L-Gante íntimo: las razones que lo alejan del escenario, su próximo disco y su historia de amor con Wanda
En un mano a mano imperdible con LA NACION, el cantante repasa su historia de vida y artística y se refiere al tratamiento médico al que debe someterse
Es una tarde como cualquier otra en Palermo, solo que en los bares y cafés abiertos y en los restaurantes aun cerrados todas las pantallas de tele reflejan el histórico Inter 4, Barcelona 3. En Warner Music el panorama es bien distinto. Un retrato enorme de Elián Valenzuela, por todos conocido como L-Gante, preanuncia su llegada. No hay ni corridas ni gestos ampulosos ni risitas nerviosas. Se lo espera con calma, la misma que transmitirá él tanto a su llegada como durante toda la charla con LA NACION. Una entrevista a libro abierto, de esas que concluyen con sonrisas amplias, con agradecimientos mutuos y con fotos para inmortalizar el momento.
La excusa era conversar del show de esta noche, a las 21, en Niceto Club, el último por un tiempo y el último de una etapa que está por dar el paso a una nueva faceta en la carrera de L-Gante, la del cantante de estilos musicales varios, no solo de la cumbia RKT que lo llevó a la fama.
–¿El de hoy en Niceto Club es el último show por un tiempo?
–Es así, el último por un tiempo. Todo está enfocado en que recupere todas las energías, que descanse un poco y es por lo que me diagnosticaron. Tenemos muchos proyectos, pero antes hay que cuidar la máquina. Hay que llegar con el tanque lleno.
–Tenés la ventaja que a tu edad te podés recuperar más rápido. ¿Cuál es el diagnóstico?
–Fui por un chequeo general normal, de sangre, orina, cardio, ecografía, todo completo en un día. Y a los minutos que entregaron los estudios para que los analicen los diferentes especialistas, al rato vino el de corazón y me dijo que tenía insuficiencia cardíaca. Se debe a una válvula del corazón. La sangre marcha hacia adelante, pero como tiene una insuficiencia en la presión vuelve un poco de sangre hacia atrás y eso no debería pasar. Después, también una insuficiencia renal, tengo que cuidarme con una dieta alimenticia y permanecer lo más sano posible. Menos estrés también. Tratando de que no empeore, que no haya que recurrir a una operación y que todo funcione lo mejor posible, así que estamos enfocados en eso.
–¿Cómo estás para este show?
–Estoy con muchas ansias, quiero disfrutarlo, compartirlo con toda la gente que vaya a verme, a alentarme, a conocerme los que nunca me vieron y que les quede un buen recuerdo.
–Recién empieza mayo y ya sacaste 9, 10 temas. Es difícil seguir el ritmo de lo que vas publicando, de tus colaboraciones con otros artistas...
–Estamos en una temporada en la que van a salir varios temas singulares, digamos, en colaboraciones, pero no pertenecen a ningún disco. A la vez, estamos preparando el segundo álbum. El primero, para el que no sabe, lo hice cuando estaba preso (Celda 4). Cuando salí de ahí armamos la estrategia, qué tema quedaba en el disco, qué tema guardábamos y eso fue todo solo, sin ninguna colaboración. Y ahora, con el segundo, el mayor dato que puedo dar es que va a haber colaboraciones. Estamos pensando a ver si pueden ser 25.
–25 canciones para 2025 y a tus 25 años. A jugarle...
–Vamos a ver si sale. Debo tener 70 canciones, hay material para rato y a la vez venimos haciendo canciones nuevas. Hay que elegir entre las mejores, entre las que más ganas tenga de que salgan antes. Hay temas viejos que están muy buenos y que quiero que salgan para concentrarme en lo más actual. A la vez voy creciendo, madurando, cambiando la mente.
–Eras muy chico cuando arrancaste, no eras padre, eras otro...
–Tal cual, no pienso igual que hace cinco años.
–¿Cómo nacen tus canciones?
–Antes solía ponerme una base y empezar a escribir lo que saliera arriba. Capaz no tenía ningún sentimiento en particular y hacía una canción igual. Ahora me enfoco primero en las líricas, en que sean para un público más amplio, de diferentes edades. Antes apuntaba a los de mi edad, que tenían 20 o 21 como yo. Ahora trato de que reflejen un sentimiento las letras, ya no cantar boludeces. Eso ya no me interesa. Quiero cantar cosas que importen. Creo que las mejores canciones son las que salen cuando estás triste, pero también cuando estás feliz y te sentís orgulloso de lo que lograste. O canciones que hablen de lo que querés para tu vida. Hay una que se llama “El día más feliz” que habla de muchas cosas que me pasaron. Las escribí, las canté en la canción, pero son cosas que no tengo presentes todos los días. Es una canción que me hace recordar hasta donde llegué, qué era lo que pensaba en ese momento cuando imaginaba mi futuro, si lo logré o no o lo tengo que seguir recordando para llegar. Las canciones siempre tienen un lindo mensaje, aunque sean tristes. Las canciones te resetean la mente, te ayudan a pensar si estuvo bien dejar algo atrás o volverlo a recordar y seguir luchando por eso. Me gusta mucho lo que vivo y mis canciones no se acaban nunca, siempre hay algo nuevo para expresar.
–¿Te pasa más que antes de tener momentos tristes y nostálgicos?
–Sí, tal cual. Antes tenía la emoción de que había logrado lo que me parecía imposible de lograr. Ya me acostumbré a eso, se convirtió en mi vida de todos los días; no es normal, quizás no le pasa a cualquiera, pero a mí se me hizo una costumbre. Es un estilo de vida diferente, no vivo como vivía antes. Antes no salía de mi barrio, para mí el mundo eran 20 cuadras, llegaba hasta el centro de General Rodríguez. La mente se me fue abriendo, conocí a más gente, personas de diferentes clases, de otros países, otras culturas y me di cuenta de que el mundo es grande y hay un montón de cosas para hacer.
–Y de todo eso te fuiste nutriendo...
–Tal cual, me fui nutriendo. Es pesado descubrir todo de golpe, el impacto que provoca. Me ha generado momentos de confusión. Cuando conocés un mundo que no sabías que existía tenés que aprender a manejar los sentimientos. Tenés que ser paciente, pensar en frío y no dejarte llevar por lo que te puedan decir. No todas las personas la tienen clara. Cuando era más joven pensaba que una persona de 40 años porque me aconsejaba algo iba a tener razón y quizás no era así. La razón quizás la tenía yo. Darle un segundo vistazo a las cosas a la hora de tomar decisiones. He pasado por momentos tristes, de estrés, de confusión, que me sentía como... ¿Como te lo puedo expresar? Como que sentía que algo me faltaba o que mi interés estaba algo errado, estaba desaprovechando el tiempo. Eran muchas emociones.
–Al principio tenías apremios económicos y soñabas con tener tu casa, tu auto. Cuando llegaste a todo eso empezaste a ver que quizás te faltaban otras cosas que no se podían comprar...
–Claro, te salta la ficha y ahí tenés que buscar qué es en realidad lo que te hace sentir bien. Nada se va a solucionar si vos decís “abandono todo”. Con eso solo te vas a perjudicar, entonces tuve que detectar qué era lo que me hacía bien, quiénes eran las personas que me hacían bien, que sumaban, las que restaban y todo tomarlo con pinzas y ordenarme también. Quería estar más con mi hija (Jamaica, de 3 años) y volver a generar algunos vínculos. En esa algunas cosas me salieron bien, otras me salieron mal; igual, todos esos sentimientos me ayudaron a hacer canciones.
–¿Viviste lo que se conoce como “el amigo del campeón”, esa gente que se acerca de repente y está a tu lado cuando estás bien, pero ni bien caés desaparece?
–Sí y eso tiene que ver con saber detectar, aprender a hacerlo. De palabra te podés encontrar con gente que te dice, en un 99 por ciento: “Yo voy a estar en todas, hermano”. Pero después, con el tiempo, te vas dando cuentas quiénes son los que están en las buenas, en las malas y en todas. Esos son lo que quiero que estén siempre. Los demás, sin enojos, sin nada, solo saberlo manejar. Es importante ver en qué gastás tu energía, en quién, dónde lo acomodás en tu día a día, a quién le das tu tiempo. Eso vale mucho.
–Hablás mucho de tu hija, se nota que te apoyás en ella, en tu mamá. ¿Con la mamá de ella cómo te estás llevando?
–Con Tamara (Báez) tengo un problema personal que, desde que nos separamos, jamás pude volver a tener una comunicación normal. Una vez que avanzó con los abogados y todo eso jamás volvimos a tener la ocasión de reunirnos, de ponernos de acuerdo como padres, hablando bien. En eso estoy medio complicado, lo admito. No peleamos ni nada, pero tenemos una comunicación limitada. Cada tanto sale algo en las noticias. Lo que me gustaría con la madre de mi hija es que lucháramos los dos y nos pusiéramos de acuerdo para comunicarnos, esa es la clave. Yo le deseo lo mejor a su vínculo con su pareja. Sé que es una gran madre y mi hija está bien criada; de mi parte también, le dedico mi tiempo, mi esfuerzo, mi cansancio, la casa que tengo en construcción que le va a quedar a ella.
–Hables o no hables siempre algo se va a publicar. ¿Cómo aprendiste a convivir con eso y con los mensajes de odio en las redes?
–Salen noticias todos los días. Estoy curado de espanto con eso. En mi caso, aprendí a ponerme límites. Muchas veces son cosas comunes, pero al ser yo traccionan más. La otra vez tuvimos una situación media rara con mi manager (Maxi “El Brother”) a la salida de un show. Para nosotros no fue nada, pero la gente lo filmó. Nosotros después nos reímos, no fue nada, pero al otro día se convirtió en un problema. Hay un abogado que fue el que intentó dejarme preso, que siempre está al acecho buscándome algún error. De esa situación con mi manager, al otro día salieron notas que decían que yo estaba bajo los efectos de las drogas y que tenía que volver a estar preso porque no está apto para la sociedad. Y nada que ver. Lo primero que se me ocurrió fue hacerme un examen de orina y sangre para demostrar que estaba limpio. Yo dejé las drogas, me aparté bastante de ese mundo, y que de la nada salgan cosas así, me afectan; más teniendo un problema judicial que todavía está en suspenso. Me tuve que poner límites, no prestarme para que otros puedan aprovechar y hacerme jugadas, como este caso. Me tengo que comportar de una manera especial y poner límites porque hay gente buena pero también hay otra que está esperando que de un paso en falso.
–¿Cómo te diste cuenta que tenías que parar con las drogas, que estaban afectando tu salud y tus relaciones?
–Para mí fue fácil porque lo hacía por diversión. Gracias a Dios no llegué al punto de “si no tengo me pongo loco”. Era algo que tenía en la cabeza que me comportaba como un boludo, pero cuando me di cuenta que beneficiaba más a los demás, o que se podían aprovechar cuando yo me drogaba, dije. “Voy a aflojar”. Además, no te hace bien, te hace mal a la salud, obviamente; gracias a Dios lo hicimos con voluntad, no tuve que hacer un tratamiento. Estoy orgulloso de mí que pudo ser así de fácil.
–Te felicito.
–Gracias
–¿Qué podés adelantar de las nuevas canciones? Me enteré que grabaste con Molotov...
–Sí, lo de Molotov fue re loco. Estuve grabando en México con Randy (“El Gringo” Ebright). Es algo que ni yo ni los rockeros imaginábamos. Estuvo bueno estar en el estudio de ellos, compartir, descubrir otra faceta musical, hacer rock y varias otras letras. Ver su creatividad, su manera de trabajar, de todo eso se aprende.
–¿Ya tiene nombre el nuevo disco?
–Todavía no. Si sé que quiero que sean 25 canciones y de diferentes estilos: rock, cumbia, como venimos haciendo; trap. Hablando de rock, a mí me gusta mucho el Pity Alvarez. Me llegan comentarios de gente cercana a él pero todavía yo no he llegado. Tengo ese objetivo.
–Venís de la cumbia, participaste de la creación de un estilo, que es el RKT y hoy veo que los músicos de rock se acercan a vos y te encuentran receptivo...
–Es que hay que demostrar, hay que... primero que nada pienso siempre mantenerme presente en el estilo del movimiento que se creo, pero también demostrar que no es solo eso, que el RKT no solo habla de la bailanta. Hoy en día está TikTok y las redes sociales que, quizás, apuntan a una música que no te transmite nada. No tienen historia, no tienen sentimiento, solo un par de frases que riman. Yo estoy enfocado en cambiar un poco eso, tratando de que todo lo que viva se transforme en letras, en poesía y apoyarlos en el RKT, en el rock, en el cuarteto, en el trap.
–¿Cómo estás con Wanda Nara? Tienen un largo camino recorrido ya, varios capítulos...
–Antes de que nosotros blanqueáramos ya habíamos recorrido mucha aventura juntos, digamos. Es triste, es medio raro. Digo raro porque nunca termino de sentirme firme en la relación por la misma situación en la que estamos y la exposición que nos vuelve locos. La situación de cada uno también incide. Los dos tenemos temas legales que tenemos que terminar de solucionar. Mucha gente tira la buena pero también es mucha la que ataca. Somos una historia que todos los argentinos conocen y de la que todos opinan. Tenemos sentimientos, sabemos lo que sentimos el uno por el otro y tenemos que saber manejarlo. En este momento estamos separados, digamos, de la relación de pareja, pero no nos llevamos mal.
–Van y vienen...
–Hay algo que no se termina de concretar. Quisiera estar al cien por ciento en mi relación con ella y hasta que no pase no me siento seguro para apostar. Estamos en un tiempo en el que ya estábamos hablando de casamiento y se mencionó formar una familia. Y para tomar decisiones así tan grandes y tan importantes pienso que tengo que hacer un parate. Si todo no está prolijo o como quiero que sea, no me encuentro apto para tomar decisiones importantes. Estamos bien pero separados en este momento, esa es la realidad. Puede ser un estrés mío y de ella, algo simple, no estamos hablando de infidelidad ni nada, lo que buscamos es hacer las cosas bien y prolijas.