La semana de infarto en las bolsas mundiales da paso a una primavera de turbulencias
Incertidumbre es la palabra más repetida por los analistas ante unos inversores hipersensibles a cualquier acontecimiento o mensaje sobre la guerra arancelaria.

El plan de aranceles de EEUU ha marcado un punto de inflexión en el rumbo de las bolsas mundiales. La apuesta norteamericana por el regreso del proteccionismo no ha pasado por alto para los inversores, que han demostrado una alta hipersensibilidad a cualquier mensaje. Si algo caracteriza al mercado en estos momentos es la rápida reacción a cualquier mínimo acontecimiento relacionado con los aranceles. El nerviosismo está a flor de piel, pero también la volatilidad, que da muestras de cómo está el ánimo inversor.
La incertidumbre se ha convertido en la palabra por excelencia de la semana, que ha estado marcada por la entrada en vigor de la tasa universal del 10% a todos los países, además de los específicos para cada región. En el caso de la Unión Europea (UE) estaban fijados en el 20%. No obstante, la pausa parcial por tres meses decretada para todos aquellos países que plantearon negociar la disputa comercial y no tomaron represalias, así como la escalada de tensión entre Estados Unidos y China dan paso a un nuevo escenario lleno de incógnitas.
Los grandes bancos estadounidenses han aprovechado la publicación de los resultados del primer trimestre para lanzar varios mensajes de advertencia en este sentido. JP Morgan, el mayor banco de Estados Unidos, ha aludido expresamente a los posibles inconvenientes con los que se pueden topar. "La economía se enfrenta a considerables turbulencias (incluidas las geopolíticas), con los aspectos potencialmente positivos de la reforma fiscal y la desregulación y los potencialmente negativos de los aranceles y las guerras comerciales", ha señalado el presidente del grupo Jamie Dimon, al tiempo que pone el foco también en la inflación pegajosa y los déficits fiscales.
Precisamente, el banquero ha sido una de las voces críticas contra las medidas decretadas por Donald Trump, entre los que también figuran el fundador de Pershing Square Capital, Bill Ackman, o el CEO de BlackRock, Larry Fink. El primer ejecutivo de la mayor gestora de activos del mundo equipara la situación que atraviesan los mercados a la acontecida durante la crisis financiera de 2008 o la pandemia. "Los arrolladores anuncios de aranceles de EEUU han ido más allá de lo que podía haber imaginado en mis 49 años de finanzas", ha admitido en una conversación con los analistas.
En la misma línea, desde Wells Fargo dan un paso más y aseguran que la incertidumbre y la volatilidad van a ser "continuas", también en renta fija, que se ha visto expuesta al impulso inversor. Las bolsas europeas han logrado amortiguar el golpe semanal con retrocesos que abarcan desde el -1% del Ibex 35, pasando por el -1,3% de Fráncfort al -1,8% de Milán, el -2,34% de París y el 2,85 de Londres. En este contexto y teniendo en cuenta los desplomes de la semana pasada, solamente el selectivo español y el Dax alemán aguantan subidas en el cómputo anual, siendo del 5,96% y del 2,34%, respectivamente. Muy lejos del golpe de timón vivido en Wall Street, con el Nasdaq anotándose sus mejores cinco días desde finales de 2022 con un empujón del 7,4% y el S&P500 acumula un alza inédita desde noviembre de 2023. (+5,7%).
La amenaza de un freno económico a nivel mundial gana enteros, lo que abre la puerta a que muchos organismos internacionales y 'think tank' se vean forzados a revisar sus previsiones para este 2025 y en adelante. Bruselas arroja en sus estimaciones preliminares una caída del PIB de hasta el 3,3% en el caso de Estados Unidos y del 0,6% en la UE hasta 2027 si se imponen aranceles permanentes del 20% o se ponen en marcha medidas de represalia. El índice VIX se ha relajado este viernes a los 37 puntos tras moderarse con respecto a los 52 puntos que llegó a superar el pasado día 8 de abril, máximos desde 2020. Desde el 'Día de la Liberación' este indicador, que mide la volatilidad esperada en la bolsa estadounidense durante los próximos 30 días, apunta a unos días de turbulencias en los parqués.
"Hay probabilidad de que se llegue a algún tipo de acuerdo en los próximos meses, porque hay incentivos para acercar posturas tras las negociaciones. Aunque el daño ya está hecho en la confianza del consumidor, las economías están en una buena situación", explica Bosco Ojeda, gestor del fondo GVC Gaesco Columbus. El analista alerta de que muchas decisiones de inversión se van a retrasar debido a este escenario. "Es normal que tanto el inversor como las empresas industriales reaccionen con compras masivas a este tipo de incertidumbre", agrega, al tiempo que ve una oportunidad para reposicionar las carteras.
Más allá de la amenaza del riesgo de recesión económica, desde la consultora Ayming citan un cúmulo de factores como el impacto en las importaciones, el desabastecimiento en ciertos sectores y el riesgo de inflación entre las posibles consecuencias a largo plazo en la economía norteamericana. De momento, el euro se ha convertido en uno de los pocos ganadores de este tsunami tras saltar hasta los 1,13 dólares, si bien ha llegado a colocarse por encima del 1,14 'billetes verdes', un nivel inédito desde marzo de 2022, en pleno estallido de la guerra de Ucrania. En los últimos cinco días la mejora ha sido del 3% y llega al 4% en comparativa con el día 2 de abril.