Sánchez sigue sin explicar las causas del apagón y arremete contra los ultrarricos de las nucleares
El presidente del Gobierno rebate al PP la apuesta por la energía nuclear, que vincula a los intereses de las grandes energéticas

Nada nuevo bajo el sol. Pedro Sánchez no ha ofrecido este miércoles ni un dato nuevo a los diputados sobre el apagón y ha pedido tiempo para conocer la causa de la "concatenación de anomalías que, en pocos segundos, desestabilizó el sistema eléctrico y provocó un corte masivo del suministro". El jefe del Ejecutivo está rebatiendo al PP la apuesta por la energía nuclear, que vincula a los intereses de las grandes energéticas dirigidas por "ultrarricos".
"Los técnicos necesitarán el tiempo que requieran, y nuestra responsabilidad es dárselo. No deja de ser paradójico que los mismos que acusan al Ejecutivo de no haber dado aún información sobre el apagón lleven días proponiendo una solución que consiste, qué casualidad, en su agenda ideológica y en los intereses de algunas empresas energéticas que tienen interés en determinadas centrales nucleares", ha dicho Sánchez. El Gobierno reitera machaconamente que hay que examinar de forma minuciosa unos 756 millones de datos, generados por las 4.200 plantas del sistema entre las 12:15 y las 12:35 de aquel día.
El presidente ha vuelto a confrontar la tesis difundida por algunos expertos sobre el colapso de la red eléctrica: "Me gustaría recomendar algo a la ciudadanía: que desconfíe de quienes le dicen que esto va de renovables o nucleares, porque no es así. A día de hoy, quiero decirles a los ciudadanos, para su tranquilidad, que no hay evidencia empírica que indique que el incidente fuera provocado por un exceso de renovables o una falta de nucleares".
El futuro energético de España o es verde o no será, dice Sánchez, que también ha aprovechado para hacer pedagogía ideológica. "No vamos a desviarnos ni un solo milímetro de la hoja planificada desde 2018 en materia energética. Las renovables no son solo el futuro, son nuestra única y mejor opción. Son la única manera de reindustrializar España, modernizar sectores vitales para nuestra economía, crear oportunidades en la España interior, evitar el desastre ecológico y construir una Europa autónoma", ha dicho.
El líder socialista se está sometiendo al escrutinio de la Cámara en un contexto de alta tensión política y creciente desconfianza ciudadana en las instituciones tras el apagón eléctrico del pasado 28 de abril, que dejó sin suministro a millones de españoles durante horas. Sánchez ha entrado de lleno en el debate nuclear, porque le interesa usar la vulnerabilidad del sistema como arma de combate ideológico mientras diluye las responsabilidades y retrasa los datos que se compromete a dar con total transparencia.
"Es verdad que la oposición de Feijóo y Abascal intenta retratar al Gobierno como un ultra antinuclear. Y la posición del Gobierno en esta materia es racional y razonable. Para su información, en 2019, las grandes empresas energéticas, que son propietarias de estas centrales, pactaron entre ellas un calendario de cierre para las centrales aún operativas. El Gobierno apoya su decisión. Desde entonces, hemos dicho lo mismo: si ellas acuerdan otro calendario, las escucharemos, porque somos un Gobierno dialogante", ha detallado el presidente.
"Ahora bien, lo haremos si se cumplen tres requisitos de sentido común: que esa prórroga garantice la seguridad de los ciudadanos, que sea económicamente viable y que sea a costa del bolsillo de los ultrarricos que presiden esas energéticas. Y, además, que la medida sea conveniente para garantizar la seguridad del sistema eléctrico. Ya me dirán lo ideológico que es esto. En todo caso, la realidad es que, en este momento, estamos lejos de que esos tres requisitos se cumplan. Ninguna de esas empresas ha formalizado la petición de prolongar el calendario de cierre. Las propias empresas todavía están estudiando si tiene sentido hacerlo. Lo que quieren estas grandes empresas es que sean las clases medias quienes paguen eso, y no ellos", ha zanjado Sánchez.
Las conexiones que hace Sánchez
El presidente ha explicado también parte de su plan de defensa, para lo que estaba prevista la sesión incialmente. El líder socialista ha relacionado el apagón con una posible amenaza híbrida, como el ciberataque que no descarta, porque le permite enmarcar el aumento del presupuesto militar como una medida de protección nacional, no solo en el ámbito bélico tradicional, sino también en el terreno digital y de infraestructuras críticas. Esto, cree el presidente y su equipo, facilita la aceptación social y parlamentaria, especialmente en un país como España, donde el gasto militar genera debate.
En un contexto de inestabilidad internacional (guerra en Ucrania, tensiones en Oriente Medio, injerencias digitales), introducir la idea de que España también es vulnerable aumenta la percepción de riesgo y, con ello, la necesidad de invertir en prevención y resiliencia, lo que incluye telecomunicaciones seguras y ciberseguridad. Por eso, Sánchez ha anunciado que el 31% de la inversión del plan se destinará a adquirir nuevas capacidades de telecomunicaciones y ciberseguridad.
"Ayer mismo [por este martes], el Consejo de Ministros dio un paso importante en este sentido, y aprobó una primera inversión de 1.157 millones para las acciones recogidas en el Plan Nacional de Ciberseguridad", ha dicho Sánchez.
En Moncloa se esfuerzan en blindar la imagen de un Ejecutivo que dice actuar con transparencia y firmeza, aunque todavía no haya versión oficial sobre por qué el país se fue a negro. Sánchez ha prometido rigor, prudencia y cooperación con las operadoras del sistema eléctrico para esclarecer lo sucedido, pero la oposición y parte del sector energético acusan al Gobierno de querer diluir responsabilidades aprovechando la complejidad del sistema.
El foco, en cualquier caso, está sobre Red Eléctrica de España (REE), operador del sistema y principal señalado por las eléctricas, que reclaman un papel activo en el comité de análisis y critican la falta de información recibida hasta ahora.
El ambiente parlamentario está cargado. El PP ha exigido explicaciones inmediatas, advirtiendo de que el apagón revela fallos graves en la planificación y supervisión del sistema eléctrico. Vox, por su parte, ha elevado el tono y pide ceses en REE y responsabilidades políticas. Sumar, socio minoritario del Gobierno, también reclama mayor transparencia y un refuerzo público del sistema energético, mientras que ERC y Bildu exigen garantías de que la investigación será independiente.
La comparecencia, solicitada por el propio Sánchez e inicialemente prevista para abordar el gasto en defensa, pretende retomar la iniciativa política tras semanas de desgaste acumulado por este y otros frentes abiertos: las revelaciones de la trama Koldo, el cerco al hermano del presidente -recientemente procesado-, y las informaciones sobre su mujer, Begoña Gómez.
El Congreso está viviendo una vez más una sesión tensa, producto de un hemiciclo polarizado y una oposición que no concede margen para ambigüedades. El presidente deberá explicar no solo qué ocurrió durante el apagón, sino cómo se está gestionando la crisis desde el Gobierno y qué reformas se prevén para evitar episodios similares. Su intervención se entiende también como una prueba de liderazgo ante la opinión pública y un intento de calmar las aguas en un sector eléctrico que ha mostrado un malestar inédito en los últimos años.