La Virgen de los Remedios de las Siete Palabras, retirada del culto para ser restaurada
La Virgen de los Remedios de las Siete Palabras ha sido retirada del culto recién acabada la Semana Santa para ser restaurada en estos meses por Pedro Manzano, tal y como quedó aprobado por los hermanos en el cabildo general el pasad mes de enero. En primer lugar, como así ha descrito el restaurador, la intervención tendrá un carácter conservativo, « cuya finalidad es la de eliminar los daños existentes a nivel estructural y funcional, y por otro, la aplicación de los tratamientos de restauración que contribuyan a la restitución material y presentación estética de la imagen, con la suficiente flexibilidad como para depurar las deficiencias durante los trabajos, consiguiendo con ello una intervención de restauración personalizada y acorde a los problemas de conservación planteados». Aprovechando la retirada del culto de la imagen, van a efectuarse « estudios de carácter complementarios tales como análisis químico de la policromía, estudio estratigráfico de la capa de color y ultravioleta, entre otros». La dolorosa de Gutiérrez Cano cuenta con deficiencias en los ensambles, de soporte y superficie pictórica. «Las alteraciones observadas de modo superficial y a través del estudio mediante imágenes médicas practicado, determinaron un estado de conservación inadecuado e inestable, tanto a nivel de soporte, debido a las fendas y a la falta de encuentro entre planos de contacto de piezas de madera constituyentes de diversos ensambles, así como de superficie pictórica, éstas en su mayoría relacionadas con la presencia de fisuras, erosión y desgaste, levantamientos y pérdidas de policromía, muchas de ellas relacionadas con el uso cultual». El trabajo de restauración de la Virgen de los Remedios por parte de Pedro Manzano consistirá en «trabajos que, a grandes rasgos, incluirán la consolidación estructural y de las fisuras consignadas, revisión de ensambles y estabilizació n de aquellos que así lo requieran, remoción de los elementos metálicos que en la actualidad estén aportando problemas y en estrecha relación con la correcta conservación preventiva de la obra. Por otro lado, y en base al estado de conservación deficiente observado, se procederá a la sustitución de los brazos articulados a favor de otros de carácter multidireccional elaborados en madera de sapelli, del sistema de fijación de las manos a los antebrazos, del armazón del candelero, del sistema de fijación de la obra al mismo y de éste al paso procesional, así como de la corona en la región superior del cráneo, entre otras actuaciones. En cuanto a la superficie pictórica de la efigie, se procederá a la fijación de aquellas zonas que presenten riesgo de desprendimiento, limpieza, reintegración de lagunas de estucos para, a continuación, reintegrar cromáticamente las pérdidas de capa de color, preservando el carácter devocional de la obra, terminando por aplicar protección en base a la aplicación de resinas sintéticas estables, todo ello bajo la supervisión de la comisión de seguimiento de los trabajos designada por la hermandad, estimándose que éstos pueden extenderse por un total de seis meses». La dolorosa es una talla realizada por Manuel Gutiérrez-Reyes Cano en 1865 , con mascarilla realizada en telas encoladas destaca un rasgo fisonómico por muy pocos conocido y original de esta imagen, ya que tiene los ojos de color celeste. La primera intervención de la titular de las Siete Palabras data de 1948, en que el imaginero José Sanjuán Navarro colocó pestañas y lágrimas. Las restauraciones más trascendentes d atan de 1949 y 1952, cuando por parte de Germán Rodríguez Tovar se procede a variar la posición de la cabeza . La primera de ellas se nos describe de la siguiente manera: « arreglo de la parte de carpintería de su busto y brazos, reformándose, en el sentido de que una vez vestida la imagen se le note menos torcida la cabeza de lo que hasta aquí estaba». La segunda resultó más definitiva en cuando a variar la postura primitiva para colocarla completamente de forma frontal, relatándose como «arreglo en el candelero que forma el cuerpo de la imagen de la Virgen de los Remedios; consistiendo en adaptar definitivamente a su actitud dicha imagen… dicha obra ha consistido en situar la cabeza de la virgen en el mismo eje del candelero y construcción de uno de los brazos de la imagen, con lo cual el perfil de la Virgen ha sido notablemente mejorado, y sin que haya sido tocado en absoluto la cara de la misma». Pedro Manzano es el encargado del mantenimiento y conservación de las imágenes de las Siete Palabras. Ha acometido restauraciones del Cristo de las Siete Palabras en 1992, 2007 y 2009, a la Virgen de la Cabeza en 2008, a San Juan Evangelista en 2012, María Magdalena, María Cleofás y María Salomé en 2018 y, por último la de la Virgen del Rosario en 2019.
La Virgen de los Remedios de las Siete Palabras ha sido retirada del culto recién acabada la Semana Santa para ser restaurada en estos meses por Pedro Manzano, tal y como quedó aprobado por los hermanos en el cabildo general el pasad mes de enero. En primer lugar, como así ha descrito el restaurador, la intervención tendrá un carácter conservativo, « cuya finalidad es la de eliminar los daños existentes a nivel estructural y funcional, y por otro, la aplicación de los tratamientos de restauración que contribuyan a la restitución material y presentación estética de la imagen, con la suficiente flexibilidad como para depurar las deficiencias durante los trabajos, consiguiendo con ello una intervención de restauración personalizada y acorde a los problemas de conservación planteados». Aprovechando la retirada del culto de la imagen, van a efectuarse « estudios de carácter complementarios tales como análisis químico de la policromía, estudio estratigráfico de la capa de color y ultravioleta, entre otros». La dolorosa de Gutiérrez Cano cuenta con deficiencias en los ensambles, de soporte y superficie pictórica. «Las alteraciones observadas de modo superficial y a través del estudio mediante imágenes médicas practicado, determinaron un estado de conservación inadecuado e inestable, tanto a nivel de soporte, debido a las fendas y a la falta de encuentro entre planos de contacto de piezas de madera constituyentes de diversos ensambles, así como de superficie pictórica, éstas en su mayoría relacionadas con la presencia de fisuras, erosión y desgaste, levantamientos y pérdidas de policromía, muchas de ellas relacionadas con el uso cultual». El trabajo de restauración de la Virgen de los Remedios por parte de Pedro Manzano consistirá en «trabajos que, a grandes rasgos, incluirán la consolidación estructural y de las fisuras consignadas, revisión de ensambles y estabilizació n de aquellos que así lo requieran, remoción de los elementos metálicos que en la actualidad estén aportando problemas y en estrecha relación con la correcta conservación preventiva de la obra. Por otro lado, y en base al estado de conservación deficiente observado, se procederá a la sustitución de los brazos articulados a favor de otros de carácter multidireccional elaborados en madera de sapelli, del sistema de fijación de las manos a los antebrazos, del armazón del candelero, del sistema de fijación de la obra al mismo y de éste al paso procesional, así como de la corona en la región superior del cráneo, entre otras actuaciones. En cuanto a la superficie pictórica de la efigie, se procederá a la fijación de aquellas zonas que presenten riesgo de desprendimiento, limpieza, reintegración de lagunas de estucos para, a continuación, reintegrar cromáticamente las pérdidas de capa de color, preservando el carácter devocional de la obra, terminando por aplicar protección en base a la aplicación de resinas sintéticas estables, todo ello bajo la supervisión de la comisión de seguimiento de los trabajos designada por la hermandad, estimándose que éstos pueden extenderse por un total de seis meses». La dolorosa es una talla realizada por Manuel Gutiérrez-Reyes Cano en 1865 , con mascarilla realizada en telas encoladas destaca un rasgo fisonómico por muy pocos conocido y original de esta imagen, ya que tiene los ojos de color celeste. La primera intervención de la titular de las Siete Palabras data de 1948, en que el imaginero José Sanjuán Navarro colocó pestañas y lágrimas. Las restauraciones más trascendentes d atan de 1949 y 1952, cuando por parte de Germán Rodríguez Tovar se procede a variar la posición de la cabeza . La primera de ellas se nos describe de la siguiente manera: « arreglo de la parte de carpintería de su busto y brazos, reformándose, en el sentido de que una vez vestida la imagen se le note menos torcida la cabeza de lo que hasta aquí estaba». La segunda resultó más definitiva en cuando a variar la postura primitiva para colocarla completamente de forma frontal, relatándose como «arreglo en el candelero que forma el cuerpo de la imagen de la Virgen de los Remedios; consistiendo en adaptar definitivamente a su actitud dicha imagen… dicha obra ha consistido en situar la cabeza de la virgen en el mismo eje del candelero y construcción de uno de los brazos de la imagen, con lo cual el perfil de la Virgen ha sido notablemente mejorado, y sin que haya sido tocado en absoluto la cara de la misma». Pedro Manzano es el encargado del mantenimiento y conservación de las imágenes de las Siete Palabras. Ha acometido restauraciones del Cristo de las Siete Palabras en 1992, 2007 y 2009, a la Virgen de la Cabeza en 2008, a San Juan Evangelista en 2012, María Magdalena, María Cleofás y María Salomé en 2018 y, por último la de la Virgen del Rosario en 2019.
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