Contrarreseña: Cadáver exquisito de Agustina Bazterrica
Idioma original: españolAño de publicación: 2017Valoración: Está bienComo contrarreseña, no expondré la trama del libro ni otros pormenores, pueden consultar la reseña original aquí. Me serviré de ella, sin embargo, para contrastar mis ideas e intentar justificar, usando ejemplos concretos, por qué considero que Cadáver exquisito, de Agustina Bazterrica, no es una gran novela.Primer puntoPartiré del hecho de que esta novela es una distopía. Un género que, dependiendo de su grado de verosimilitud o su potencialidad de existencia, podríamos dividir en dos grandes grupos: aquellas que funcionan principalmente como advertencias y aquellas que operan más como alegorías, aunque en ocasiones puedan mezclarse ligeramente entre sí.En el primer grupo encontramos obras como Un mundo feliz o 1984, historias cuya plausibilidad nos resulta inmediata, ya que representan una extensión lógica y perturbadora de situaciones ya existentes o pasadas, como la manipulación mediante drogas en comunidades aisladas o los regímenes totalitarios basados en la vigilancia extrema. Estas narrativas suelen provocar una profunda reflexión sobre el rumbo actual de la sociedad precisamente por su cercanía a lo posible.En contraste, las distopías alegóricas suelen superar la barrera de lo plausible, introduciendo elementos fantásticos, tecnológicos o hiperbólicos para poner en evidencia ciertas circunstancias o problemas sociales actuales. Ejemplos claros serían Matrix o Los juegos del hambre, historias que, aunque suceden en entornos reconocibles, recurren a recursos narrativos exagerados para amplificar la crítica social, planteando situaciones extremas que sirven como espejo deformado de la realidad.Ambas formas, en mayor o menor medida, buscan criticar o cuestionar algún aspecto de nuestra sociedad actual. Sin embargo, considero que las distopías advertencia logran conectar de manera más profunda con el lector precisamente por su inquietante cercanía a lo real.Aquí radica mi principal objeción con Cadáver exquisito. Aunque se destaca frecuentemente su crudeza y su potencial crítica sobre el consumo animal y la degradación moral humana, esta novela no funciona como advertencia porque la situación que plantea—el canibalismo sistemático como base de una sociedad—resulta inverosímil. Nunca ha existido una civilización que practique una antropofagia organizada y sustentada socialmente, no sólo por cuestiones morales, sino también por factores prácticos y culturales profundamente arraigados. Esta inverosimilitud hace que la novela pierda fuerza en su capacidad crítica.Es evidente que Bazterrica no pretende ofrecernos un futuro probable, sino más bien una alegoría extrema. El problema es que, al desdibujar la línea entre lo alegórico y lo grotesco, termina creando una distancia emocional en el lector que dificulta tomar en serio la crítica que pretende hacer.Segundo puntoEn una entrevista, Quentin Tarantino menciona el cambio en el cine estadounidense hacia finales del siglo XX, cuando guionistas y directores comenzaron a centrarse más en construir películas alrededor de personajes o situaciones aisladas, en lugar de contar historias sólidas y completas. El cine de superhéroes actual es un claro ejemplo de esta tendencia.Considero que Cadáver exquisito se alinea precisamente con esta lógica narrativa. Comienza de manera impactante, planteando una situación estremecedora que consigue atrapar rápidamente al lector, pero tras el choque inicial, la premisa central de la novela—la crianza y consumo de humanos como si fueran ganado—se repite excesivamente y termina perdiendo intensidad dramática. La fuerza inicial se diluye, ya que Bazterrica no desarrolla de manera satisfactoria una trama sólida o una evolución significativa en los personajes.En síntesis, aunque la novela ofrece un punto de partida provocador y visualmente impactante, su desarrollo cae en la repetición y pierde la oportunidad de profundizar en los temas éticos y sociales que inicialmente promete explorar. De esta forma, la novela deja una impresión superficial y desaprovecha su potencial crítico, quedándose en una alegoría grotesca más que en una advertencia efectiva o en una narración bien desarrollada.Tercer puntoLa fuerza de una buena metáfora reside en conectar dos ideas aparentemente desconectadas y presentarlas al lector sin que éste perciba de inmediato los puntos en comunes subyacentes. Una metáfora efectiva nos confronta con sutileza, provocando una reflexión profunda y crítica. En cambio, Cadáver exquisito opta por una salida fácil al sustituir directamente animales por humanos, eliminando toda sutileza metafórica. A mi parecer, esta decisión hace que la novela pierda su capacidad para sorprender o desafiar intelectualmente al lector, reduciendo su potencial crítico y dejándola en un nivel superficial de impacto emocional inmediato pero efímero.No obstante, es claro que Cadáver exquisito destaca por sus imágenes perturbadoras y vívidas, que difícilmente dejarán indiferente

Año de publicación: 2017
Valoración: Está bien
Reseña original: Cadáver exquisito