Secuestrada por su familia por rechazar un matrimonio arreglado: la historia de una huida imposible
El pasado lunes 3 de marzo, tomó la decisión de marcharse de casa de sus padres, en Alzira ( Valencia ). Llenó la maleta con sus cosas y le comunicó a su madre que como «era mayor de edad» ya no quería vivir con ellos. Estos no lo aceptaron, tanto que interpusieron una denuncia por desaparición esa misma noche. La joven, mientras, tenía decidido emprender una nueva vida junto a su pareja en Logroño , lo que llevó a su familia a iniciar una batalla por todos los medios para evitarlo. La Policía Nacional, mediante el arduo trabajo de hasta cuatro comisarías diferentes de múltiples puntos del territorio nacional, ha detenido a los padres y a los hermanos de la víctima acusados de secuestrarla y obligarla a volver a casa, tan sólo 20 días después de la 'huida imposible' . Un rapto impropio por su naturaleza que suscitó el interés ciudadano tanto en La Rioja como en la Comunidad Valenciana. Aquel 3 de marzo, de noche, la joven y su pareja marcharon raudos a la estación de autobuses de Valencia para viajar a Logroño. Decisión que conocieron sus familiares, quienes se presentaron en las mismas instalaciones para impedir que se marchara. Pero lo hizo y agentes de la Policía Nacional tuvieron que intervenir para mediar y hacer prevalecer el derecho de la joven a decidir. «Manifestó su deseo irse y no compartía los planes de boda que le habían concertado sus padres », relatan fuentes cercanas a la investigación. Además, la víctima denunció el control sistemático al que se veía sometida por sus progenitores y sus hermanos. Finalmente, el pasado sábado 22 de marzo, hasta seis personas se presentaron en su nuevo domicilio en Logroño y entraron a la fuerza para llevársela de vuelta. Ella y su novio se encerraron en una habitación, pero consiguieron abrirla y tras forcejear con él, la cogieron, la arrastraron y la sacaron en contra de su voluntad para introducirla en un vehículo. A partir de este momento, arrancó la investigación policial tras la denuncia presentada por la pareja y un familiar que se encontraban en el domicilio, enfocando las pesquisas de manera exclusiva en la 'vendetta' de la familia y su cruzada para regresarla a Alzira. Un día después, el pasado domingo, agentes policiales detuvieron a la madre en la citada localidad valenciana y el lunes a sus otros dos hijos, hermanos de la víctima. No obstante, faltaba encontrarla a ella y a su padre. Ni rastro de ellos en el municipio de la comarca de la Ribera. Fruto del incremento notable del interés mediático del caso, el progenitor tomó la decisión de 'tranquilizar' a su círculo más cercano con un vídeo en redes sociales de su pequeña. Según concretan las mismas fuentes, la obligó a grabarse dirigiéndose a sus amigos y a las fuerzas del orden para decir que «estaba bien» y que «no estaba retenida», además de explicar que «se había ido de Logroño voluntariamente». Pese a ello, la Policía siempre trabajó desde la hipótesis de que este video había sido grabado presuntamente bajo coacción y supuestamente difundido por los propios autores de los hechos en redes sociales para evitar la investigación policial. Así, con el miedo en el cuerpo de una detención inminente, decidió presentarse con su hija en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional de Lleida. Allí explicó que había secuestrada por todas personas y que había conseguido liberarla. Mientras, la sujetaba pareciendo que estuviera desmayada, lo que llevó a los agentes a pensar que la había suministrado algún tipo de droga . Los indicativos, ante la gran cantidad de indicios y las detenciones ya practicadas contra el resto de su familia implicada, lo arrestó al tiempo que la víctima fue trasladada a un hospital para recibir asistencia sanitaria, donde confirmó que en todo momento estuvo bajo coacción.
El pasado lunes 3 de marzo, tomó la decisión de marcharse de casa de sus padres, en Alzira ( Valencia ). Llenó la maleta con sus cosas y le comunicó a su madre que como «era mayor de edad» ya no quería vivir con ellos. Estos no lo aceptaron, tanto que interpusieron una denuncia por desaparición esa misma noche. La joven, mientras, tenía decidido emprender una nueva vida junto a su pareja en Logroño , lo que llevó a su familia a iniciar una batalla por todos los medios para evitarlo. La Policía Nacional, mediante el arduo trabajo de hasta cuatro comisarías diferentes de múltiples puntos del territorio nacional, ha detenido a los padres y a los hermanos de la víctima acusados de secuestrarla y obligarla a volver a casa, tan sólo 20 días después de la 'huida imposible' . Un rapto impropio por su naturaleza que suscitó el interés ciudadano tanto en La Rioja como en la Comunidad Valenciana. Aquel 3 de marzo, de noche, la joven y su pareja marcharon raudos a la estación de autobuses de Valencia para viajar a Logroño. Decisión que conocieron sus familiares, quienes se presentaron en las mismas instalaciones para impedir que se marchara. Pero lo hizo y agentes de la Policía Nacional tuvieron que intervenir para mediar y hacer prevalecer el derecho de la joven a decidir. «Manifestó su deseo irse y no compartía los planes de boda que le habían concertado sus padres », relatan fuentes cercanas a la investigación. Además, la víctima denunció el control sistemático al que se veía sometida por sus progenitores y sus hermanos. Finalmente, el pasado sábado 22 de marzo, hasta seis personas se presentaron en su nuevo domicilio en Logroño y entraron a la fuerza para llevársela de vuelta. Ella y su novio se encerraron en una habitación, pero consiguieron abrirla y tras forcejear con él, la cogieron, la arrastraron y la sacaron en contra de su voluntad para introducirla en un vehículo. A partir de este momento, arrancó la investigación policial tras la denuncia presentada por la pareja y un familiar que se encontraban en el domicilio, enfocando las pesquisas de manera exclusiva en la 'vendetta' de la familia y su cruzada para regresarla a Alzira. Un día después, el pasado domingo, agentes policiales detuvieron a la madre en la citada localidad valenciana y el lunes a sus otros dos hijos, hermanos de la víctima. No obstante, faltaba encontrarla a ella y a su padre. Ni rastro de ellos en el municipio de la comarca de la Ribera. Fruto del incremento notable del interés mediático del caso, el progenitor tomó la decisión de 'tranquilizar' a su círculo más cercano con un vídeo en redes sociales de su pequeña. Según concretan las mismas fuentes, la obligó a grabarse dirigiéndose a sus amigos y a las fuerzas del orden para decir que «estaba bien» y que «no estaba retenida», además de explicar que «se había ido de Logroño voluntariamente». Pese a ello, la Policía siempre trabajó desde la hipótesis de que este video había sido grabado presuntamente bajo coacción y supuestamente difundido por los propios autores de los hechos en redes sociales para evitar la investigación policial. Así, con el miedo en el cuerpo de una detención inminente, decidió presentarse con su hija en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional de Lleida. Allí explicó que había secuestrada por todas personas y que había conseguido liberarla. Mientras, la sujetaba pareciendo que estuviera desmayada, lo que llevó a los agentes a pensar que la había suministrado algún tipo de droga . Los indicativos, ante la gran cantidad de indicios y las detenciones ya practicadas contra el resto de su familia implicada, lo arrestó al tiempo que la víctima fue trasladada a un hospital para recibir asistencia sanitaria, donde confirmó que en todo momento estuvo bajo coacción.
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