Piden que no se emplee el término TEA para las personas con autismo que no requieren atención médica 'o de otro tipo'

Desde la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) aseguran que, en la actualidad, el autismo es considerado un desarrollo neurológico atípico, pero no necesariamente patológico.

Abr 29, 2025 - 10:36
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Piden que no se emplee el término TEA para las personas con autismo que no requieren atención médica 'o de otro tipo'

La Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), que tiene entre sus fines asesorar e informar sobre cuestiones relacionadas con las ciencias médicas y de la salud al servicio de la sociedad, acaba de hacer público un comunicado con motivo de una sesión científica realizada el pasado 1 de abril, un día antes del Día Mundial del Autismo.

El objetivo de su comunicado es "clarificar, científica y socialmente", la situación actual del autismo y "contribuir a una mayor y correcta concienciación de la realidad que supone dicha condición", así como mostrar su posición con respecto los términos que en la actualidad se utilizan para referirse al autismo desde entidades como la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) y la OMS en sus respectivas clasificaciones de enfermedades (DSM-5 y CIE-11), incluyen al autismo entre los trastornos del neurodesarrollo.

"Engloban las diversas formas bajo una denominación única de Trastorno del Espectro Autista (TEA) y especifican que su diagnóstico necesita de la presencia de una sintomatología caracterizada por un déficit persistente en la habilidad para iniciar y sostener relaciones de interacción social y de comunicación recíproca y por una diversidad de patrones de comportamiento e intereses restrictivos, repetitivos e inflexibles. Las personas con TEA necesitan una atención especial con determinadas ayudas y adaptaciones para su integración en una sociedad mayoritariamente neurotípica (no autista)", explican.

Desde la RANME creen que, con independencia de lo arriba indicado, no todos los autistas muestran las dificultades que tienen de forma evidente, "muchos, fundamentalmente en la edad adulta, de forma consciente, o en la mayoría de las ocasiones de manera inconsciente, compensan sus rasgos para evitar el estigma y/o el rechazo social con técnicas denominadas de camuflaje o enmascaramiento. Esto les facilita pasar inadvertidos, sin diagnóstico ni ningún otro tipo de identificación y hace que el autismo no sea percibido la mayoría de las veces en adultos y, aún más especialmente, en el sexo femenino".

A ello les ayuda, aseguran, una buena capacidad intelectual y algunas características que pueden suponer "fortalezas en determinados contextos, como un aumento en el foco de atención y una elevada disposición para el análisis y la sistematización".

En la actualidad, el autismo es considerado un desarrollo neurológico atípico, pero 'no necesariamente patológico'

En los últimos años numerosos estudios han venido a mostrar que esa compensación, si bien les facilita su integración en la sociedad, se produce con esfuerzo y ansiedad y es también causa de muchos problemas emocionales, lo que provoca que, con frecuencia "sufran una mala calidad de vida y repercusiones en su salud mental como depresión, pensamientos suicidas, dificultades de identidad y ausencia de reconocimiento".

Nueva comprensión, nuevos términos

Como aseguran desde la RANME, la comprensión del autismo ha cambiado de manera sustancial desde que se describió por primera vez hace ochenta años. En la actualidad, y como consecuencia de las investigaciones más recientes, el autismo es considerado un desarrollo neurológico atípico, pero no necesariamente patológico, con una base genética muy poligénica.

Por lo tanto, es inherente al individuo, estando presente durante toda la vida y ocasiona "una manera diferente de procesar la información que condiciona las preferencias y el comportamiento". Esto con frecuencia provoca dificultades en la interacción con la sociedad no autista debido a las demandas de este entorno neurotípico, pero también puede ser fuente de fortalezas en otras áreas no sociales. Su presentación es muy heterogénea y en algunas ocasiones puede acompañarse de diversos trastornos mentales, el más frecuente de los cuales es la discapacidad intelectual.

La denominación de trastorno (TEA) "debería ser reservada solamente para aquellas situaciones que requieran atención médica o de otro tipo"

En consecuencia de todo lo anterior, desde Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), creen que la denominación de trastorno (TEA) no es la más adecuada, en el momento presente, "para el conjunto de las personas autistas y debería ser reservada solamente para aquellas situaciones que requieran atención médica o de otro tipo".

En todas las otras situaciones habría de ser sustituida por “condición de espectro autista” o “identidad autista” y la comunidad médica y el resto de la sociedad deberían de comprender y aceptar la forma de proceder de las personas autistas y aprender a convivir con ellas. Se evitaría así la necesidad de compensar (el camuflaje) por parte estas personas y las graves consecuencias negativas que eso conlleva.