Voces caninas: el ‘chillido’ o ‘yelping’, un sonido que nunca es positivo viniendo de un perro

“Es el equivalente canino a un grito: un sonido fuerte, breve y agudo que nunca significa algo positivo”

May 4, 2025 - 07:51
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Voces caninas: el ‘chillido’ o ‘yelping’, un sonido que nunca es positivo viniendo de un perro

Nombrar el mundo es una forma de entenderlo, pero cuando intentamos aplicar nuestro lenguaje humano a las expresiones sonoras de otras especies, nos encontramos con un problema inevitable, y es que no siempre hay equivalencias exactas. Al describir lo que hace un perro cuando suelta un sonido agudo, breve y repentino, solemos acudir a términos como llanto, grito o chillido, porque evocan emociones reconocibles para nosotros. Sin embargo, esa analogía, aunque útil, puede llevarnos a malinterpretar lo que realmente está ocurriendo.

Un perro que llora no lo hace con lágrimas, ni con la contracción facial que asociamos al sufrimiento humano, ni se le enrojecerá la piel por el flujo sanguíneo. Nada de eso es observable. Este sonido no es un ladrido, tampoco un gemido ni un aullido prolongado. Es algo más parecido a un chillido de dolor, un sonido corto, intenso y agudo que en inglés recibe el nombre de yelping, sin una traducción directa en español.

Como ocurre con todos los sonidos del repertorio vocal canino, es una forma de comunicación urgente. Y, a diferencia de otros sonidos que pueden tener múltiples interpretaciones según el contexto, el yelping suele indicar algo muy concreto: dolor, susto, incomodidad o necesidad inmediata.

En palabras de una veterinaria para Reader’s Digest, “es el equivalente canino a un grito, un sonido fuerte, breve y agudo que nunca significa algo positivo”. Puede resultar un sonido perturbador, pero es también una valiosa señal de alarma que nos permite detectar que algo va mal, incluso antes de que se muestren otros signos.

¿Por qué llora un perro?

La causa más común detrás de un yelping repentino es el dolor físico. Puede tratarse de un pisotón accidental, un movimiento brusco, una molestia interna o una lesión oculta. Si el chillido se repite o va seguido de quejidos o comportamientos inusuales (cojeras, temblores, posturas encorvadas), es recomendable acudir al veterinario para descartar una lesión aguda o enfermedad crónica como la artrosis.

Susto o sobresalto

Un sonido fuerte, un movimiento inesperado o una situación repentina pueden desencadenar un ‘chillido’ de puro susto. No implica necesariamente dolor, pero sí una reacción de alerta o miedo. Es común ver esta reacción si, por ejemplo, alguien pisa sin querer la cola del perro o le despierta bruscamente.

Cuando el llanto es aislado y el perro vuelve a la normalidad inmediatamente, probablemente fue solo un sobresalto. Si el miedo persiste o se vuelve frecuente, puede requerir evaluación por un especialista en comportamiento.

Necesidad de salir

Algunos perros han aprendido que llorar brevemente es una forma eficaz de llamar la atención de sus humanos para que los saquen al exterior. Este tipo de yelping suele ir acompañado de otras señales como rondar la puerta, mirar fijamente o combinarlo con ladridos y gemidos.

No siempre es una llamada de emergencia, pero sí puede indicar una necesidad urgente si el perro está bien educado y no suele hacer sus necesidades dentro de casa o percibe que se encuentra descompuesto.

Reclamo de atención

Los perros aprenden rápidamente que determinados sonidos captan nuestra atención. Y el yelping, por su intensidad, suele ser difícil de ignorar. Si cada vez que el perro emite ese sonido lo miramos, le hablamos o lo consolamos, reforzamos la conducta.

En estos casos, este sonido se convierte en una herramienta para manipular el entorno, sobre todo si el perro está aburrido o ansioso. Distinguir entre una llamada de auxilio y una búsqueda de atención requiere conocer bien a nuestro perro y su lenguaje corporal.

Etapa de cachorro

Los cachorros lloran mucho más que los adultos, especialmente cuando se quedan solos o son separados de la madre. Su llanto, mezcla de gemidos, yelpings o chillidos y aullidos, es parte del repertorio natural con el que buscan seguridad, compañía y consuelo. Los cachorros también pueden llorar por dolor durante el cambio de dentición o si se lesionan al jugar. En estos casos, hay que observar con atención y responder con calma.

Este tipo de yelping específico disminuye con la edad, especialmente si se trabaja una socialización positiva y se evita reforzar conductas ansiosas.

¿Es lo mismo que un aullido?

No. El yelping o chillido se diferencia claramente de otras vocalizaciones como el ladrido o el aullido. Mientras que el aullido es un sonido largo, sostenido y con frecuencia media, el yelping es breve, agudo y más parecido a un grito. Su origen es casi siempre emocional (dolor o sobresalto) o físico (lesión), y no tiene las connotaciones de comunicación territorial, social o instintiva que puede tener un aullido.

De hecho, muchos perros nunca emiten aullidos en toda su vida, pero sí pueden llorar o soltar chillidos ante un malestar puntual.

¿Qué hacer si mi perro ‘chilla’?

Lo primero es no ignorarlo. Si el llanto ha sido repentino, es importante detener la actividad y observar al perro. Comprobar si cojea, si ha habido algún golpe, si muestra signos de dolor al tocarlo o si se comporta de forma extraña. Ante la duda, mejor consultar con el veterinario.

Si el yelping se repite en situaciones cotidianas (al quedarse solo, al acercarnos, durante el paseo), puede ser útil anotar el contexto y acudir a un especialista en etología o un educador canino. Y si identificamos que lo hace solo por llamar la atención, conviene redirigir su energía hacia juegos, paseos y rutinas estructuradas que le aporten seguridad y bienestar. El yelping no es un capricho ni un simple ladrido más. Es una de las pocas herramientas que tiene un perro para decirnos: ‘algo no va bien’. Puede tratarse de una molestia física, un susto, una necesidad urgente o una forma de expresar inseguridad.

Como cuidadores responsables, debemos aprender a interpretar este tipo de vocalizaciones que nos permite actuar rápido y evitar su sufrimiento.