España de luto: Fallece trágicamente José Ángel de la Casa

Cuando se apaga una voz que era de todos. Hay figuras cuya partida deja un silencio que retumba mucho más allá de su entorno cercano. Son personas que, sin formar parte de nuestra vida íntima, la han acompañado desde un lugar constante, casi ritual. Cuando mueren, la noticia no es solo una información: es un ... Leer más

May 5, 2025 - 11:13
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España de luto: Fallece trágicamente José Ángel de la Casa

Cuando se apaga una voz que era de todos.

Hay figuras cuya partida deja un silencio que retumba mucho más allá de su entorno cercano. Son personas que, sin formar parte de nuestra vida íntima, la han acompañado desde un lugar constante, casi ritual. Cuando mueren, la noticia no es solo una información: es un eco que atraviesa la memoria colectiva.

En las últimas horas se ha confirmado la muerte de uno de esos referentes. Su voz, familiar para millones, forma parte de los grandes recuerdos del deporte español. Un narrador que nunca buscó ser protagonista, y que sin embargo quedó grabado en el corazón de generaciones.

La crónica de una era a través de un micrófono.

José Ángel de la Casa falleció a los 74 años debido a una neumonía. Desde hacía años vivía con la enfermedad de Parkinson, que le fue diagnosticada poco antes de su retiro. Su desaparición supone la pérdida de una de las voces más representativas de Televisión Española durante tres décadas.

A lo largo de su carrera, De la Casa fue sinónimo de rigor, mesura y profesionalismo. Narró con estilo sobrio, sin alardes, aunque no pudo contener la emoción en momentos históricos como aquel 12-1 frente a Malta: «¡Señor, Señor, Señor!» gritó entonces, cediendo por una vez al entusiasmo colectivo. Esa excepción lo hizo aún más entrañable.

Del tartán al césped, una vida entre líneas.

Inició su andadura profesional en 1977 con una narración de atletismo en pista cubierta. Desde entonces, su voz fue inseparable del relato de la selección española de fútbol, a la que puso palabras durante casi 30 años. Cerró el círculo en 2007, narrando un partido ante Islandia antes de verse obligado a jubilarse por un ERE.

No dejó de ser periodista ni cuando la cámara se apagó. La enfermedad no logró borrar su lucidez ni su memoria. Sabía bien a qué se enfrentaba: su padre también había sufrido Parkinson, y José Ángel abordó esa batalla con la misma discreción que cultivó en su vida pública.

Una memoria tejida en goles y gestas.

Durante su trayectoria cubrió seis Copas del Mundo y otros tantos Juegos Olímpicos. Algunos de los momentos más emocionantes del deporte español llegaron con él al otro lado de la pantalla: «¡Medalla de oro para Fermín Cacho!», «Koeman lanza… ¡y marca!», «Mijatovic anota y el Madrid vuelve a reinar en Europa.» Esas frases ya son parte de nuestra historia.

El legado de De la Casa va más allá de las estadísticas o de las retransmisiones archivadas. Su voz, siempre contenida pero firme, educó a toda una generación en cómo contar lo que importa sin gritar. Hoy, esa voz se ha apagado. Pero sigue sonando en la memoria de todos los que crecimos escuchándola.