Granada vive la fiesta de las Cruces, una tradición que mantiene desde el siglo XVII

Granada celebra la fiesta de las cruces el Día de la Cruz, lo que quiere decir el 3 de mayo. O sea, el sábado. Sin embargo, este viernes 2 de mayo los granadinos han salido a la calle -no en masa, pero más que otros viernes-, así que en la práctica ya es también el Día de la Cruz. Es algo que se ha notado sobre todo a partir de las dos de la tarde , cuando la gente ha empezado a abandonar sus puestos de trabajo –es posible que por la tarde tuvieran que volver, pero en la práctica casi nadie lo hace y casi nadie lo reprocha tampoco- y se han citado en bares, plazas y patios para empezar a ver las cruces. Antes de eso fue el pregón, que en esta ocasión ha corrido a cargo del bailaor y coreógrafo Agustín Barajas y que ha tenido un momento muy emotivo cuando ha defendido a su compañero Manuel Liñán , también granadino y objeto de comentarios muy desagradables en las redes por bailar en el Festival de la Guitarra de Madrid con bata de cola y mantón. La alcaldesa, Marifrán Carazo , y la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Rocío Díaz , también se han mostrado radicalmente en contra de esos mensajes homófobos. Las fiestas no tienen por qué prescindir del matiz reivindicativo y de protesta. Amaneció muy nublado, pero el peligro remitió conforme pasaban las horas, dando paso a un día primaveral. Y eso, en Granada, es difícil, porque el clima local es un poco extremista y se pasa casi de inmediato del frío al calor y viceversa. El ambiente en la calle es netamente local, aunque hay también turistas. Menos extranjeros que españoles, y entre éstos, bastantes madrileños , que allí es festivo, como lo fue ayer. Todo un puente el suyo. Las cruces son este año 64 y están repartidas por casi todos los barrios. Es una tradición que, según está documentado , se mantiene desde el siglo XVII y que consiste, en esencia, en colocar en la calle cruces cristianas adornadas con flores, sobre todo de color rojo. Para completar el cuadro se emplean mantones, abanicos, objetos de cerámica local –la conocida taracea- y piezas de cobre. No les faltan dos elementos muy tradicionales : por un lado, una hucha, un bote o cualquier otro sitio donde quienes pasan puedan depositar un donativo. Es la versión moderna del famoso 'chavico', lo que pedían los niños por la calle para recuperar, al menos parcialmente, lo que había costado confeccionar. Pedían «un chavico para la cruz». El otro se sitúa casi siempre en la parte inferior del todo y es una manzana ensartada por unas tijeras. Responde al peculiar sentido del humor granadino y significa algo así como: «Después de todo lo que nos ha costado hacer esto, no vayas poniendo peros, que te clavo esto». Aclaración por si hace falta: un pero es una manzana. El Ayuntamiento de Granada ha premiado esta mañana a las cruces que, según el jurado, han sido las más conseguidas. Hay cuatro categorías : patios, calles y plazas, escaparates y escolares. Se han concedido tres galardones a cada una de ellas, que ahora los lucen con orgullos. La de las cruces es una fiesta callejera, pero con el tiempo se han ido poniendo límites porque llegó un momento en que el centro de la ciudad y barrios como el del Realejo se habían convertido en algo parecido a un macrobotellón y, por decirlo suavemente, había más gente que urinarios disponibles. La solución que se adoptó en 2007 fue prohibir las barras en la calle. Lo que no ha significado su desaparición, porque se mantienen, hasta un total de 34 en esta edición, pero dentro de recintos cerrados y controlados, que podrán funcionar, hoy y mañana, hasta la una de la madrugada.

May 2, 2025 - 17:02
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Granada vive la fiesta de las Cruces, una tradición que mantiene desde el siglo XVII
Granada celebra la fiesta de las cruces el Día de la Cruz, lo que quiere decir el 3 de mayo. O sea, el sábado. Sin embargo, este viernes 2 de mayo los granadinos han salido a la calle -no en masa, pero más que otros viernes-, así que en la práctica ya es también el Día de la Cruz. Es algo que se ha notado sobre todo a partir de las dos de la tarde , cuando la gente ha empezado a abandonar sus puestos de trabajo –es posible que por la tarde tuvieran que volver, pero en la práctica casi nadie lo hace y casi nadie lo reprocha tampoco- y se han citado en bares, plazas y patios para empezar a ver las cruces. Antes de eso fue el pregón, que en esta ocasión ha corrido a cargo del bailaor y coreógrafo Agustín Barajas y que ha tenido un momento muy emotivo cuando ha defendido a su compañero Manuel Liñán , también granadino y objeto de comentarios muy desagradables en las redes por bailar en el Festival de la Guitarra de Madrid con bata de cola y mantón. La alcaldesa, Marifrán Carazo , y la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Rocío Díaz , también se han mostrado radicalmente en contra de esos mensajes homófobos. Las fiestas no tienen por qué prescindir del matiz reivindicativo y de protesta. Amaneció muy nublado, pero el peligro remitió conforme pasaban las horas, dando paso a un día primaveral. Y eso, en Granada, es difícil, porque el clima local es un poco extremista y se pasa casi de inmediato del frío al calor y viceversa. El ambiente en la calle es netamente local, aunque hay también turistas. Menos extranjeros que españoles, y entre éstos, bastantes madrileños , que allí es festivo, como lo fue ayer. Todo un puente el suyo. Las cruces son este año 64 y están repartidas por casi todos los barrios. Es una tradición que, según está documentado , se mantiene desde el siglo XVII y que consiste, en esencia, en colocar en la calle cruces cristianas adornadas con flores, sobre todo de color rojo. Para completar el cuadro se emplean mantones, abanicos, objetos de cerámica local –la conocida taracea- y piezas de cobre. No les faltan dos elementos muy tradicionales : por un lado, una hucha, un bote o cualquier otro sitio donde quienes pasan puedan depositar un donativo. Es la versión moderna del famoso 'chavico', lo que pedían los niños por la calle para recuperar, al menos parcialmente, lo que había costado confeccionar. Pedían «un chavico para la cruz». El otro se sitúa casi siempre en la parte inferior del todo y es una manzana ensartada por unas tijeras. Responde al peculiar sentido del humor granadino y significa algo así como: «Después de todo lo que nos ha costado hacer esto, no vayas poniendo peros, que te clavo esto». Aclaración por si hace falta: un pero es una manzana. El Ayuntamiento de Granada ha premiado esta mañana a las cruces que, según el jurado, han sido las más conseguidas. Hay cuatro categorías : patios, calles y plazas, escaparates y escolares. Se han concedido tres galardones a cada una de ellas, que ahora los lucen con orgullos. La de las cruces es una fiesta callejera, pero con el tiempo se han ido poniendo límites porque llegó un momento en que el centro de la ciudad y barrios como el del Realejo se habían convertido en algo parecido a un macrobotellón y, por decirlo suavemente, había más gente que urinarios disponibles. La solución que se adoptó en 2007 fue prohibir las barras en la calle. Lo que no ha significado su desaparición, porque se mantienen, hasta un total de 34 en esta edición, pero dentro de recintos cerrados y controlados, que podrán funcionar, hoy y mañana, hasta la una de la madrugada.