Nubes, uranio y fortuna: la radiactividad, el accidente científico que cambió el siglo XX

Antoine Henri Becquerel (1852-1908) no era precisamente un don nadie en el mundo científico. Nacido en 1852 en París, pertenecía a una auténtica dinastía de físicos. Su abuelo, Antoine César Becquerel, había sido pionero en electroquímica, y su padre, Alexandre-Edmond, un experto en fosforescencia y luminiscencia. Si existiera la nobleza científica, los Becquerel tendrían su propio escudo de armas, probablemente decorado con probetas brillantes y fórmulas matemáticas. Henri, siguiendo la tradición familiar, se había especializado en el estudio de la fluorescencia, ese fenómeno por el cual ciertos materiales absorben luz y luego la emiten. Si alguna vez han estado en una discoteca con luces ultravioleta y ha visto cómo resplandecen ciertas prendas de ropa o los dientes de ese amigo... Ver Más

Abr 22, 2025 - 05:13
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Nubes, uranio y fortuna: la radiactividad, el accidente científico que cambió el siglo XX
Antoine Henri Becquerel (1852-1908) no era precisamente un don nadie en el mundo científico. Nacido en 1852 en París, pertenecía a una auténtica dinastía de físicos. Su abuelo, Antoine César Becquerel, había sido pionero en electroquímica, y su padre, Alexandre-Edmond, un experto en fosforescencia y luminiscencia. Si existiera la nobleza científica, los Becquerel tendrían su propio escudo de armas, probablemente decorado con probetas brillantes y fórmulas matemáticas. Henri, siguiendo la tradición familiar, se había especializado en el estudio de la fluorescencia, ese fenómeno por el cual ciertos materiales absorben luz y luego la emiten. Si alguna vez han estado en una discoteca con luces ultravioleta y ha visto cómo resplandecen ciertas prendas de ropa o los dientes de ese amigo... Ver Más