Esta era la casa de Pepe Mujica, el presidente ‘más pobre’ del mundo

En un mundo donde la mayoría de los expresidentes terminan rodeados de seguridad, lujos y oficinas de asesoría internacional, José “Pepe” Mujica, ex presidente de Uruguay eligió otro camino, nunca cambió su dirección, no buscó otro estilo de vida. Incluso después de llegar a la presidencia de Uruguay, siguió viviendo en su humilde granja en […]

May 13, 2025 - 23:30
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Esta era la casa de Pepe Mujica, el presidente ‘más pobre’ del mundo

En un mundo donde la mayoría de los expresidentes terminan rodeados de seguridad, lujos y oficinas de asesoría internacional, José “Pepe” Mujica, ex presidente de Uruguay eligió otro camino, nunca cambió su dirección, no buscó otro estilo de vida. Incluso después de llegar a la presidencia de Uruguay, siguió viviendo en su humilde granja en Rincón del Cerro, a las afueras de Montevideo, donde pasó gran parte de su vida.

Desde ese rincón rural, Mujica construyó una vida que fue mucho más que política, durante años, se levantó con el canto de los pájaros, cuidó a sus animales y trabajó la tierra, pues prefería barrer su propia entrada antes que caminar por alfombras rojas. Y esa coherencia se convirtió en una de las razones por las que se ganó el respeto de muchos, no solo en Uruguay, sino en todo el mundo.

Hoy, luego de que se difundiera la noticia de su muerte, las imágenes de su casa de piso de tierra y paredes sin pintar vuelven a volverse virales en internet, la granja de Mujica no era lujosa ni grande, pero tenía algo que pocos hogares presidenciales tienen: autenticidad.

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¿Cómo era la casa de Pepe Mujica?

No tenía mármol, ni piscina, ni un sistema de vigilancia sofisticado, la casa de Mujica era pequeña, funcional, con herramientas de campo por todos lados y una huerta que él mismo cultivaba. Allí vivió con su compañera de vida, Lucía Topolansky, también exvicepresidenta de Uruguay, con quien llevó una vida sencilla, alejada de los reflectores.

Como era la casa de Pepe Mujica

La casa tenía lo justo: un par de sillones, libros, fotografías y flores, muchas flores, Mujica y Lucía se dedicaban a cultivarlas y entre esas flores, también criaron a su famosa perrita Manuela, una criolla de tres patas que lo acompañó durante años y que también se convirtió en un ícono.

como era la casa de pepe mujica

A Mujica se le vio muchas veces cargando leña, barriendo, dando entrevistas desde su jardín o regando las plantas al atardecer, todo eso, incluso siendo presidente, en lugar de un despacho con vista panorámica, tenía una mesa de madera bajo un alero, desde donde muchas veces tomó decisiones de Estado.

Un legado que no dependió del cargo

Durante su mandato, donó hasta el 90% de su sueldo presidencial a organizaciones sociales, nunca le interesó el dinero ni los aplausos. “No soy pobre, tengo pocas cosas, pero suficientes. Soy sobrio, no austero”, solía decir, y con eso, logró construir uno de los legados más importantes de la política latinoamericana.

como era la casa de pepe mujica

En una época donde la imagen lo es todo, él le apostó a lo esencial, por eso, incluso después de dejar la presidencia, siguió siendo una voz influyente y su casa nunca cambió, siempre fue ese humilde lugar en el que pasó hasta sus últimos días.

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