Griselda Siciliani: las sorprendentes reacciones en el exterior por Envidiosa y por qué prefiere filmar en el país

La actriz no deja de sorprenderse por la repercusión que tiene fuera de la Argentina el personaje que interpreta en la exitosa serie

May 1, 2025 - 15:38
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Griselda Siciliani: las sorprendentes reacciones en el exterior por Envidiosa y por qué prefiere filmar en el país

MADRID.-Hace algún tiempo, Griselda Siciliani viajó a Santiago de Chile para sumarse con una breve participación a las grabaciones de un aviso publicitario. Una noche fue a comer y quedó casi paralizada de la sorpresa cuando todos los comensales se pusieron de pie al verla entrar en el restaurante. “Parecía una escena de The Truman Show, con la diferencia de que nada de eso estaba preparado”, le contó a LA NACION un testigo presencial del episodio.

Lo que pasó del otro lado de la cordillera no fue algo aislado. Vicky, el personaje que la actriz argentina impuso en Envidiosa, parece estar logrando el mismo efecto en otras regiones del mundo hispanohablante. “También me pasó en Colombia hace un tiempo. Y amigos españoles venían contándome que por ser argentinos a ellos les preguntaban todo el tiempo sobre la serie”, dice Siciliani, todavía impactada por lo que está viviendo desde que las peripecias de su personaje en la serie de Netflix traspasaron la pantalla y se convirtieron en un tema de conversación.

La conversación con Siciliani transcurre en Madrid, pocas horas antes de la última ceremonia de los premios Platino, a la que fue convocada para entregar una de las estatuillas. “Ahora estoy en plena grabación de la tercera temporada y me hicieron un hueco de tres días para poder estar acá. Sí, claro que me entero de lo que pasa. Netflix me manda informes sobre lo que pasa con la serie en tal país y cómo reacciona la gente en otros lugares. Pero llego acá y sigo sorprendida”, reconoce.

-¿Hasta qué punto te cambió la vida lo que está pasando con Envidiosa?

-Me voy dando cuenta de a poco. Lo primero que me pasa frente a un personaje tan exhaustivo como Vicky es que me exige mucho. Estoy en casi todas las escenas. Y como me paso todo el tiempo haciéndolo, no siempre tengo tiempo para ver qué pasa con la gente. Estoy saliendo a la calle en Madrid y cuando me ven empiezan a hablarme de Vicky. Una imagen de Griselda Siciliani en la segunda temporada de Envidiosa

-¿Los argentinos que están en Madrid o los españoles?

-¡Los españoles! Es una locura lo que pasa acá con Envidiosa. Y hay algo que me conmueve también.

-¿Qué es?

-Todavía no lo sé. Ojalá lo supiera, porque haríamos lo mismo con todas las series. En el caso de Envidiosa, como la serie es tan simpática en un punto y también tan incorrecta, hay una especie de cariño inmediato que me brinda mucha gente que no conozco, y que en realidad tiene que ver con el personaje. A la vez recibo mensajes de gente que conozco y admiro que me dice que ya vio entera la serie o tardó apenas dos días en completarla. Supongo que se conjugan un montón de cosas. Lo que viví en Argentina se repite en varios lugares del mundo, y estar acá en España es un poco venir a celebrarlo.

-Estás grabando la tercera temporada. ¿Qué podemos esperar de lo que viene para Vicky?

-Recién empezamos y no puedo adelantar nada, pero creo que la tercera temporada de Envidiosa va a ser la mejor. A nivel estético, artístico y con el elenco cada vez funcionamos mejor.

-¿Vamos a conocer personajes nuevos?

-Muy poquitos y con pequeñas participaciones. Los principales siguen siendo los mismos.

-¿Cómo mirás desde adentro la evolución de tu personaje?

-Yo soy un poco obsesiva con el trabajo y con cada personaje que hago. Y me pasa como en la vida: a medida que te hacés más grande empezás a conocerte mejor. Siento que a Vicky ahora la conozco un montón, mucho más que en los primeros días de rodaje. Estamos en la tercera temporada y hablamos mucho con la autora de lo que le va pasando a esa mujer. Yo trabajo mucho sobre ella desde el plano del humor. Griselda Siciliani en la obra teatral Pura Sangre, que concibió junto a Carlos Casella. Ambos preparan un nuevo trabajo juntos

-¿Qué proyectos estás postergando o esperás convertir en realidad cuando la historia de Vicky se termine?

-Envidiosa necesitaba la continuidad de todas estas temporadas. No podíamos esperar cinco años para hacer la tercera. Por eso se me fueron acumulando cosas y tuve que pedirle a mucha gente que me esperara un tiempo. Después de Envidiosa van a llegar algunas películas que ya anunciaré. Mientras tanto, en este momento estoy armando una obra de teatro con Ana Frenkel y Carlos Casella.

-En 2022 hiciste Pura sangre junto a Casella...

-En esta nueva obra Carlitos y yo vamos a estar juntos en el escenario, con Ana Frenkel dirigiéndonos. Volvemos a nuestro lenguaje de toda la vida experimentando con la música, la danza y el humor. Va a ser un espectáculo grande del que tampoco puedo adelantar mucho, solo contarte que estamos en medio de un proceso que va a ser largo. Esta obra es el resultado de un trabajo de investigación, no se trata de una puesta que comprás ya hecha y la sacás en dos meses. Acá tenemos que encontrar elementos expresivos que nos representen. Pensamos estrenarla el año que viene.

-Mientras tanto, seguís con Envidiosa. ¿Cuál es el techo de Vicky?

-Ella todavía tiene resto. Pero al mismo tiempo hay que ver qué va a pasar con la gente. La segunda temporada fue mejor que la primera.

-Estamos fuera de la Argentina, donde empezaste a ser reconocida antes de Envidiosa por tus trabajos en el cine. ¿Se te abrieron puertas gracias a ellos que te hubiese gustado seguir?

-Primero filmé acá en España Sentimental, con la dirección de Cesc Gay. E inmediatamente después llegó desde México Iñárritu con Bardo. En ese tiempo empecé a recibir muchas propuestas para trabajar afuera, sobre todo en España y también en Estados Unidos. Pero después de Bardo, que fue un proceso larguísimo, con seis meses de rodaje muy intensos, no quería saber nada con volver a irme de mi casa. Quería quedarme en la Argentina, filmar y trabajar en mi país. Siciliani en una escena de Bardo, la película que filmó en México con dirección de Alejandro G. Iñárritu

-¿Por qué?

-Había pasado la pandemia y yo necesitaba estar en Buenos Aires con mi familia y mis amigos. Soy muy porteña, me gusta trabajar con los equipos, los técnicos, los actores y los directores argentinos. Mientras tenga el privilegio de participar en proyectazos como Envidiosa, yo siempre voy a priorizar el trabajo en la Argentina. Claro, hasta que llega el día en que te llama Iñárritu y te vas hasta el fin del mundo para trabajar con él. Cuando aparece un director que vale la pena como me pasó con él y con Cesc Gay, artistas que admiro desde siempre, no lo dudo y me voy a filmar con ellos. Pero no es que quiera especialmente irme a trabajar a otro lado. En la Argentina están los mejores.

-¿Tenés alguna posición tomada sobre la situación por la que atraviesa hoy la producción audiovisual en la Argentina?

-Me parece injustísimo lo que pasa. Toda Iberoamérica está mirando al cine argentino. Da pena ver lo poco que se está filmando. La situación tiene que mejorar, no podemos estar así mucho tiempo más. Tenemos todo para hacer las mejores películas y las mejores series. En este contexto me siento una privilegiada, porque como están las cosas siempre me ofrecen proyectos hermosos.

-¿Estás atravesando tu mejor momento artístico?

-Creo que sí. Pero si me hubieses hecho esta misma pregunta hace 15 años te habría contestado lo mismo, porque siempre estoy en mi mejor momento. Es lo que me hace vivir el presente y sentirme muy feliz por lo que me toca. Este es un gran momento.