La historia que cuentan las cifras es que Hacienda amasó el año pasado una recaudación de más de 39.000 millones de euros por los pagos de las empresas en el Impuesto de Sociedades, unos ingresos extraordinarios que rozaron los niveles récord de los años de la burbuja inmobiliaria. La historia que cuentan los informes de la Agencia Tributaria es que ese récord, que los expertos creían imbatible, podría haberse pulverizado si no llega a ser por la anulación por parte del Supremo de un conjunto de medidas cuya suspensión restó 1.300 millones a la recaudación. El Gobierno se ha apresurado a restaurarlas en 2025. Pero hay otra cara en esa historia. Las empresas españolas acumulan en sus balances derechos fiscales...
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