Israel convoca a la embajadora española: cuál es la diferencia entre «convocar» y «llamar a consultas»
Sánchez aseguró en el Congreso en una respuesta a Rufián que Espàña no comercia "con un Estado genocida".


Israel ha convocado para este jueves a una reunión de amonestación a la embajadora española en el país, Ana Salomón Pérez, tras las «duras declaraciones» del presidente del Gobierno español, Pedro Sanchez. Al haber «convocado» y no «llamado a consultas» a la embajadora, los expertos explican que se trata de una decisión que implica una «queja» en la situación entre los dos países pero no llega a anticipar un conflicto diplomático.
Qué dice Israel. «Tras las duras declaraciones del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la embajadora española en Israel ha sido citada a una reunión de amonestación en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Jerusalén mañana», indicó a EFE un portavoz de este departamento.
Qué dijo el presidente. El presidente Pedro Sánchez dijo este miércoles en el Congreso que su Gobierno no comercia «con un Estado genocida» (a partir del minuto 2:10), en respuesta a las acusaciones del portavoz del partido catalán Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, de que el Ejecutivo español comercia «con un Estado genocida, como Israel».
¿Cuál es la diferencia entre «convocar» a un embajador y «llamar a consultas»?
Este jueves Israel ha convocado a una reunión a la embajadora española, pero esto no implica que la haya «llamado a consultas». Los profesores Carles Pérez-Desoy, de Derecho Diplomático, y Sergio Castaño, de Relaciones Internacionales en la UNIR, explicaron a Newtral.es las diferencias entre los conceptos de convocar y llamar a consultas a un embajador. Como apunta Pérez-Desoy, existen distintos grados de “anomalía” en las relaciones diplomáticas, y estos dos conceptos reflejan situaciones “bastante distintas”.
- La convocatoria de un embajador se produce cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores correspondiente hace ir físicamente a su sede a los embajadores de otros países para expresar una queja. Cuando los embajadores acuden al ministerio, se les puede transmitir la queja de forma verbal o a través de un documento (conocido como ‘nota verbal’), entre otras fórmulas. “Es un incidente en las relaciones bilaterales que depende del contenido de la queja”, apunta Pérez-Desoy. “En este caso, es una reprimenda, pero no amenaza con romper relaciones diplomáticas”, agrega por su parte Castaño.
- La llamada a consultas es un episodio más grave. En este caso, como explica Castaño, lo que haría el ministerio sería llamar a su propio embajador. Según explica Pérez-Desoy, ante esta ausencia (que puede durar días, meses o años) quien quedaría al frente de la embajada sería el encargado de negocios ad interim, un funcionario diplomático que sustituiría provisionalmente al jefe de la misión. Por lo tanto, bajaría la representación diplomática. “Cuando un país llama a consultas a su embajador, puede ser el paso previo a una ruptura de relaciones diplomáticas”, concluye Castaño.