La calma temporal

Los mercados están tratando de recuperarse de uno de los movimientos bajistas más abruptos que se han registrado en varios años.

May 7, 2025 - 16:54
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La calma temporal

Los datos de crecimiento económico correspondientes al primer trimestre de 2025 (en adelante 1T-25) se vieron distorsionados por la posible imposición de aranceles a las importaciones de los principales socios comerciales de Estados Unidos.

En el caso del PIB norteamericano, destacó la fuerte contribución negativa de las importaciones, mismas que restaron 5.00 puntos porcentuales (pp) al crecimiento trimestral anualizado del periodo (recordemos que las importaciones se restan al PIB de un determinado país debido a que se producen fuera de éste). Esta cifra, que no se había registrado desde el 3T-20 (-7.46 pp) en plena pandemia y, excluyendo este evento, no se había observado desde el 2T-69 (-3.47 pp), respondió a un inusual incremento en la demanda de estos productos en anticipación a posibles aranceles agresivos por parte de la administración del presidente Donald Trump. Aranceles que aún no se implementan del todo a pesar de que se observan en algunos productos aislados como el acero y el aluminio.

Y no se diga la posibilidad de que entrarán en vigor aranceles de 25% a los automóviles no producidos en Estados Unidos, o incluso autopartes producidas fuera de América del Norte. O la sonada tarifa de 145% a las importaciones de China, con excepción de algunos aparatos electrónicos, así como tarifas generalizadas de 10% (no para todos) incluyendo a la Unión Europea y tarifas que se pusieron en pausa 90 días, de los cuales ya transcurrieron 30. En fin, un cúmulo de información cambiante que no sólo disparó la demanda de importaciones durante el 1T-25, sino también de automóviles, de equipo de transporte, de maquinaria y equipo industrial, oro (mismo que llegó a tocar hasta 3,400 dólares por onza en lo que se pensó podría ser un refugio en lugar del debilitado dólar norteamericano), entre otras distorsiones.

Pero al parecer ya hay más calma. A pesar de la volatilidad tan marcada que se generó por las cambiantes decisiones del presidente de Estados Unidos, todo parece indicar que nos encontramos en un periodo de relativa calma temporal, con los mercados tratando de recuperarse de uno de los movimientos bajistas más abruptos que se han registrado en varios años.

México no fue la excepción. Las exportaciones del 1T-25 recibieron el impulso de una fuerte demanda de estos productos en Estados Unidos, por supuesto en anticipación a posibles aranceles, y sobre todo en manufacturas (principalmente autos y partes). El incremento de la actividad manufacturera a causa de esta distorsión permitió contrarrestar las caídas en la construcción, mismas que responden a la cautela de inversionistas locales y extranjeros que probablemente pusieron en pausa sus proyectos (o decisiones de gasto) hasta no contar con un panorama más claro sobre las posibles –y esperemos decididas– estrategias económicas del presidente Trump. México salvó una recesión técnica en parte por el impulso de las exportaciones (sobre todo en el sector agrícola, mismo que también buscaría evitar las tan temidas tarifas arancelarias), así como actividad de comercio y servicios que no cayó a pesar de la marcada desaceleración del empleo.

Haber evitado una recesión técnica (definida como dos caídas consecutivas del PIB), así como encontrarse en una posición relativamente privilegiada en medio de una dura y relativamente inestable guerra comercial, brindan cierto periodo de calma a México. Calma, pero también temporal.

Si bien ahorita esta calma se traduce en un tipo de cambio sorpresivamente apreciado a pesar de los ajustes a la baja en los estimados de crecimiento para nuestro país, así como la posibilidad de que Banco de México baje su tasa de referencia más de lo que se tenía previsto a principios de año, nada nos exime de un abrupto movimiento al alza si el presidente Donald Trump decide aplicar una medida no prevista que perjudique las perspectivas para nuestro país. En el ámbito que sea, pero principalmente en el económico.

Por supuesto que esa posibilidad no queda descartada y sería ahí, justo ahí, cuando concluya el periodo de calma temporal. Tanto para México como para Estados Unidos, si no es que para otros países también.