Qué pasa cuando un tren se queda parado: así lo recuperan Renfe y ADIF tras un apagón como el de España
El apagón eléctrico que vivió España dejó a muchos trenes parados en plena vía. Así es el protocolo de Renfe y ADIF para garantizar la seguridad de los pasajeros, recuperar el servicio y qué compensaciones puedes reclamar.

España ha vivido este lunes “la caída del sistema eléctrico más importante de los últimos años”, en palabras de la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera. El apagón afectó a millones de personas y dejó en evidencia hasta qué punto dependemos de la energía para mantener en funcionamiento infraestructuras críticas.
Entre los sectores más golpeados estuvo el ferroviario: decenas de trenes de Cercanías, Media Distancia e incluso algunas unidades de Alta Velocidad quedaron detenidos en mitad de la vía al interrumpirse el suministro eléctrico de la red.
La pérdida repentina de energía obliga a los trenes eléctricos a detenerse de forma automática como medida de seguridad. Los sistemas de tracción, control y señalización dependen de una alimentación constante que, al fallar, inmoviliza el convoy para evitar riesgos mayores. En ese momento, el maquinista debe seguir un protocolo muy estricto: avisar al Centro de Gestión de Tráfico Ferroviario de ADIF, informar del número de pasajeros a bordo, la ubicación exacta y el tipo de incidencia, y esperar instrucciones.
A partir de ahí, se activa un protocolo de emergencia que prioriza dos cosas: la seguridad de los pasajeros y la protección de la infraestructura ferroviaria. El tráfico de la vía queda cortado, se evalúa la posibilidad de recuperar la energía y se organiza, si es necesario, el rescate o remolque del tren detenido.
La primera vez que ADIF notificó el problema eran las 12:56h, pidiendo dos horas y media después a los pasajeros con viajes previstos “no desplazarse a las estaciones”. Cerca de las ocho de la tarde corroboraron que los trenes de larga y media distancia no circularían en todo el día “con independencia de la evolución de la incidencia del suministro eléctrico”.
En torno a las diez de la noche, el ministro de Transportes del Gobierno de España, Óscar Puente, explicaba que los centros de Mando de Atocha y Chamartín de ADIF y el centro de control operativo de Renfe ya tenían energía y estaban “levantando sistemas”, si bien todavía quedaban once trenes “pendientes de rescate”. Pasada la medianoche informaba de que quedaban solo tres por recuperar y de que la recuperación de tensión en la red estaba permitiendo que algunos convoyes reanudasen la marcha.
¿Qué protocolo se activa cuando un tren queda parado en la vía?
Una vez que el centro de control recibe el aviso, se activa el protocolo de emergencia ferroviaria. La primera medida es interrumpir el tráfico en la vía afectada para garantizar la seguridad. Después, se intenta recuperar el suministro eléctrico si es posible.
Si no se consigue, se envía una locomotora de auxilio o un tren remolcador desde el punto más cercano.
En situaciones graves (por ejemplo, falta de ventilación en túneles), se puede organizar una evacuación controlada de los pasajeros, siempre con apoyo de personal ferroviario y cuerpos de emergencia.
La prioridad siempre, evidentemente, es proteger a las personas antes que intentar mover el tren.
¿Cómo se gestiona un tren detenido en líneas de alta velocidad como el AVE?
En trenes AVE, donde se circula a más de 250 km/h, las normas son aún más estrictas.
Evacuar a pie en una línea de alta velocidad es la última opción, ya que implica mayores riesgos debido a las características de la infraestructura (túneles largos, áreas de difícil acceso).
Renfe y ADIF realizan simulacros periódicos para entrenar a sus equipos ante situaciones de emergencia como la de ayer, que dejó decenas de trenes parados en mitad de trayectos, provocando importantes retrasos y bloqueos en varias líneas ferroviarias.
Los pasajeros afectados fueron informados a bordo, pero en muchos casos tuvieron que esperar durante horas hasta que se pudo reactivar el servicio, remolcar los trenes o reordenar la circulación.