Esteban Domecq: “Hay una dicotomía entre lo que necesita la economía y lo que necesita la política”
El economista afirmó que falta una corrección real del tipo de cambio y que, seguramente, no llegará hasta después de las legislativas
CÓRDOBA.- ¿”Cómo se sale de un programa que pierde dólares a uno que compra?”. Esa era la pregunta que el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) debían responder, dijo Esteban Domecq, uno de los analistas económicos más escuchado por los empresarios. Y dio su respuesta: “Lograron detener la pérdida de dólares, pero no se puso del lado comprador y acumulador. Y dudo de que lo pueda hacer en los próximos meses por la demanda de importaciones, de turismo y de dolarización de los argentinos”.
El economista definió a este momento como una estrategia de tránsito electoral. “Detengo la hemorragia y pongo de respaldo dólares, pero evito la corrección real del tipo de cambio y con eso se asumen riesgos y se dejam abiertas vulnerabilidades”, resumió.
Graficó que “hay una dicotomía entre lo que necesita la economía y lo que necesita la política, que es ganar elecciones. Sin una corrección real del tipo de cambio, no se acumulan reservas".
Calculó que hasta las elecciones los argentinos podrían demandar unos US$5.000 millones. Subrayó que, en el corto plazo, la estrategia es “sostenible”, pero no así a largo plazo. Sobre los anuncios de Luis Caputo, sostuvo que apuntan a que “la dolarización de los argentinos quede en el sistema. No veo más oferta en el MULC”
Domecq, quien preside la consultora Invecq, habló ante empresarios en Córdoba en una presentación organizada por S&C Inversiones con el título: “Un puente a la estabilidad: economía en clave electoral”.
Respaldó su posición con gráficos que mostraron que el tipo de cambio real de la convertibilidad era de $940 y proyectó que, “con una economía que va a tener inflación de entre 2% y 3%, a fin de año el dólar estará en la zona cercana a $700, un piso que luce ambicioso y poco realista. Por eso las preguntas sobre la sostenibilidad de las cuentas externas”.
Ratificó que en recomposición de precios relativos, “hay avances importantes, pero algo hace ruido. Hay una Argentina que para el tipo de cambio oficial sigue cara". La actividad económica muestra una “recuperación heterogénea, por eso hablamos de ‘falsa V’”.
Invecq proyecta un crecimiento de 4,5% y una inflación en torno al 30% anual. Hacia fin de año, el dólar “estaría en torno a los $1.400, $1.450″.
Etapas marcadas
Domeq repasó que hay un “intento de saneamiento de la economía muy complejo” en marcha, con diferentes etapas. Para él, la que se vive es la cuarta (el Gobierno habla de la tercera), signada por el tránsito a las elecciones. La primera fue la más dura, al inicio; la segunda, un “agotamiento asintomático por el blanqueo” y la tercera, la de turbulencias antes del acuerdo con el FMI. La quinta etapa, a su criterio, empezará después de las elecciones.
El programa, dijo, está mostrando un “gran logro -por lo menos transitorio y parcial- que es el control de la inflación; el otro gran éxito es el control fiscal. Hay una herencia que está viva: la Argentina sigue sin moneda, sin reservas, sin reputación, con pobreza encima de los 30 puntos. Esta herencia seguirá viva por un tiempo largo, por eso hablamos de un proceso largo, difícil y es un condicionante”.
Otro es el frente internacional, un mundo que no ayuda: “La Argentina enfrenta un viento de frente; lo que pasa en el mundo no es bueno para economías emergentes como la nuestra”. Advirtió que hay “dudas” respecto de las medidas “disruptivas” de Donald Trump, con una economía mundial que se “enfría” e incertidumbre sobre el impacto que tendrán los aranceles sobre la inflación. “Volatilidad” fue el concepto que eligió para describir el contexto y agregó que, en materia de monedas, “el dólar es el gran perdedor”.
En esa línea, y con monedas emergentes todavía depreciadas, dijo que “hay buenas noticias en el margen para la política cambiaria argentina”. En precios internacionales, en cambio, la “mala” noticia es la baja del 20% del petróleo, a la vez que las commodities agropecuarias están en “zona de baja”.
Como tercer condicionante, apuntó al contexto político y electoral. Hizo cálculos respecto a un buen resultado para La Libertad Avanza (LLA) que mejora en el Senado para el oficialismo, “pero no cambia sustancialmente en términos de poder” mientras que en Diputados “tampoco habría una mejora fuerte del oficialismo”.
Para Domeq, la clave es la “señal” que transmitirá el comicio sobre “riesgo de reversibilidad de las transformaciones” y la “capacidad que tendrá la LLA para avanzar en reformas estructurales”.
El aspecto fiscal del programa económico “sigue firme”. El financiero “quedó con el frente despejado por el acuerdo con el FMI” y recursos prestados por otros organismos internacionales, “pero la Argentina tarde o temprano debe volver a los mercados. No es probable que sea antes de las elecciones, no se ve un riesgo país en torno a los 400 puntos antes de eso. Si hay un triunfo electoral y mejora el mundo, puede ser hacia fines de año o comienzos de 2026”.