¿Sigues usando '123456'? Banco Santander te explica por qué tu contraseña es una trampa

Piensa en la puerta de tu casa. ¿La dejarías abierta al salir? ¿Usarías una cerradura fácil de forzar o compartirías la llave con cualquiera? Probablemente, no. Sin embargo, eso es exactamente lo que miles de personas hacen cada día con sus contraseñas: usan claves débiles, fáciles de adivinar, o repiten la misma en todas sus cuentas. En un mundo cada vez más digital, nuestras "llaves" ya no solo protegen objetos físicos. Protegen nuestra identidad, nuestro dinero, nuestras fotos, correos, conversaciones, archivos… todo lo que somos en internet. Las contraseñas son la primera línea de defensa de nuestra vida digital y al igual que reforzamos la seguridad de nuestro hogar con cerraduras y alarmas, también deberíamos aplicar capas de protección a nuestras cuentas online, especialmente las financieras. A pesar del avance en tecnologías de seguridad, el 90% de las contraseñas de los usuarios en todo el mundo siguen siendo vulnerables a los ataques de ciberdelincuentes. Esto se debe, en gran parte, a que muchas personas siguen utilizando combinaciones fáciles de adivinar, como nombres de mascotas o fechas de cumpleaños. A lo largo del año 2024, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), a través de su equipo de respuesta a incidentes de ciberseguridad, gestionó un total de 97.348 incidentes de ciberseguridad, lo que representa un aumento del 16,6% en comparación con 2023. De estos, el 67,6% (65.808 incidentes) afectaron a la ciudadanía y el 32,4% (31.540 incidentes) a empresas, incluyendo pymes, micropymes y autónomos. Con motivo del Día Mundial de la Contraseña, que se celebra este jueves 8 de mayo, es fundamental reflexionar sobre la seguridad de nuestras claves de acceso. Y esto es, precisamente, uno de los objetivos que persigue Banco Santander mediante su compromiso con la ciberseguridad y la protección de sus clientes, así como de la sociedad en su conjunto. Un trabajo que se vertebra en torno a dos ejes: el refuerzo continuo de sus mecanismos internos de seguridad, con infraestructuras robustas que ofrezcan a sus clientes procesos seguros y, al mismo tiempo, sencillos y cómodos; y múltiples iniciativas de formación y concienciación sobre estos temas, para ayudar a las personas a operar de forma segura en un entorno digital en continua evolución, en el que los riesgos son cada vez más sofisticados y difíciles de identificar. Este año, para concienciar a la población de los peligros que conlleva utilizar contraseñas débiles, la entidad ha lanzado una campaña global que pone el foco en la importancia de utilizar contraseñas robustas y que estará visible este jueves 8 de mayo, durante 24 horas, en las sucursales del Santander. Y es que hoy en día todos estamos al corriente de técnicas engañosas como el phishing o envío masivo de correos electrónicos fraudulentos, el vishing (llamadas telefónicas falsas) o el smishing (mensajes de texto fraudulentos), pero se van incorporando otras técnicas como el spoofing, donde un atacante falsifica una dirección de correo, teléfono o incluso una web completa para hacerse pasar por una fuente legítima; o el 'Fraude del CEO', muy usado...

May 8, 2025 - 07:04
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¿Sigues usando '123456'? Banco Santander te explica por qué tu contraseña es una trampa
Piensa en la puerta de tu casa. ¿La dejarías abierta al salir? ¿Usarías una cerradura fácil de forzar o compartirías la llave con cualquiera? Probablemente, no. Sin embargo, eso es exactamente lo que miles de personas hacen cada día con sus contraseñas: usan claves débiles, fáciles de adivinar, o repiten la misma en todas sus cuentas. En un mundo cada vez más digital, nuestras "llaves" ya no solo protegen objetos físicos. Protegen nuestra identidad, nuestro dinero, nuestras fotos, correos, conversaciones, archivos… todo lo que somos en internet. Las contraseñas son la primera línea de defensa de nuestra vida digital y al igual que reforzamos la seguridad de nuestro hogar con cerraduras y alarmas, también deberíamos aplicar capas de protección a nuestras cuentas online, especialmente las financieras. A pesar del avance en tecnologías de seguridad, el 90% de las contraseñas de los usuarios en todo el mundo siguen siendo vulnerables a los ataques de ciberdelincuentes. Esto se debe, en gran parte, a que muchas personas siguen utilizando combinaciones fáciles de adivinar, como nombres de mascotas o fechas de cumpleaños. A lo largo del año 2024, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), a través de su equipo de respuesta a incidentes de ciberseguridad, gestionó un total de 97.348 incidentes de ciberseguridad, lo que representa un aumento del 16,6% en comparación con 2023. De estos, el 67,6% (65.808 incidentes) afectaron a la ciudadanía y el 32,4% (31.540 incidentes) a empresas, incluyendo pymes, micropymes y autónomos. Con motivo del Día Mundial de la Contraseña, que se celebra este jueves 8 de mayo, es fundamental reflexionar sobre la seguridad de nuestras claves de acceso. Y esto es, precisamente, uno de los objetivos que persigue Banco Santander mediante su compromiso con la ciberseguridad y la protección de sus clientes, así como de la sociedad en su conjunto. Un trabajo que se vertebra en torno a dos ejes: el refuerzo continuo de sus mecanismos internos de seguridad, con infraestructuras robustas que ofrezcan a sus clientes procesos seguros y, al mismo tiempo, sencillos y cómodos; y múltiples iniciativas de formación y concienciación sobre estos temas, para ayudar a las personas a operar de forma segura en un entorno digital en continua evolución, en el que los riesgos son cada vez más sofisticados y difíciles de identificar. Este año, para concienciar a la población de los peligros que conlleva utilizar contraseñas débiles, la entidad ha lanzado una campaña global que pone el foco en la importancia de utilizar contraseñas robustas y que estará visible este jueves 8 de mayo, durante 24 horas, en las sucursales del Santander. Y es que hoy en día todos estamos al corriente de técnicas engañosas como el phishing o envío masivo de correos electrónicos fraudulentos, el vishing (llamadas telefónicas falsas) o el smishing (mensajes de texto fraudulentos), pero se van incorporando otras técnicas como el spoofing, donde un atacante falsifica una dirección de correo, teléfono o incluso una web completa para hacerse pasar por una fuente legítima; o el 'Fraude del CEO', muy usado...