La historia del náufrago español que inspiró a Daniel Defoe para su Robinson Crusoe
Defoe escuchó en un viaje a España un relato que le inspiró para su novela más famosaLa faceta desconocida de William Shakespeare: las palabras que se utilizan a diario y fueron de su invención Dos siglos antes de la publicación de Robinson Crusoe, que tuvo lugar el 25 de abril de 1719, un marino español había vivido en sus propias carnes el ser náufrago y vivir solo en una isla desierta y desconocida durante tres años. Esa fue la historia real que inspiró a la que es considerada la primera novela moderna en lengua inglesa, y que escuchó el propio Daniel Defoe en un viaje por España en su etapa de comerciante. De familia presbiteriana, Defoe tuvo una educación poco habitual en la época, muy liberal y que recibió en la academia del reverendo Charles Morton. Este sería solo el comienzo de una vida en la que fue no solo escritor, sino también espía, revolucionario y comerciante. Moriría el 24 de abril de 1731 tras haber aprovechado el éxito que tuvo su personaje, Robinson Crusoe, inspirado en Pedro Serrano. Pedro Serrano: el náufrago español que inspiró a Robinson Crusoe En 1526, Pedro Serrano era un marino que viajaba en una nao para hacer la ruta La Habana – Cartagena de Indias. Esta se hundió y él fue el único superviviente al llegar a un pequeño atolón que en esos momentos no estaba ni en los mapas, era un terreno totalmente desconocido. Allí permaneció durante ocho años hasta que tuvo lugar su rescate en 1534, tres de años los pasó solo, hasta que luego llegaron otros náufragos con los que compartió ese terreno de arenas blancas y finas y lleno de palmeras. Tras su rescate, Serrano volvió a España y se dedicó a contar su historia de supervivencia de pueblo en pueblo, lo que le hizo ser famoso y rico, y hasta lo llevó a la propia corte del rey Carlos I, donde relató su tiempo en aquella isla perdida del Caribe. La narración de Pedro Serrano no se quedó solo en lo oral, sino que fue manuscrita firmadas por Maestre Juan, y que se encuentran en el Archivo General de Indias en Sevilla, en las que se pueden leer algunas habilidades que le hicieron sobrevivir como el hecho de usar huevos de tortuga para calmar la sed, mezclar agua marina con sangre de lobos marinos para beberla en pequeñas cantidades o como hizo fuego con piedras. Pedro Serrano moriría en 1541 embarcado en las cercanías de las costas de Panamá, pero su relato se quedaría en la memoria oral de los pueblos, siendo escuchado casi dos siglos después por Daniel Defoe, que estaba comerciando con vino en España, y que le inspiraría para crear la novela Robinson Crusoe. Isla Serrana: el terreno actual en el que naufragó Serrano Actualmente esa isla desconocida del Caribe es isla Serrana y pertenece a Colombia. En ella solo viven doce marines que la vigilan de una posible invasión de potencias extranjeras, y que se intercambian cada dos meses. En ella, queda un cartel en la playa en la que se recuerda que, durante ocho años, el náufrago español permaneció perdido, los tres primeros solo, y luego junto a otros.

Defoe escuchó en un viaje a España un relato que le inspiró para su novela más famosa
La faceta desconocida de William Shakespeare: las palabras que se utilizan a diario y fueron de su invención
Dos siglos antes de la publicación de Robinson Crusoe, que tuvo lugar el 25 de abril de 1719, un marino español había vivido en sus propias carnes el ser náufrago y vivir solo en una isla desierta y desconocida durante tres años. Esa fue la historia real que inspiró a la que es considerada la primera novela moderna en lengua inglesa, y que escuchó el propio Daniel Defoe en un viaje por España en su etapa de comerciante.
De familia presbiteriana, Defoe tuvo una educación poco habitual en la época, muy liberal y que recibió en la academia del reverendo Charles Morton. Este sería solo el comienzo de una vida en la que fue no solo escritor, sino también espía, revolucionario y comerciante. Moriría el 24 de abril de 1731 tras haber aprovechado el éxito que tuvo su personaje, Robinson Crusoe, inspirado en Pedro Serrano.
Pedro Serrano: el náufrago español que inspiró a Robinson Crusoe
En 1526, Pedro Serrano era un marino que viajaba en una nao para hacer la ruta La Habana – Cartagena de Indias. Esta se hundió y él fue el único superviviente al llegar a un pequeño atolón que en esos momentos no estaba ni en los mapas, era un terreno totalmente desconocido.
Allí permaneció durante ocho años hasta que tuvo lugar su rescate en 1534, tres de años los pasó solo, hasta que luego llegaron otros náufragos con los que compartió ese terreno de arenas blancas y finas y lleno de palmeras. Tras su rescate, Serrano volvió a España y se dedicó a contar su historia de supervivencia de pueblo en pueblo, lo que le hizo ser famoso y rico, y hasta lo llevó a la propia corte del rey Carlos I, donde relató su tiempo en aquella isla perdida del Caribe.
La narración de Pedro Serrano no se quedó solo en lo oral, sino que fue manuscrita firmadas por Maestre Juan, y que se encuentran en el Archivo General de Indias en Sevilla, en las que se pueden leer algunas habilidades que le hicieron sobrevivir como el hecho de usar huevos de tortuga para calmar la sed, mezclar agua marina con sangre de lobos marinos para beberla en pequeñas cantidades o como hizo fuego con piedras.
Pedro Serrano moriría en 1541 embarcado en las cercanías de las costas de Panamá, pero su relato se quedaría en la memoria oral de los pueblos, siendo escuchado casi dos siglos después por Daniel Defoe, que estaba comerciando con vino en España, y que le inspiraría para crear la novela Robinson Crusoe.
Isla Serrana: el terreno actual en el que naufragó Serrano
Actualmente esa isla desconocida del Caribe es isla Serrana y pertenece a Colombia. En ella solo viven doce marines que la vigilan de una posible invasión de potencias extranjeras, y que se intercambian cada dos meses. En ella, queda un cartel en la playa en la que se recuerda que, durante ocho años, el náufrago español permaneció perdido, los tres primeros solo, y luego junto a otros.