Presenta SHCP estrategia para adicionar 0.7 pb al crecimiento
El secretario de Hacienda, Edgar Amador, explicó que si la economía crecería 2.0 por ciento este año, con la estrategia estaría avanzando 2.7 por ciento.

El secretario de Hacienda, Edgar Amador, presentó una estrategia para potenciar el crecimiento económico en 0.7 puntos porcentuales y generar 700 mil empleos adicionales, mediante el aumento de las compras gubernamentales y la sustitución de importaciones.
“La estrategia que estamos presentando en este momento, impulsada y dirigida por la presidenta, lo que busca es incidir sobre las distintas variables del Producto Interno Bruto (PIB) con el fin de aumentar el crecimiento”, enfatizó y explicó que si la economía crecería 2.0 por ciento este año, con la estrategia estaría avanzando 2.7 por ciento.
“Si logramos un incremento del 10 por ciento al menos en las compras gubernamentales y si además logramos sustituir el 10 por ciento de las importaciones manufactureras, y estimulamos directamente la demanda interna, por medio de los programas sociales, lograríamos un crecimiento adicional del PIB de 0.7 por ciento”, explicó.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, precisó que las compras gubernamentales representan cerca del 11 por ciento del PIB, tomando todos los órdenes de gobierno.
“México es una de las potencias manufactureras del mundo, para que tengan una idea, éstas representan un porcentaje del PIB en México de 20 por ciento y en Europa es de cerca de 14 o 15 por ciento”, dijo.
Subrayó que si se logran sustituir las importaciones manufactureras y se estimula la demanda interna con los programas sociales, eso le da un soporte muy fuerte al consumo y el fortalecimiento de proveedores nacionales.
Advierten riesgos
Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis de Vector Casa de Bolsa, expresó que la estrategia es buena, ya que por un lado trata de hacer más fácil la exportación de productos mexicanos a Estados Unidos, cumpliendo con las reglas de origen del T-MEC.
“Sin embargo, la sustitución tiene una contraparte: un incremento en precios, que tendría un impacto inflacionario, debido a que los insumos chinos eran más baratos –en algunos casos porque eran un poco desleales, al no pagar impuestos allá–, pero sustituirlos por productos mexicanos que cumplen con todas las reglas fiscales traerá consigo un aumento de costos”, estimó.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, advirtió que la estrategia representa un claro riesgo para las finanzas públicas, ya que aumentar el gasto en compras gubernamentales es contrario a los esfuerzos por lograr la consolidación de las finanzas públicas, que busca bajar el déficit fiscal de 5.7 por ciento del PIB en 2024 a un rango entre 3.9 por ciento y 4.0 por ciento en 2025.
Por su parte, Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, expresó que la verdadera fuente del crecimiento permanente es la inversión productiva, la cual no solo eleva el potencial productivo, sino además le permite a la economía crecer a tasas mayores y de manera saludable y equilibrada.
“Por supuesto, los gobiernos pueden generar estímulos de política económica para hacer crecer una economía, pero ese crecimiento no es duradero, porque se basa en el estímulo a la demanda y mayormente al consumo”, señaló.
Los apoyos al consumo, dijo, no generan capacidad productiva como lo hace la acumulación de capital a través de la inversión en capital físico y humano, lo cual a su vez aumenta la productividad y promueve el desarrollo tecnológico.
Muiz recomendó, por otra parte, poner mucho cuidado para no proteger de más la industria mexicana a tal grado que pierda competitividad con el mercado global, como ocurrió hace varias décadas.
Siller agregó que sustituir importaciones manufactureras también representa un riesgo, pues el gobierno tendría que estimular la producción interna, generando una carga adicional para las finanzas públicas.
Asimismo, advirtió que impulsar el consumo a través de programas sociales solo agravará el problema de rigidez del gasto público, es decir, gasto que difícilmente podrá ser recortado en el futuro debido al elevado costo político que implica.