Bitcoin vs S&P 500: el “desacople” que puede cambiar todo
Mientras el oro alcanza máximos históricos y las acciones tecnológicas sufren la volatilidad global, el BTC comienza a mostrar señales de independencia; ¿nuevo refugio de valor o ilusión especulativa?

En un mundo financiero sacudido por las tensiones geopolíticas y la volatilidad de los mercados, la pregunta resurge: ¿puede bitcoin consolidarse como una reserva de valor al nivel del oro? La respuesta no es simple, pero los datos recientes alimentan una narrativa en construcción.
En las últimas semanas, bitcoin mostró una resiliencia llamativa frente a las caídas bursátiles. Mientras el índice S&P 500 retrocedía arrastrado por la incertidumbre macroeconómica y los efectos colaterales de las políticas arancelarias de Donald Trump, bitcoin no solo resistió, sino que, en algunos días, incluso subió -esta semana cotizó alrededor de los US$95.000-. Para Santiago Siri, referente del ecosistema cripto, esto se debe a su naturaleza única: “Bitcoin es ajeno a la política monetaria de Estados Unidos y de China. En un contexto de guerra fría económica, es lógico que se posicione como un refugio alternativo”.
Esa independencia comienza a reflejarse en los números. Según datos de NewHedge, la correlación entre bitcoin y el S&P 500 —que promedió valores superiores al 0,7 en los últimos cinco años— cayó a 0,6 en abril. Al mismo tiempo, la correlación con el oro subió a 0,54. Es decir, bitcoin se está moviendo con mayor sincronía junto al metal precioso que con las acciones tecnológicas.
Maximiliano Raimondi, CFO de Lemon, pone el foco en esta nueva convergencia: “Vemos cómo bitcoin volvió a alinearse con el oro, consolidando su lugar como refugio de valor. Por primera vez, el precio del oro superó los US$3500 por onza [NdE: hoy experimentó una baja hasta US$3219] y, paralelamente, aumentó la demanda de oro digital tokenizado y de bitcoin en nuestra app”. En la Argentina, donde la inflación es parte del paisaje económico cotidiano, este tipo de activos cobran un protagonismo creciente.
Sin embargo, no todos comparten el mismo entusiasmo. José Ignacio Bano, analista financiero, si bien reconoce la solidez que mostró bitcoin en las últimas caídas bursátiles, advierte: “Todavía lo veo más como un activo especulativo que como una reserva de valor. Su volatilidad sigue siendo muy alta. Para un inversor conservador, eso es un problema”. Bano insiste en un principio básico de diversificación: “Cuanto más volátil el activo, menor debe ser su proporción en la cartera. Bitcoin sí, pero no más del 5%”.
Desde Bitso Argentina, su director general Julián Colombo admite que “es prematuro hablar de un desacople definitivo”, aunque señala que el proceso ya comenzó. “Bitcoin está construyendo su perfil como ‘oro digital’ gracias a su escasez programada, su resistencia a la censura y su creciente adopción institucional. En contextos de inflación alta y crisis de confianza, cada vez más inversores lo ven como una cobertura frente a las monedas fiduciarias”.
Esa tesis la refuerza Sebastián Serrano, CEO de Ripio: “Bitcoin combina una oferta limitada con acumulación soberana —como la reserva estratégica de EE.UU.— y flujos crecientes hacia ETF al contado. Todo eso fortalece su narrativa como oro digital y muestra que está madurando como activo independiente”.
La mirada de los expertos parece coincidir en un punto: algo está cambiando. Si bien bitcoin aún no alcanza la estabilidad del oro ni se ha emancipado completamente del humor bursátil, su comportamiento reciente muestra signos de una evolución hacia una clase de activo con vida propia. Un “desacople” que, de consolidarse, podría marcar el inicio de una nueva etapa en la arquitectura financiera global.