Hija de Bill Gates crea su propia marca digital ‘Phia’

Phoebe Gates debuta en el mundo del emprendimiento con Phia, una app que fusiona moda, tecnología y consumo inteligente desde una mirada joven e innovadora

Abr 30, 2025 - 01:17
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Hija de Bill Gates crea su propia marca digital ‘Phia’
  • Según datos de Crunchbase, solo el 18% de las startups tienen al menos una fundadora mujer, pero ese porcentaje crece en segmentos vinculados a la sostenibilidad, moda y bienestar.

  • El modelo de negocio se basa en ingresos por enlaces de afiliados.

  • El cruce entre moda, tecnología y consumo consciente está creando nuevos modelos de negocio.

Hija de Bill Gates crea su propia marca digital 'Phia'
Foto vía X

A sus 22 años, Phoebe Gates la hija menor del magnate tecnológico Bill Gates no solo busca dejar huella con su apellido, sino construir su propio legado, tal como lo hace Paris Hilton.

Y es que, la joven ha combinado su interés por la moda, la tecnología y el consumo responsable para lanzar Phia, una plataforma digital que promete ayudar a las nuevas generaciones a comprar ropa de manera más inteligente.

El emprendimiento ha sido desarrollado junto a su excompañera de universidad, la activista climática Sophia Kianni. Es así que Phia nace como respuesta a una experiencia personal que Phoebe vivió al adquirir un vestido de lujo, solo para descubrirlo poco después a un precio mucho menor en el mercado de segunda mano. Aquella revelación sembró la semilla de una idea disruptiva: ¿por qué no usar la tecnología para evitar compras impulsivas y fomentar decisiones más informadas?

Así surgió Phia, una herramienta que se instala como app en iOS o como extensión en Google Chrome, y que actúa como un asesor de compras en tiempo real. Al entrar a la página de un producto, la app activa un botón que dice “¿Debería comprarlo?”, y al hacer clic, compara precios en múltiples tiendas online incluyendo opciones de segunda mano para ofrecer una evaluación objetiva sobre si el precio es justo, elevado o conveniente.

La propuesta se sostiene con un modelo de negocio basado en enlaces de afiliados y ya tiene acceso a más de 40 mil tiendas. Además, integra un sistema visual de gráficas de precios que orienta al consumidor sobre la posible depreciación o conservación del valor de cada prenda a lo largo del tiempo.

Más allá del respaldo mediático que implica su apellido, Phoebe ha logrado atraer el interés de inversionistas con su visión clara. Con un capital inicial de 350 mil dólares, financiado por Soma Capital y un programa de emprendimiento social de Stanford, el proyecto comenzó a tomar forma. Hoy, Phia opera con un equipo compacto pero sólido de desarrolladores y diseñadores que, en lugar de sueldos tradicionales, poseen participación accionaria en la empresa.

El proyecto posiciona a Phoebe como parte de una nueva ola de fundadoras que no solo están creando startups, sino que buscan redefinir industrias tradicionales con herramientas tecnológicas y principios éticos. Y aunque el apellido Gates le abre puertas, es su visión sobre el futuro del consumo lo que comienza a consolidarla como una voz propia en el mundo tech-fashion.

En ese sentido, la industria de la moda está atravesando una transformación acelerada impulsada por la tecnología y la creciente conciencia sobre el impacto ambiental del consumo. En este nuevo escenario, emergen startups que no solo promueven tendencias estilísticas, sino también cambios estructurales en la manera de comprar y vender ropa. Según un informe de McKinsey & Company, el 65% de los consumidores de la Generación Z prioriza la sostenibilidad al momento de comprar moda, y busca herramientas que le permitan tomar decisiones más informadas.

Uno de los sectores con mayor dinamismo es el de las plataformas de comparación de precios, especialmente aquellas que integran inteligencia artificial para analizar tendencias de valor, evaluar productos en el mercado de segunda mano y detectar ofertas reales. Empresas como Lyst, ShopSavvy o Klarna ya han mostrado el potencial de este tipo de servicios, con funcionalidades que permiten rastrear cambios de precios y sugerir alternativas más económicas.

Paralelamente, el mercado de la moda de segunda mano ha crecido de forma exponencial. De acuerdo con ThredUp’s, se espera que este segmento alcance los $350 mil millones de dólares a nivel global en 2028, impulsado por consumidores jóvenes que valoran el ahorro y la circularidad.

En este entorno, también destaca el surgimiento de mujeres jóvenes emprendedoras que combinan educación tecnológica con sensibilidad social. Desde Whitney Wolfe Herd (Bumble) hasta Melanie Perkins (Canva), muchas de ellas están construyendo productos digitales centrados en la experiencia del usuario, con un enfoque ético y práctico.

El cruce entre tecnología, moda y propósito social es cada vez más fértil para la creación de negocios innovadores. Estas propuestas no solo responden a una demanda de mercado, sino también a una nueva forma de entender el consumo: más consciente, más digital y con un fuerte componente colaborativo.

 

 

 

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