Así vivieron los españoles el apagón: "Mi madre tenía el kit de supervivencia y yo me reía"

Ante la duda de otro apagón energético, crece la preocupación sobre cómo afrontarlo mejor preparados.

Abr 30, 2025 - 05:52
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Así vivieron los españoles el apagón: "Mi madre tenía el kit de supervivencia y yo me reía"

El día después del mayor apagón eléctrico en España, los ciudadanos arrastran una sensación de confusión por haber vivido otra jornada surrealista más. Constatado que el sistema eléctrico puede dejarnos sin luz y sin comunicaciones, en cualquier momento, en cualquier lugar y por varias horas o días, surge la preocupación real de qué podemos hacer para afrontar mejor preparados el próximo 'cero energético'.

Por lo vivido el lunes, la población sabe ahora qué es lo que más se echa en falta en una ciudad sin luz. Destacan el dinero en efectivo, radios analógicas, velas, pilas de varios tamaños, linternas, una cocinilla de gas o incluso latas de atún. De ahí que el famoso kit de supervivencia que ha llegado a recomendar la Unión Europea para los hogares haya vuelto al debate público.

Hace unos meses, Bruselas propuso que todos los hogares de la UE tuvieran, en su estrategia de defensa ante las emergencias, reservas de agua, medicamentos, baterías y alimentos para subsistir tres días sin ayuda externa. En lista de la UE de imprescindibles en caso de crisis también figuraba una radio a pilas, una linterna y batería para el móvil.

Una encuesta a pie de calle en el centro de Madrid revelaba este martes que, aunque el kit de emergencias pensado para guerras o situaciones de sabotaje, ha ganado adeptos tras el apagón, también ha reafirmado las resistencias.

Lidia arrastra una maleta por los alrededores de Atocha y cuenta que pasó el gran apagón en un pequeño municipio barcelonés en el que, por suerte, todo queda cerca caminando, trabajos y escuelas. Pero en su casa no había luz, como en el resto, ni tenía kit de emergencias. "Mi madre el kit lo tenía preparado, yo no. Yo me reía cuando me decía, 'Lidia prepara el kit', pero ayer cuando ocurrió el apagón me acordé y ahora sí que lo tengo que preparar", reconoce recién llegada en el AVE de Barcelona a Madrid, agradecida de haber sufrido solo una hora de retraso.

A Julia, madre de una niña en edad prescolar a la que lleva de la mano, afortunadamente el apagón le pilló en un lunes sin obligación de ir trabajar. "Hubiera sido muy complicado tener que volver desde Alcalá de Henares y poder recoger a mi hija en la escuela", explica. La niña comió en el comedor, mientras que Julia picó "cualquier cosa" en casa. Ya por la tarde, viendo que la luz no volvía, salieron a la calle a comprar un camping gas con el que poder hacer la cena.

Sin embargo, Julia se declara contraria a la idea de que haga falta contar en cada casa con un kit de emergencias. "Kit de emergencias no tengo y me niego a tenerlo. Vamos a apostar por una sociedad justa, pacífica y tenemos que tener esperanza en el futuro, no miedo", asegura.

Ana María y Miguel, malagueños, están en viaje turístico en Madrid. Afortunadamente tenían una habitación reservada con antelación en una pensión del centro, pero para ellos durante la emergencia lo más difícil fue hacerse con algo de comida. Y echaron de menos el dinero efectivo. Pero, cuando una emergencia te pilla de viaje, dicen, solo puedes tener como kit de emergencia "agua y algún comestible. Es lo único que puedes preparar". Miguel no quiere pasar la ocasión sin agradecer la labor de la Policía Nacional a lo largo de toda la jornada en el centro de Madrid, donde el ir y venir de gente era un caos. "Hicieron un trabajo magnífico, te llevaban, te informaban, se portaron muy bien", dice al despedirse.

Esteban y Jaime, de Sevilla, pensaron que el corte absoluto de luz y comunicaciones duraría mucho menos que las diez horas que duró. Se tuvieron que quedar en Madrid un día más de lo previsto. Pero gracias al trabajo de Jaime, en una cadena hotelera, lograron una habitación 'in extremis' a medianoche, cuando ya pensaban que dormirían "tirados en cualquier lado". Esteban cree que no va a volver a suceder en España algo así. Por ese motivo ni se plantea preparar un kit de emergencias. "Nada, nada, lo que sí voy a tener a partir de ahora es dinero en efectivo. Yo creo que a todos nos pasó lo mismo, que no sabíamos cómo pagar. Yo llevaba un euro encima, así que imagínate".

A Víctor el apagón le pilló trabajando como técnico de mantenimiento de la estación de Atocha, donde tuvo que quedarse hasta altas horas de la noche, asegurando una mínima iluminación con un generador de gasoil, combustible que iban a buscar "donde se podía". En su caso, él también dice que rechaza la idea del kit de emergencia en casa, porque defiende que no se puede vivir con miedo: "Si vuelve a pasar pues mala suerte, no pasa nada... mientras haya agua y comida".