La actual vida de Pedro Oliva, ganador de 'GH 4': de su ruptura con Inma y sus problemas de salud

Pedro Oliva se dio a conocer en 2002, año en el que entró en la casa de Gran Hermano, en la cuarta edición del reality. En aquel entonces, era muy común que los participantes de este programa dieran el salto a otros concursos de la cadena. En el caso del zaragozano, continuó su carrera televisiva en Supervivientes, cinco años después de su paso por Guadalix de la Sierra.

Oliva era de esos personajes que siempre cayeron bien a la audiencia. Recordado por su historia de amor con Inma González, a quien conoció en el concurso, se acabó haciendo con el maletín de GH 4. No corrió la misma suerte durante su paso por Honduras, de donde fue expulsado en las primeras semanas contra Raquel Bollo.

Sin embargo, aunque no duró mucho en el reality de supervivencia, todos los seguidores del programa le recuerdan por su famoso salto del helicóptero. Su compañera Chiqui Martí lo empujó y este, con los ojos cerrados, cayó al mar dando la voltereta. Una escena que aún, casi veinte años después, reaparece en las redes sociales cada vez que inicia una nueva edición.

En cuanto a su vida privada, su historia de amor con Inma González fue más allá del concurso, se casaron, estuvieron juntos casi 17 años y tuvieron una hija en común. Ahora, pese a estar separados, son un gran apoyo el uno para el otro y así lo ha hecho saber ella en una entrevista para la revista Lecturas.

La expareja sigue compartiendo techo. "Nos llevamos genial, seguimos viviendo juntos. Él al principio se fue a un piso que tiene aquí al lado, pero volvió", confesó. Además, el exsuperviviente ha pasado por un bache de salud y la gaditana no le ha dejado solo en ningún momento. "Le han operado de una pierna y lleva liado unos cuatro años. Le han tenido que poner una prótesis, llevar muletas... Ha estado limitado y lo he estado cuidando", explicó.

Ante la posibilidad de retomar su historia de amor, González no ha cerrado del todo las puertas. "Mi madre me dijo hace unos días que nuestro final era volver. Nunca se sabe...", admitió, añadiendo que se llevan "de maravilla, de corazón".