Así fue el dantesco GP de Bahréin de Carlos Sainz: toque con Tsunoda, penalización y otro abandono: "Hay que aprender..."

Carlos Sainz vivió un auténtico infierno en el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1. El español salió desde la octava posición, aunque la degradación de sus neumáticos, una penalización y un incidente con Yuki Tsunoda condenaron sus esfuerzos, hasta que, a unas vueltas del final, retiró su Williams por segunda vez en cuatro carreras.

La salida fue fantástica para Sainz, que se puso sexto en las primeras vueltas al adelantar a Kimi Antonelli y Max Verstappen. El madrileño defendió su posición durante varias vueltas, pero sus neumáticos blandos se vinieron abajo rápidamente, por lo que perdió cuatro posiciones durante la primera tanda de la prueba.

En plena lucha por los puntos, Smooth Operator tuvo un toque con Tsunoda traccionando pasada la curva 1. El de Williams se llevó la peor parte, ya que perdió varias piezas en el suelo y el lateral de su monoplaza, lo que afectó sobremanera a su velocidad.

Los elementos de fibra de carbono que quedaron esparcidos por la pista provocaron la salida del Safety Car, y Sainz defendió como pudo su posición. Peleando con Antonelli, se pasó de frenada, echando de la pista al piloto italiano, lo que le valió una penalización de diez segundos.

Fuera de los puntos, sin ritmo y con una sanción por servir, Williams tiró la toalla, y el dorsal '55' se metió a boxes para abandonar la prueba. "En el segundo stint recuperé posiciones y cuando iba a adelantar a Yuki hice un buen movimiento, pero él perdió el coche y tocó el lateral de mi coche con un buen golpe. Entonces terminó mi carrera porque perdí 40 o 50 puntos de carga aerodinámica, y empecé a ir hacia atrás", comentó Sainz al salir del monoplaza.

"No éramos lo suficientemente rápidos. Hay que aprender de los primeros dos stints, habrá fines de semana en los que estemos mejor y hay algo que mejorar en el coche para alcanzar a Gasly y Doohan, porque parece que están en otra liga", aseguró el piloto español.