Inteligencia emocional: la clave para un liderazgo auténtico y efectivo

Un buen líder entiende la importancia que tienen las emociones en el plano laboral y un líder excepcional utiliza la inteligencia emocional (IE) a su favor y de manera positiva dentro de la empresa.

La investigadora Sigal Barsade explica que las emociones son datos que sirven para entender las motivaciones y reacciones de las personas. Interpretar correctamente estos datos fomenta dinámicas positivas en el ambiente laboral.

Cuando pensamos en emociones, muchos las asocian con dramas o conflictos; sin embargo, el enojo, la tristeza o la decepción son emociones que se viven cotidianamente en una oficina. Hay empleados que saben reconocerlas y manejarlas, mientras que otros se dejan llevar por los impulsos.

A continuación, describo cinco claves para gestionar la IE de manera efectiva en el trabajo:

Estar consciente de las emociones.

Las emociones siempre estarán presentes, y estar conscientes de nuestras reacciones cuando las cosas no suceden como esperamos es fundamental para nuestro desarrollo profesional. Igualmente, cuando las cosas salen como deseábamos, más de uno puede excederse al emocionarse en una celebración.

Establecer expectativas realistas.

En un entorno laboral estaremos en constante negociación. Tener expectativas realistas y no pensar

únicamente en ganar nos ayudará a prepararnos para reaccionar adecuadamente cuando los resultados no sean los esperados o cuando enfrentemos un conflicto. Restablecer expectativas de forma constante contribuye a mantener una actitud pragmática.

Construir una mentalidad de aprendizaje.

No sabes lo que no sabes. Por ello, en lugar de reaccionar con enojo o frustración ante un contratiempo, es mejor adoptar una mentalidad de aprendizaje y humildad. Este proceso es constante y cíclico: nunca se termina de aprender.

Pausar para recalibrar.

Una pausa puede durar desde unos minutos hasta varios días. No respondas un correo electrónico enojado al final del día; espera hasta la mañana siguiente. Aprender de esa frustración fortalece la resiliencia.

Tomar acción a partir de lo aprendido.

Aprender la lección nos brinda herramientas para responder de manera distinta la próxima vez. Si bien no podemos controlar lo que sucede, sí podemos controlar cómo reaccionamos ante los hechos.

Aprender a comunicar de manera efectiva ayuda a evitar malentendidos. Aunque muchos líderes creen que hablar en público los convierte en buenos comunicadores, la clave está en escuchar activamente y en comprender no solo las palabras, sino también en leer entre líneas todos los mensajes que la audiencia comunica en cada momento.