La Audiencia confirma una reclamación de 111 millones en impuestos a uno de los mayores morosos de Hacienda
La sentencia subraya los "innumerables incumplimientos" y el "elevadísimo riesgo fiscal" del almacén en Girona de la empresa de origen italiano Vittone, que ha llegado a ser la tercera que más debe al Fisco español en la lista de morosos Buscador: consulta los nombres de la lista de morosos de Hacienda La Audiencia Nacional ha confirmado una reclamación de Hacienda de más de 111 millones de euros a la empresa de fabricación de bebidas alcohólicas de origen italiano Vittone 1482 SL, una habitual en las primeras posiciones de varios listados anuales de morosos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Sendas sentencias dictadas en enero por la Sala de lo Contencioso de la Audiencia han desestimado los recursos de la empresa contra una resolución del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) de 22 de julio de 2020 que cifró la cuota final pendiente de ingresar al Fisco por Vittone 1482 en 111.167.382,36 euros, por el Impuesto sobre bebidas alcohólicas del ejercicio 2016. Como consecuencia de los sucesivos recursos que ha interpuesto ante la justicia española, esta empresa ha tenido una relación guadianesca con la lista de morosos, en la que irrumpió con fuerza en la edición de 2017, al situarse en cuarta posición con una deuda que entonces la AEAT cifraba en 134,47 millones. En la del ejercicio 2019 llegó a ocupar el tercer puesto, solo por detrás de dos símbolos del estallido de la burbuja inmobiliaria, Reyal Urbis y Grupo Isolux Corsan. La última vez que apareció fue en la publicada en 2022. Era cuarta con una deuda de 111 millones, que es la cifra pendiente de ingresar a Hacienda que ha confirmado una sentencia del pasado 23 de enero por la Sala de lo Contencioso. Esa reclamación multimillonaria surgió de la obligación de regularizar de golpe con el Fisco las existencias de alcohol que almacenaba la empresa en sus instalaciones en un polígono industrial en Vilamalla (Girona), cerca de Figueres, cuando en 2016 el Estado le retiró la autorización para operar como fábrica de bebidas alcohólicas tras detectar una sucesión de graves irregularidades en el control de esa mercancía. Con la retirada de esa licencia, que según la Audiencia estuvo justificada, más de 11 millones de litros de alcohol puro fueron precintados y obligados a tributar de un día para otro a un gravamen de 9,58 euros por litro. Las resoluciones recogen el descontrol que durante años reinó en los depósitos de alcohol de Vittone, que a finales de 2010 había obtenido permiso para comprar alcohol etílico de alta graduación a granel bajo el régimen suspensivo, es decir, sin pagar impuestos por ello, para rebajarlo con agua y venderlo posteriormente como producto acabado final. Primer aviso El primer aviso llega en 2013, cuando la Intervención de Aduanas recuerda a Vittone que debe llevar una contabilidad rigurosa con las existencias de los productos que tiene envejeciendo en barricas de madera, la obligación de que estas estén numeradas y “perfectamente” identificadas, y la necesidad de contar con “los pertinentes elementos de medición, debiendo llevar una ficha indicando el contenido de producto en proceso de elaboración por cada barrica”. Nada de eso se cumplía. En abril de 2014, Vittone aporta un libro auxiliar con “numerosas incongruencias y deficiencias: no se indicaba la capacidad de cada bota o depósito, ni su unidad de medida, ni su ubicación, ni el producto que contenían”. “Había apuntes de entradas y salidas sin contrapartida; en un mismo depósito se contabilizaban salidas de productos con claves fiscales diferentes; había depósitos de acero inoxidable que estaban vacíos físicamente y, sin embargo, sus correspondientes cuentas en el libro de depósito tenían saldo”, se lee en una de las sentencias. En mayo de 2014 la empresa es incapaz de dar explicaciones sobre una entrada de 4.033,17 litros de materia prima en sus almacenes cuya ubicación dice desconocer. Aparecen tres depósitos de acero inoxidable cuya puesta en funcionamiento no se comunica; tanques “sin numerar, otros numerados con un simple folio numerado y adherido al depósito, otros con marcas de pintura, otros con doble numeración”. Otro aparece pese a que, según la empresa, lo habían tirado. El caos impide a la intervención comprobar el tamaño de las barricas o efectuar un recuento de materias primas y productos en curso. En julio de 2014 vuelven a detectarse “múltiples irregularidades e incongruencias” y un desfase de más de medio millón de litros de alcohol en los registros internos de la empresa. La inspección constata que “las existencias declaradas en los libros, en su conjunto, son las del alcohol guardado en los depósitos de acero, la materia prima principal, y no las del alcohol rebajado y metido en barricas. El resultado es que no se sabe a ciencia cierta a cuánto asciende el resto del alcohol, el rebajado que aún no ha salido de fá

La sentencia subraya los "innumerables incumplimientos" y el "elevadísimo riesgo fiscal" del almacén en Girona de la empresa de origen italiano Vittone, que ha llegado a ser la tercera que más debe al Fisco español en la lista de morosos
Buscador: consulta los nombres de la lista de morosos de Hacienda
La Audiencia Nacional ha confirmado una reclamación de Hacienda de más de 111 millones de euros a la empresa de fabricación de bebidas alcohólicas de origen italiano Vittone 1482 SL, una habitual en las primeras posiciones de varios listados anuales de morosos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT).
Sendas sentencias dictadas en enero por la Sala de lo Contencioso de la Audiencia han desestimado los recursos de la empresa contra una resolución del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) de 22 de julio de 2020 que cifró la cuota final pendiente de ingresar al Fisco por Vittone 1482 en 111.167.382,36 euros, por el Impuesto sobre bebidas alcohólicas del ejercicio 2016.
Como consecuencia de los sucesivos recursos que ha interpuesto ante la justicia española, esta empresa ha tenido una relación guadianesca con la lista de morosos, en la que irrumpió con fuerza en la edición de 2017, al situarse en cuarta posición con una deuda que entonces la AEAT cifraba en 134,47 millones. En la del ejercicio 2019 llegó a ocupar el tercer puesto, solo por detrás de dos símbolos del estallido de la burbuja inmobiliaria, Reyal Urbis y Grupo Isolux Corsan. La última vez que apareció fue en la publicada en 2022. Era cuarta con una deuda de 111 millones, que es la cifra pendiente de ingresar a Hacienda que ha confirmado una sentencia del pasado 23 de enero por la Sala de lo Contencioso.
Esa reclamación multimillonaria surgió de la obligación de regularizar de golpe con el Fisco las existencias de alcohol que almacenaba la empresa en sus instalaciones en un polígono industrial en Vilamalla (Girona), cerca de Figueres, cuando en 2016 el Estado le retiró la autorización para operar como fábrica de bebidas alcohólicas tras detectar una sucesión de graves irregularidades en el control de esa mercancía.
Con la retirada de esa licencia, que según la Audiencia estuvo justificada, más de 11 millones de litros de alcohol puro fueron precintados y obligados a tributar de un día para otro a un gravamen de 9,58 euros por litro. Las resoluciones recogen el descontrol que durante años reinó en los depósitos de alcohol de Vittone, que a finales de 2010 había obtenido permiso para comprar alcohol etílico de alta graduación a granel bajo el régimen suspensivo, es decir, sin pagar impuestos por ello, para rebajarlo con agua y venderlo posteriormente como producto acabado final.
Primer aviso
El primer aviso llega en 2013, cuando la Intervención de Aduanas recuerda a Vittone que debe llevar una contabilidad rigurosa con las existencias de los productos que tiene envejeciendo en barricas de madera, la obligación de que estas estén numeradas y “perfectamente” identificadas, y la necesidad de contar con “los pertinentes elementos de medición, debiendo llevar una ficha indicando el contenido de producto en proceso de elaboración por cada barrica”.
Nada de eso se cumplía. En abril de 2014, Vittone aporta un libro auxiliar con “numerosas incongruencias y deficiencias: no se indicaba la capacidad de cada bota o depósito, ni su unidad de medida, ni su ubicación, ni el producto que contenían”. “Había apuntes de entradas y salidas sin contrapartida; en un mismo depósito se contabilizaban salidas de productos con claves fiscales diferentes; había depósitos de acero inoxidable que estaban vacíos físicamente y, sin embargo, sus correspondientes cuentas en el libro de depósito tenían saldo”, se lee en una de las sentencias.
En mayo de 2014 la empresa es incapaz de dar explicaciones sobre una entrada de 4.033,17 litros de materia prima en sus almacenes cuya ubicación dice desconocer. Aparecen tres depósitos de acero inoxidable cuya puesta en funcionamiento no se comunica; tanques “sin numerar, otros numerados con un simple folio numerado y adherido al depósito, otros con marcas de pintura, otros con doble numeración”. Otro aparece pese a que, según la empresa, lo habían tirado. El caos impide a la intervención comprobar el tamaño de las barricas o efectuar un recuento de materias primas y productos en curso.
En julio de 2014 vuelven a detectarse “múltiples irregularidades e incongruencias” y un desfase de más de medio millón de litros de alcohol en los registros internos de la empresa. La inspección constata que “las existencias declaradas en los libros, en su conjunto, son las del alcohol guardado en los depósitos de acero, la materia prima principal, y no las del alcohol rebajado y metido en barricas. El resultado es que no se sabe a ciencia cierta a cuánto asciende el resto del alcohol, el rebajado que aún no ha salido de fábrica: es decir, el alcohol en fase de envejecimiento que hay en las más de 20.000 barricas que hoy tiene Vittone”.
“Innumerables incumplimientos”
Como señala la Audiencia, “de las Diligencias extendidas por la Inspección es obligado concluir en los graves e innumerables incumplimientos de Vittone 1842 SL”, que hacían imposible fiscalizar su actividad, “con un elevadísimo riesgo fiscal, teniendo en cuenta el volumen de alcohol que circulaba y se depositaba en su establecimiento. En el complejo proceso llevado a cabo para regular las existencias se comprobó que existían 122.540,88 hectolitros de alcohol puro lo que generó una liquidación de 111.914.134,89 euros de cuota”. Esto, sin contar “una conducta de posible vaciamiento patrimonial de la entidad”.
“Si los graves incumplimientos advertidos impiden o dificultan gravemente la posibilidad de la Administración de ejercer los controles inherentes a este tipo de establecimiento, llevando a cabo las actuaciones de control, con un indiscutible riesgo fiscal a tenor de las cantidades de alcohol depositado, la reacción correspondiente de la Administración, tras haber realizado varios requerimientos al respecto, debe ser considerada adecuada y por tanto acorde con el principio de proporcionalidad”.
“No haría falta decir que el desarrollo de la actividad productiva de esta clase de establecimientos que operan en régimen suspensivo tiene como presupuesto que la Administración pueda ejercer los controles correspondientes de las materias primas, de la producción y de los productos finales”. Y si no se pueden llevar estos controles “la consecuencia es la revocación de la autorización”.
La Abogacía del Estado argumentó que cuando le quitaron el permiso, Vittone podría haber expedido la mercancía en régimen suspensivo a otro operador autorizado, “por lo que no se habría producido el devengo del impuesto”. Vittone alegaba en su recurso que no le avisaron de ello. La Audiencia subraya que “no es necesario que la Administración tributaria le informase de la posibilidad, que no derecho”, ya que “esta operativa es común en supuestos como el que aquí acontece liberando al sujeto pasivo de la carga financiera que supone el pago del impuesto por todas las existencias y en un solo momento y debe ser conocida por una entidad como la recurrente que es una gran empresa del sector”.
Vittone, con la que elDiario.es contactó sin obtener respuesta, está vinculada al productor italiano de licores Polini, fundado en 1967, con sede en Brescia y que en su web se presenta como uno de los más importantes del sector en su país “y entre los mayores de Europa”, con exportaciones a 38 países y marcas como MySpritz o Limoncello Liberty. Polini tampoco ha atendido a elDiario.es
Vittone 1842 llegó a tener una veintena de trabajadores. Cerró 2023 con ventas de apenas 37.200 euros y dos empleados. En mayo de 2020, en lo peor de la pandemia y con la Administración buscando desesperadamente geles desinfectantes contra el COVID, sus responsables se mostraban dispuestos en La Vanguardia a donar 20.000 de los 900.000 litros de alcohol que, según explicaron entonces, dormían en ese polígono de Vilamalla, para fabricar gel hidroalcohólico, tan necesario en aquellos momentos. Aseguraban que no podían hacerlo por la maraña judicial en torno al caso. Casi una década después del precinto de sus instalaciones, la Audiencia Nacional se ha pronunciado.