La historia clínica de Maradona, seis análisis y 547 mails, el resultado de un allanamiento de urgencia

El procedimiento en la Clínica Olivos se ordenó después de la declaración de un testigo en el juicio

May 7, 2025 - 16:49
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La historia clínica de  Maradona, seis análisis y 547 mails, el resultado de un allanamiento de urgencia

La declaración de Pablo Dimitroff en el juicio donde se debaten las circunstancias que rodearon la muerte de Diego Armando Maradona derivó ayer en un allanamiento en la Clínica Olivos, donde el testigo, hasta hace pocos días, se desempeñó como director médico. En el procedimiento, personal de la policía bonaerense secuestró 279 fojas que conformarían la historia clínica del astro mundial de fútbol, seis estudios de laboratorio que le practicaron en distintos momentos y 547 correos electrónicos que podrían ser de interés para la causa.

Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales. El allanamiento fue ordenado ayer por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, a cargo del juicio, tras un pedido del Ministerio Público Fiscal.

El pedido para allanar la Clínica Olivos se precipitó después de que Dimitroff presentará en su declaración los resultados de un estudio de laboratorio que le habrían realizado a Maradona el día en que fue operado de un hematoma subdural en la cabeza, a principios de noviembre de 2020. Hasta el momento esa parte de la historia clínica no estaba incorporada en el expediente.

Es más, la semana pasada declaró como testigo Fernando Villarejo, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva de la Clínica Olivos, quien había afirmado que Maradona había sido operado del hematoma subdural sin haberle hecho estudios prequirúrgicos y de laboratorio.

Tras una deliberación de más de media hora, por unanimidad, los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach hicieron lugar al pedido de registro de la Clínica Olivos para secuestrar la historia completa de Maradona.

El allanamiento, finalmente, comenzó anoche después de las 22 y se extendió durante dos horas. Estuvo a cargo de la Dirección Cibercrimen de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

“Dando cumplimiento de la manda judicial, personal de la Dirección de Cibercrimen se constituyó en la Clínica Olivos y se entrevistó con el médico a cargo, Juan Molinos; el gerente, Pablo Castiello, y el apoderado de Swiss Medical, Claudio Ravinovich, quienes interiorizados de la diligencia, autorizaron el acceso a los sistemas informáticos. Verificados los mismos, se procedió al secuestro de archivos en soporte digital y documentación física en soporte papel”, explicaron fuentes policiales.La policía bonaerense secuestró la historia clínica de Diego Maradona

Además, el tribunal decidió que sean citados a prestar declaración testimonial Ronal Cuper, el bioquímico que firmó el análisis de laboratorio, la  instrumentadora quirúrgica Natalia Geraldine Gadda, y el médico Hernán Quintela.

Fernando Burlando, abogado que representa a Dalma y a Gianinna Maradona, dos de las hijas del Diez, adelantó que pedirá que Dimitroff sea investigado por el delito de falso testimonio.

Dimitroff declaró durante cinco horas. Primero, ante preguntas de Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro a cargo de la acusación pública, recordó cómo fue la llegada de Maradona a la Clínica Olivos y los momentos previos y posteriores a la intervención quirúrgica.

El testigo recordó que después de la operación, Maradona “estaba notablemente mejor, era otro paciente”. Y agregó: “El equipo médico estaba muy satisfecho y sus familiares estaban gratamente sorprendidos por la mejoría”.

Después, Dimitroff habló de lo “difícil” que era el paciente Maradona. “No era fácil que [Diego] entendiera que se tenía que dar quieto”, explicó. Y, posteriormente, hizo referencia a un episodio, entre el 5 y 6 de noviembre de 2020, de “excitación psicomotriz bastante complejo, parecía un síndrome de abstinencia, creemos que de alcohol porque era lo que pedía y demandaba”.

Entonces, según recordó el testigo, hablaron con los médicos que tenían el paciente a cargo. Nombró, en ese sentido, al neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, dos de los imputados sentados en el banquillo de los acusados.

Luque y Cosachov les comentaron que esas crisis eran parte del problema que ya tenían en el domicilio y que por momentos lo tenía a Maradona agresivo y excitado.

“Fue a partir de esa situación que planteamos que teníamos un problema por delante y que iba a ser difícil llevarlo al domicilio. Parecía que había una preocupación genuina de nosotros, de los médicos tratantes y de las hijas de lo que estaba pasando con el paciente más allá del drenaje del hematoma subdural”, dijo el testigo.

Cuando el testigo hablaba en primera persona del plural se refería a la Clínica Olivos y la empresa de medicina prepaga Swiss Medical.

“Los médicos tratantes [por Luque y Cosachov] cuando veían la excitación [de Maradona] nos planteaban que se hiciera lo posible para tenerlo tranquilo y sedado. Pero no se puede tener a un paciente permanentemente sedado”, explicó Dimitroff.

El testigo recordó que Maradona estuvo sedado un poco menos que 24 horas. “Tuvimos el efecto que buscábamos, no poner en riesgo al paciente y los accesos que tenía colocados. No se lo puede tener sedado permanentemente. ¿Cómo seguimos, cuál es el plan que pensaban hacer? No estaba en claro de parte de ellos [cuerpo médico tratante] como se iba a continuar el tratamiento".

Entonces, Dimitroff contó que con representantes de Swiss Medical comenzaron a preparar un plan para continuar el tratamiento y ofrecérselo a la familia y a los médicos tratantes.

“Para nosotros la opción de que se vaya a su casa no era la adecuada en ningún momento. El paciente sin control en un domicilio, para mí, era gran parte del problema. Tenía que modificarse esta situación. Tenía que ver con sus conductas, que eran autolesivas; no comía como correspondía, tomaba cosas que no le hacían bien; no se levantaba de la cama; estaba despierto de noche y dormía de día. Nos parecia que el domicilio no era el lugar adecuado para la continuidad del tratamiento que había iniciado en la Clínica Olivos con el drenado del hematoma”, afirmó Dimitroff.

El testigo recordó que hablaron [por la Clínica Olivos y Swiss Medical] con el médico Mario Schiter, quien también declaró como testigo en el juicio y que había atendido a Maradona, que tenía un rol de en una clínica psiquiatra.

“Se armó una estructura con profesionales para que se encarguen de toda estas terapias relacionadas con abusos de sustancias y síndromes de abstinencias de estas sustancias. Queríamos derivarlo”, dijo el exdirector médico de la Clínica Olivos.

Según Dimitroff, el 9 de noviembre de 2020 hubo una reunión con los médicos tratantes y las hijas del astro donde le plantearon lo que creían que era la “única alternativa para continuar la recuperación del paciente”.

El testigo afirmó que le hicieron la propuesta de la derivación. “En este lugar se iban a encargar de su recuperación motriz y se iban a ocupar de las consecuencias de los síndromes de abstinencia”.

Ante una pregunta del fiscal Ferrari, Dimitroff sostuvo que la primera recepción de los médicos tratantes y la familia fue favorable, pero al explicarles que había un límite que era la aceptación del paciente, Luque respondió: “Entonces es imposible, el paciente no quiere otra cosa que irse a su casa”.

Y agregó: “Era la carta [la derivación] adecuada para continuar el tratamiento. Ante la negativa del paciente, la única instancia que quedaba era intentar hacer una internación contra la voluntad del paciente. La única indicación fue plantear que el paciente no fuese a su domicilio, no era lo que médicamente necesitaba”.

Como respuesta, primero, Dimitroff y la empresa de medicina prepaga recibieron un pedido de tiempo.

“Después, nos plantearon que no iban a tomar la opción de la derivación. Que iban a armar algo en el domicilio. Creo que fue el doctor Luque. Me dijo que habían evaluado y que no iban a aceptar ir a otro lado que no fuera un domicilio y que estaban buscando conseguir un domicilio que cumpliera con todos los aspectos que necesitaban para tener un mejor control de todo lo que tenía que ver con el cuidado del paciente una vez externado”, sostuvo el médico. Se trató de una comunicación por chat o por teléfono, no fue personalmente.

El testigo agregó: “El 11 de noviembre, intempestivamente, nos dijeron que habían conseguido el lugar y nos pidieron una ambulancia para el traslado”. El pedido fue hecho personalmente por Cosachov, según Dimitroff.

Dos semanas después, Maradona murió en la casa donde había sido trasladado.