FCC-Aqualia -cuya oferta quedó en segunda posición- recurrió la decisión ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. El pasado 12 de diciembre de 2024, el tribunal estimó el recurso de FCC-Aqualia y ordenó la exclusión de la oferta de FACSA por haber introducido en su oferta variantes técnicas no recogidas en los pliegos. «La mesa de contratación no debió admitir la oferta presentada por FACSA, dado que en ella se incluían variantes o alternativas no previstas en el pliego», señala la resolución. Por ello, el expediente fue retrotraído al momento de valoración de ofertas, y Aqualia pasó a ocupar el primer lugar en la clasificación. En marzo de este año, y en virtud de la resolución del órgano dependiente del Ministerio de Hacienda que dirime los recursos contractuales en materia de contratación pública, el Ayuntamiento adjudicó finalmente el contrato a FCC-Aqualia , por un importe de 44,79 millones de euros, casi tres millones más que la oferta de Facsa. Pero, el pasado 1 de abril, la UTE Construcciones Sarrión-Socamex -que había quedado en tercera posición en la valoración que los técnicos municipales hicieron de las ofertas, pero pasó a ser segunda tras la exclusión de Facsa-, presentó un nuevo recurso ante el mismo tribunal, impugnando la adjudicación a FCC-Aqualia. Este nuevo recurso ha provocado una nueva suspensión cautelar del procedimiento. En su recurso de octubre, FCC-Aqualia ya formuló alegaciones contra la oferta de la UTE Construcciones Sarrión-Socamex, señalando que, al igual que Facsa, incluía variantes no permitidas en los criterios técnicos. Sin embargo, entonces el tribunal no analizó estas alegaciones, ya que Sarrión-Socamex había quedado en tercera posición, por lo que su exclusión no beneficiaba directamente a FCC-Aqualia. «La eventual estimación de los argumentos dirigidos frente a la oferta presentada por la UTE Sarrión-Socamex no reportaría al recurrente ningún beneficio directo o indirecto», resolvió el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. Ahora, al haber ascendido al segundo puesto, los argumentos de FCC-Aqualia cobran nueva relevancia ya que el tribunal deberá valorar si sus apreciaciones contra la oferta de Sarrión-Socamex tienen peso suficiente como para evitar una segunda anulación de la adjudicación. Al concurso para hacerse con este contrato millonario acudieron otras cinco empresas . Además de las tres ya mencionadas, presentaron ofertas Aquambiente Servicios para el Sector del Agua y otras dos UTE: la toledana Construcciones Antolín García Lozoya junto a Sacyr Agua y Tedagua-Gestagua.
La adjudicación del contrato para la gestión del servicio de depuración de aguas en Toledo continúa paralizada. Tras varios meses de recursos cruzados , el procedimiento administrativo, que ya se prolonga por espacio de 16 meses, ha vuelto a quedar suspendido, esta vez por un recurso presentado por la UTE Construcciones Sarrión-Socamex, después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales estimara una primera impugnación de FCC-Aqualia y anulara la adjudicación inicial a Facsa. El contrato fue licitado por el Ayuntamiento en enero de 2024 con un presupuesto base de 54,9 millones de euros. El servicio contempla la explotación de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) de titularidad municipal de Toledo y de sus instalaciones asociadas, junto con la ejecución de las inversiones necesarias, para asegurar su óptimo funcionamiento. Se trata, por tanto, de un contrato mixto de Servicios y Obras. Toledo cuenta con tres estaciones de depuración de agua. Se trata de las EDAR Estiviel, Benquerencia, y San Bernardo-Montesión. La primera adjudicación se realizó el 3 de septiembre de 2024 . Ese día la Junta de Gobierno Local otorgó el contrato a Facsa por un importe de 41,5 millones de euros (IVA excluido). Sin embargo, un mes después, FCC-Aqualia -cuya oferta quedó en segunda posición- recurrió la decisión ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. El pasado 12 de diciembre de 2024, el tribunal estimó el recurso de FCC-Aqualia y ordenó la exclusión de la oferta de FACSA por haber introducido en su oferta variantes técnicas no recogidas en los pliegos. «La mesa de contratación no debió admitir la oferta presentada por FACSA, dado que en ella se incluían variantes o alternativas no previstas en el pliego», señala la resolución. Por ello, el expediente fue retrotraído al momento de valoración de ofertas, y Aqualia pasó a ocupar el primer lugar en la clasificación. En marzo de este año, y en virtud de la resolución del órgano dependiente del Ministerio de Hacienda que dirime los recursos contractuales en materia de contratación pública, el Ayuntamiento adjudicó finalmente el contrato a FCC-Aqualia , por un importe de 44,79 millones de euros, casi tres millones más que la oferta de Facsa. Pero, el pasado 1 de abril, la UTE Construcciones Sarrión-Socamex -que había quedado en tercera posición en la valoración que los técnicos municipales hicieron de las ofertas, pero pasó a ser segunda tras la exclusión de Facsa-, presentó un nuevo recurso ante el mismo tribunal, impugnando la adjudicación a FCC-Aqualia. Este nuevo recurso ha provocado una nueva suspensión cautelar del procedimiento. En su recurso de octubre, FCC-Aqualia ya formuló alegaciones contra la oferta de la UTE Construcciones Sarrión-Socamex, señalando que, al igual que Facsa, incluía variantes no permitidas en los criterios técnicos. Sin embargo, entonces el tribunal no analizó estas alegaciones, ya que Sarrión-Socamex había quedado en tercera posición, por lo que su exclusión no beneficiaba directamente a FCC-Aqualia. «La eventual estimación de los argumentos dirigidos frente a la oferta presentada por la UTE Sarrión-Socamex no reportaría al recurrente ningún beneficio directo o indirecto», resolvió el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. Ahora, al haber ascendido al segundo puesto, los argumentos de FCC-Aqualia cobran nueva relevancia ya que el tribunal deberá valorar si sus apreciaciones contra la oferta de Sarrión-Socamex tienen peso suficiente como para evitar una segunda anulación de la adjudicación. Al concurso para hacerse con este contrato millonario acudieron otras cinco empresas . Además de las tres ya mencionadas, presentaron ofertas Aquambiente Servicios para el Sector del Agua y otras dos UTE: la toledana Construcciones Antolín García Lozoya junto a Sacyr Agua y Tedagua-Gestagua.
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