La 'reforma' de las pensiones que dejó a medias Francisco y las jubilaciones vaticanas

Entre las materias más delicadas, que le esperan al nuevo pontífice tras la 'fumata blanca', se encuentra el futuro de las pensiones de los trabajadores del Vaticano, que no gozan de la mejor salud.

May 7, 2025 - 05:16
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La 'reforma' de las pensiones que dejó a medias Francisco y las jubilaciones vaticanas

Las finanzas será uno de los mayores quebraderos de cabeza del sucesor del Papa Francisco, que será votado a partir de este miércoles por el Cónclave. Entre las materias más delicadas que le esperan al nuevo pontífice, tras la 'fumata blanca', se encuentran las pensiones de los trabajadores del Vaticano que no gozan de la mejor salud. Lo que contrasta, sobre el papel, con el plan de sus homólogos del Instituto para las Obras de Religión (IOR) aunque los últimos datos se remontan a 2023 (el 'Informe' anual no se conocerá hasta junio). El primero fue objeto de una inédita carta del Papa Francisco, publicada el pasado 19 de noviembre, en la que advertía del "desequilibrio" en las cuentas del mismo y nombraba al actual camarlengo, el cardenal Kevin Farrell, como administrador único.

"Medidas estructurales urgentes"

Fue una de las últimas decisiones de Francisco y de las más sorpresivas. En una carta dirigida al Colegio de Cardenales, los prefectos y los responsables de la Curia Roma el sumo pontífice apuntaba que el Plan de Pensiones del Vaticano generaba "un significativo déficit" y, añadía, que diversos estudios realizados por expertos independientes "apuntan hacia un serio potencial desequilibrio en el balance del Fondo, el tamaño del cual tiende a incrementarse cada vez más". Francisco no se andaba por las ramas y señalaba que "el actual sistema no puede garantizar a medio plazo las pensiones para las futuras generaciones".

En una carta, fechada el 19 de noviembre, el Papa Francisco avisaba de "un significante déficit" en el Plan de Pensiones del Vaticano y añadía que "el actual sistema no puede garantizar a medio plazo las pensiones para las futuras generaciones".

A consecuencia de lo anterior, el pontífice señalaba la necesidad de "medidas estructurales urgentes" para garantizar la cobertura de los futuros empleados del Vaticano y la "sostenibilidad" del Fondo de Pensiones. Todo ello, añadía Francisco, "desde una perspectiva de justicia y equidad entre diferentes". El fallecido Papa ya advertía que las decisiones que se deben adoptar requerirán de "una particular sensibilidad, generosidad y buena voluntad para sacrificar una parte por el todo". Sobre el Fondo de Pensiones, informó Reuters, que el 'zar' financiero de la Santa Sede estimaba que el patrimonio neto del Fondo de Pensiones rondaba los 631 millones de euros en 2022. En 1993, cuando se fundó, apenas alcanzaba los 5 millones según la prensa especializada.

Francisco y el 'déficit cero'

Francisco también insistió en la doctrina del 'déficit cero' para equilibrar los números vaticanos. Una observación final que venía precedida del tercer 'tijeretazo' consecutivo en el salario de los cardenales en los últimos tres años, aplicado por el fallecido pontífice el pasado mes de octubre. En concreto, según el último boletín de la Secretaría para la Economía correspondiente al ejercicio de 2023, el desequilibrio presupuestario del Vaticano alcanzaba los 83,5 millones de euros (5 millones más que en 2022).

La Ciudad del Vaticano, con apenas 0,49 kilómetros cuadrados de extensión y una población de alrededor de 800 personas, emplea a unas 4.500 personas según estimaciones de medios internacionales como Associated Press (AP). De los que alrededor de 3.100 trabajan en la Curia Romana y el resto en las oficinas de la Santa Sede, en los Museos Vaticanos y otras estancias oficiales.

A 31 de diciembre de 2023, el fondo de pensiones del banco vaticano contaba con un pasivo neto reconocido de 103,8 millones de euros por 98,7 millones de que disponía en 2022. Además cerró el ejercicio con unas pérdidas de 3,32 millones de euros.

Las pensiones de la banca vaticana

El Plan de Pensiones del IOR presenta un mejor rostro, al menos según las cifras presentadas en el último 'Informe Anual' de la entidad correspondiente al ejercicio de 2023. Es el departamento de finanzas el encargado de gestionarlo y para su financiación se le retiene al empleado un 6% del salario bruto, aunque parte del mismo es transferido directamente al Plan de Pensiones del Vaticano. A 31 de diciembre de 2023, el fondo de pensiones del IOR contaba con un pasivo neto reconocido de 103,8 millones de euros por 98,7 millones de que disponía en 2022. Además cerró el ejercicio analizado con unas pérdidas de 3,32 millones de euros frente a unas ganancias de 35,15 millones del año anterior.

En esta línea, tuvo que afrontar pagos por un montante de 3,78 millones de euros, aunque recibió unas contribuciones de los beneficiarios de 148.000 euros durante los 12 meses a los que hace referencia el Informe. A lo que se sumaron 5,36 millones aportados por el propio Instituto. En total, contribuyeron al plan de pensiones 104 empleados (frente a 102 en 2022) y se beneficiaron del mismo 100 trabajadores ya jubilados (91 el año anterior).

Inquietud entre los trabajadores

Desde la 'Associazione Dipendenti Laici Vaticano (ADLV), que es lo más parecido a un sindicato que hay en la Santa Sede y esta formado por más de 800 empleados laicos del pequeño estado, declinan manifestarse sobre ambos fondos. Sin embargo, la ADLV añade en contestación por escrito a este medio que "en este período de transición delicada, también nosotros estamos esperando entender cómo evolucionará la situación, incluida las pensiones, para luego decidir cómo proceder con nuestras iniciativas". En un comunicado, publicado este lunes, la asociación se preguntaban sobre quién había certificado oficialmente el "supuesto déficit" del Fondo de Pensiones del Vaticano y dónde se podría encontrar esa información. "Los empleados, al contribuir con sus aportaciones al Fondo, desean estar informados sobre la evolución de sus ahorros", señalaban. En cualquier caso, confiaban en que el camarlengo - que es el administrador único desde noviembre- tomará cartas sobre el asunto.

"Estamos esperando entender cómo evolucionará la situación, incluida las pensiones, para luego decidir cómo proceder con nuestras iniciativas", reconocen desde la Associazione Dipendenti Laici Vaticano (ADLV)

Unas inquietudes que vienen reiterando desde el 21 de noviembre del año pasado, cuando aseguraba que "los datos no son públicos" y reiteraban la necesidad de "entender cómo se administran las deducciones de los salarios de los empleados". Además, recordaban, que las pensiones son "una garantía para las generaciones futuras" y reivindicaban que que "la gran mayoría de los empleados del Vaticano ya se han apretado el cinturón". Además hablaban de "un fuerte impacto" por los recortes introducidos en los 2 últimos años: "Hasta 20.000 euros al final de su carrera", especificaban en referencia al incremento del nivel de vida dentro del pequeño estado. Especialmente por el precio de los alquileres en la Santa Sede.