La dura vida de las abuelas de Los Pedroches: «El agua se cogía de los pozos»

En el corazón de Los Pedroches, donde el silencio de los campos aún guarda las memorias de quienes lo trabajaron, seis mujeres dan voz a una generación que vivió entre la dureza del campo, la falta de recursos y la emigración forzada . Antonia, Andrea, María, Agustina, María Asunción y María Antonia son las protagonistas del nuevo capítulo de Crónicas Violeta, una serie audiovisual impulsada por la Diputación de Córdoba que recupera el testimonio de mujeres rurales. Hablar de cómo era la vida en Los Pedroches a mediados del siglo XX es hablar de esfuerzo, escasez y sacrificio. Así lo relatan estas mujeres que vivieron su infancia en un contexto donde e l agua no salía del grifo y la comida se ganaba a pulso . «Hablando de los cántaros, antes había que meterse en los pozos y con un cubo la cogíamos. Y una vez me tocó a mí entrar y me escurrí y me di», relata una de ellas, mientras revive la escena con una mezcla de resignación y valentía. El relato, sencillo pero desgarrador, se repite en cada una de las entrevistas. Con apenas 7 años, muchas ya ayudaban en casa con tareas durísimas. « Con 7 años le sacaba el agua a mi madre para que lavara la ropa ajena. Y con 10 años le dije a mis padres: 'Lo siento, pero yo ya no quiero campo'», cuenta otra de las participantes. La infancia se vivía con una madurez impuesta, sin apenas tiempo para juegos. La falta de oportunidades forzó a muchas familias a separarse. El testimonio de una de las mujeres deja claro lo que significaba esa distancia: «Mi marido se fue a Francia porque no había trabajo en el pueblo. Me quedé con un niño de 4 años y una niña de 8 días . A los 7 años vino mi marido y ya emigramos con él». También hubo quienes buscaron una nueva vida en otras ciudades españolas: « Me fui a Barcelona, estuve 10 años y nos volvimos porque no me encontraba bien en aquel terreno», recuerda con nostalgia. Aquella migración masiva no solo transformó pueblos como Los Pedroches, sino también a las mujeres que tuvieron que adaptarse a entornos hostiles y desconocidos.

May 12, 2025 - 16:13
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La dura vida de las abuelas de Los Pedroches: «El agua se cogía de los pozos»
En el corazón de Los Pedroches, donde el silencio de los campos aún guarda las memorias de quienes lo trabajaron, seis mujeres dan voz a una generación que vivió entre la dureza del campo, la falta de recursos y la emigración forzada . Antonia, Andrea, María, Agustina, María Asunción y María Antonia son las protagonistas del nuevo capítulo de Crónicas Violeta, una serie audiovisual impulsada por la Diputación de Córdoba que recupera el testimonio de mujeres rurales. Hablar de cómo era la vida en Los Pedroches a mediados del siglo XX es hablar de esfuerzo, escasez y sacrificio. Así lo relatan estas mujeres que vivieron su infancia en un contexto donde e l agua no salía del grifo y la comida se ganaba a pulso . «Hablando de los cántaros, antes había que meterse en los pozos y con un cubo la cogíamos. Y una vez me tocó a mí entrar y me escurrí y me di», relata una de ellas, mientras revive la escena con una mezcla de resignación y valentía. El relato, sencillo pero desgarrador, se repite en cada una de las entrevistas. Con apenas 7 años, muchas ya ayudaban en casa con tareas durísimas. « Con 7 años le sacaba el agua a mi madre para que lavara la ropa ajena. Y con 10 años le dije a mis padres: 'Lo siento, pero yo ya no quiero campo'», cuenta otra de las participantes. La infancia se vivía con una madurez impuesta, sin apenas tiempo para juegos. La falta de oportunidades forzó a muchas familias a separarse. El testimonio de una de las mujeres deja claro lo que significaba esa distancia: «Mi marido se fue a Francia porque no había trabajo en el pueblo. Me quedé con un niño de 4 años y una niña de 8 días . A los 7 años vino mi marido y ya emigramos con él». También hubo quienes buscaron una nueva vida en otras ciudades españolas: « Me fui a Barcelona, estuve 10 años y nos volvimos porque no me encontraba bien en aquel terreno», recuerda con nostalgia. Aquella migración masiva no solo transformó pueblos como Los Pedroches, sino también a las mujeres que tuvieron que adaptarse a entornos hostiles y desconocidos.