Los partidos de la izquierda andaluza fijan junio como horizonte para cerrar un primer acuerdo de coalición

Las formaciones que aglutina Por Andalucía tratan de recoser la unidad todavía sin cabeza de cartel pese al riesgo de un adelanto electoral Podemos desoye las llamadas a la unidad de Sumar Los partidos que forman parte de la coalición Por Andalucía, que aglutina a partidos a la izquierda del PSOE, empiezan a tomar posiciones ante la inminencia del nuevo proceso electoral. Tanto si el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, termina adelantando los comicios como si se mantiene el calendario previsto, la llamada “izquierda transformadora andaluza” quiere evitar un escenario como el de 2022, con tensas negociaciones hasta el último minuto. En los últimos meses, esas fuerzas han mantenido contactos para ir dando forma a un primer acuerdo que quieren tener listo antes de que comience el verano. La designación de María Jesús Montero como candidata del PSOE a la Presidencia de la Junta de Andalucía ha metido de golpe a todos los partidos de esta comunidad en clave urgente de campaña electoral, empezando por el gran rival a batir, el presidente y líder del PP andaluz. Todas las fuentes consultadas tanto en el Gobierno andaluz como en la oposición coinciden en que la irrupción de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda va a acelerar el calendario electoral, ahora previsto para la primavera de 2026, e incentiva a Moreno a adelantar la cita con las urnas para evitar dos escenarios nefastos para sus intereses. El primero es que se acreciente el desgaste por las críticas a su gestión tras siete años de gobierno. La Junta percibe una conflictividad social creciente por el deterioro de la sanidad pública, con dos derivadas “preocupantes” en los tribunales, donde los jueces investigan al Gobierno de Moreno por posibles delitos de prevaricación y malversación en los contratos con clínicas privadas, beneficiarias con la adjudicación a dedo de millones de euros. El otro escenario que teme el presidente andaluz es que sus rivales, singularmente Montero y la coalición Por Andalucía, completen su renovación y salgan unidos al campo de juego con un chute de motivación en su militancia que haga tambalear la mayoría absoluta del PP. Desde que el PSOE andaluz apartó a Juan Espadas y se encomendó al liderazgo de Montero todos los partidos se han apresurado a lanzar a sus candidatos. Además de los socialistas, tanto el PP como Vox y Adelante Andalucía tienen ya cartel electoral. Solo falta Por Andalucía, la marca que amadrinó Yolanda Díaz en las autonómicas de 2022 y en la que confluyen Izquierda Unida, Podemos, Más País –ya extinto y cuyos dirigentes están integrados en Movimiento Sumar– y otras tres formaciones andalucistas o de izquierdas: Iniciativa del Pueblo Andaluz, Verdes Equo y Alianza Verde. Los principales partidos de lo que ahora es el grupo parlamentario ya han celebrado varias reuniones para intercambiar documentos y empezar a perfilar el diseño de la futura coalición electoral. Esas reuniones comenzaron en diciembre y se retomaron con el comienzo del año y aunque está previsto que se vuelvan a ver en las próximas semanas con alguna propuesta más aterrizada, la meta volante que todas las fuerzas tienen en la mente está en junio. El consenso de esos partidos, aunque algunos lo ven más como un deseo que como un horizonte realista, es que haya un primer acuerdo para el comienzo del verano que sirva a la coalición para empezar a despegar. La idea que ha sobrevolado esas conversaciones es que ese mes queden cerradas las bases para la alianza electoral y sobre todo quién va a estar y quién no. Si más tarde algún partido quiere sumarse a la coalición, tendrá que hacerlo a partir del trabajo ya avanzado por el resto, aseguran las fuentes consultadas sobre lo hablado hasta ahora en la mesa de negociación. “No tenemos miedo a un adelanto, pero tenemos que estar en la calle, tener una papeleta y un mensaje que lanzar a la gente”, resume una fuente al tanto de esas conversaciones. De momento, Izquierda Unida, Movimiento Sumar e Iniciativa del Pueblo Andaluz son los partidos que han mostrado su compromiso total para estar en esa futura coalición que es probable que siga llevando el nombre de Por Andalucía, quizás con algún apellido. La incógnita es Podemos, cuyos dirigentes andaluces han acudido a estas reuniones, pero sin comprometerse hasta conocer el avance de las negociaciones y, sobre todo, las directrices de la dirección estatal.

Abr 7, 2025 - 05:27
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Los partidos de la izquierda andaluza fijan junio como horizonte para cerrar un primer acuerdo de coalición

Los partidos de la izquierda andaluza fijan junio como horizonte para cerrar un primer acuerdo de coalición

Las formaciones que aglutina Por Andalucía tratan de recoser la unidad todavía sin cabeza de cartel pese al riesgo de un adelanto electoral

Podemos desoye las llamadas a la unidad de Sumar

Los partidos que forman parte de la coalición Por Andalucía, que aglutina a partidos a la izquierda del PSOE, empiezan a tomar posiciones ante la inminencia del nuevo proceso electoral. Tanto si el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, termina adelantando los comicios como si se mantiene el calendario previsto, la llamada “izquierda transformadora andaluza” quiere evitar un escenario como el de 2022, con tensas negociaciones hasta el último minuto. En los últimos meses, esas fuerzas han mantenido contactos para ir dando forma a un primer acuerdo que quieren tener listo antes de que comience el verano.

La designación de María Jesús Montero como candidata del PSOE a la Presidencia de la Junta de Andalucía ha metido de golpe a todos los partidos de esta comunidad en clave urgente de campaña electoral, empezando por el gran rival a batir, el presidente y líder del PP andaluz.

Todas las fuentes consultadas tanto en el Gobierno andaluz como en la oposición coinciden en que la irrupción de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda va a acelerar el calendario electoral, ahora previsto para la primavera de 2026, e incentiva a Moreno a adelantar la cita con las urnas para evitar dos escenarios nefastos para sus intereses.

El primero es que se acreciente el desgaste por las críticas a su gestión tras siete años de gobierno. La Junta percibe una conflictividad social creciente por el deterioro de la sanidad pública, con dos derivadas “preocupantes” en los tribunales, donde los jueces investigan al Gobierno de Moreno por posibles delitos de prevaricación y malversación en los contratos con clínicas privadas, beneficiarias con la adjudicación a dedo de millones de euros.

El otro escenario que teme el presidente andaluz es que sus rivales, singularmente Montero y la coalición Por Andalucía, completen su renovación y salgan unidos al campo de juego con un chute de motivación en su militancia que haga tambalear la mayoría absoluta del PP.

Desde que el PSOE andaluz apartó a Juan Espadas y se encomendó al liderazgo de Montero todos los partidos se han apresurado a lanzar a sus candidatos. Además de los socialistas, tanto el PP como Vox y Adelante Andalucía tienen ya cartel electoral. Solo falta Por Andalucía, la marca que amadrinó Yolanda Díaz en las autonómicas de 2022 y en la que confluyen Izquierda Unida, Podemos, Más País –ya extinto y cuyos dirigentes están integrados en Movimiento Sumar– y otras tres formaciones andalucistas o de izquierdas: Iniciativa del Pueblo Andaluz, Verdes Equo y Alianza Verde.

Los principales partidos de lo que ahora es el grupo parlamentario ya han celebrado varias reuniones para intercambiar documentos y empezar a perfilar el diseño de la futura coalición electoral. Esas reuniones comenzaron en diciembre y se retomaron con el comienzo del año y aunque está previsto que se vuelvan a ver en las próximas semanas con alguna propuesta más aterrizada, la meta volante que todas las fuerzas tienen en la mente está en junio. El consenso de esos partidos, aunque algunos lo ven más como un deseo que como un horizonte realista, es que haya un primer acuerdo para el comienzo del verano que sirva a la coalición para empezar a despegar.

La idea que ha sobrevolado esas conversaciones es que ese mes queden cerradas las bases para la alianza electoral y sobre todo quién va a estar y quién no. Si más tarde algún partido quiere sumarse a la coalición, tendrá que hacerlo a partir del trabajo ya avanzado por el resto, aseguran las fuentes consultadas sobre lo hablado hasta ahora en la mesa de negociación.

“No tenemos miedo a un adelanto, pero tenemos que estar en la calle, tener una papeleta y un mensaje que lanzar a la gente”, resume una fuente al tanto de esas conversaciones. De momento, Izquierda Unida, Movimiento Sumar e Iniciativa del Pueblo Andaluz son los partidos que han mostrado su compromiso total para estar en esa futura coalición que es probable que siga llevando el nombre de Por Andalucía, quizás con algún apellido. La incógnita es Podemos, cuyos dirigentes andaluces han acudido a estas reuniones, pero sin comprometerse hasta conocer el avance de las negociaciones y, sobre todo, las directrices de la dirección estatal.

De izquierda a derecha, Pilar Távora (Izquierda Andalucista); Tasio Oliver y Esperanza Gómez (Más País); Francisco Sierra; Mar González (Equo), Sebastián Martín Recio; Toni Valero (IU); José Antonio Jiménez (Iniciativa del Pueblo Andaluz); Nico Sguiglia (Podemos) y Ernesto Alba (PCA).

Aunque en el seno del grupo Por Andalucía hay una predisposición a seguir unidos y consolidar el proyecto y la marca en las próximas andaluzas, hay fuentes que consideran que los pasos que se han dado hasta ahora van “excesivamente lentos”, precisamente porque aunque se trata de una candidatura autonómica, estas elecciones son por muchas razones una partida clave en la escena nacional. Y las direcciones estatales de los partidos están muy pendientes de lo que ocurre en estas conversaciones.

Preocupa, sobre todo, que el pacto andaluz sea moneda de cambio para una negociación de más calado en el conjunto del país, y que las fricciones políticas y personales en Madrid emborronen los avances que se han hecho ya en el Parlamento autonómico. “Preocupa básicamente que se repita 2022”, resume un dirigente del grupo.

El líder de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, que ha sido dos veces candidato en las andaluzas (una desde IU y la segunda en confluencia con el partido que creó Teresa Rodríguez), es una de las personas que ha apremiado a todos los partidos a cerrar filas y lanzar una candidatura unitaria esta misma primavera. “Tiene que ser antes del verano”, dicen fuentes de IU. “Tiene que ser ya. La designación de Montero obliga a estar ya en modo electoral”, avisa otra fuente.

Pero Podemos maneja otro ritmo y las decisiones de la dirección andaluza dependen del visto bueno de la dirección estatal. El partido tiene una fecha marcada en rojo el fin de semana del 11 y 12 de abril, cuando celebra su Quinta Asamblea Ciudadana, que respaldará de nuevo a Ione Belarra como secretaria general y refrendará un documento político en el que la formación ahonda en su enfrentamiento con el proyecto de Yolanda Díaz.

Podemos tiene además la obligación estatutaria de hacer primarias para elegir a sus candidatos (más allá del lugar que ocupen después en las listas de las coaliciones en las que se integren) y según señalan diversas fuentes la dirección estatal quiere que estas estén coordinadas en todos los territorios.

Desde Podemos Andalucía, su líder, Raquel Martínez, ha trasladado a Pablo Fernández, secretario de Organización estatal, su inquietud por que el calendario electoral se precipite. “Ya nos aprieta la bulla, existe un riesgo en ciernes de que Juanma adelante”, avisan fuentes del partido morado.

La semana pasada, el diputado por Córdoba y dirigente de Podemos Andalucía, José Manuel Gómez Jurado, acudió a la fiesta del Partido Comunista de Andalucía (PCA) como muestra de la normalización de las relaciones y de que se está trabajando en preservar la coalición. El líder andaluz de IU, Toni Valero, llamó a su homóloga en Podemos para invitarla a la fiesta: ella se excusó porque le coincidía con otro acto, pero avisó a la dirección estatal de su partido de que enviaría a Gómez Jurado para visibilizar el acercamiento.

En Podemos en cualquier caso restan importancia a la presencia de su diputado autonómico en el acto y recuerdan que se trataba de una charla alrededor del trabajo del grupo parlamentario, aunque su presencia fue recibida por otros miembros de la coalición como una buena señal de cara a las conversaciones. En paralelo, Izquierda Unida está entre las organizaciones a las que Podemos ha invitado a la asamblea del próximo fin de semana.

Evitar los problemas de 2022

Una idea que repiten todas las fuentes consultadas es su voluntad por evitar el tipo de negociaciones a cara de perro que se dieron para cerrar la candidatura de 2022. En aquel momento, las luchas internas por el control de la confluencia andaluza entre Podemos, IU y Más País, bajo la supervisión de Yolanda Díaz desde Madrid, dinamitaron la credibilidad del proyecto de unidad, que pasó de 12 diputados a cinco, el mínimo para tener grupo parlamentario.

La coalición electoral de seis partidos se registró in extremis, dos minutos antes de que la Junta Electoral cerrase las candidaturas, y dejó fuera a Podemos y Alianza Verde, que se resistieron a firmar hasta el último momento. El partido de Ione Belarra siempre ha argumentado que la intención del resto de partidos fue dejarles fuera de la coalición.

A pesar de ese 'shakespeariano' comienzo, el trabajo de los seis partidos dentro del grupo parlamentario Por Andalucía ha ido de menos a más, teniendo en cuenta la legislatura hipotensa que vive el Parlamento con una mayoría absoluta intratable del PP de Moreno. La coalición ha ido engrasando sus relaciones personales y políticas, coordinando sus iniciativas y dando una imagen de unidad de acción cada vez más sólida.

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